mejores amigos (Namjin)

XVIII

Jin se balanceaba de un lado a otro suavemente, mecido por el caballo. Como uno de sus intentos de animarle, Taehyung le había llevado a montar a caballo. Al principio, había sonreído mientras los cepillaba y en la primera parte del paseo, pero ya había recuperado su actitud melancólica. Los pequeños botes que provocaba el caballo al caminar le incomodaban un poco, y había un occidental con el pelo rubio que no paraba de mirarle con unos ojos azules y penetrantes. Supuestamente, era un instructor que estaba allí para supervisar el paseo. Pero le miraba de una manera que simplemente... no le daba seguridad. Se acercó a él, haciendo trotar levemente a su caballo. Jin miró hacía otro lado.

–Buenos días, Jin, ¿estás teniendo un buen paseo? ¿Necesitas algo? ¿Se está portando bien Yang? –Preguntó, acariciando con cariño al caballo de Jin. Tenía un leve acento al decir las erres.

–Está bien, gracias –. Contestó Jin en voz baja.

–Tae es muy simpático. Me ha dicho que te gustan mucho los animales, ¿es eso cierto?¿Te gustan los caballos?–Su parloteo persiguió a Jin, que tampoco podía escapar.

–Si, me gustan mucho. Me parecen preciosos –. Sonrió con dulzura al responder.

–¡Mira que sonrisa tan bonita! ¡Que guapo estás cuando sonríes! Tae también me ha dicho que no es fácil hacerte sonreír últimamente–. La sonrisa de Jin desapareció al darse cuenta de que le trataba como si fuese un niño. Miró de nuevo al suelo. El chico se le acercó más –. ¿Quieres ver algo muy bonito? Es un pequeño desvío, pero te va a encantar. ¿Mh? –Antes de que Jin contestara, se metió por un pequeño camino, agarrando las riendas de caballo de Jin y manejando con una sola mano las del suyo propio –. Me llamo Åke, por cierto.

֍֎֍

–Entonces, ¿eres sueco? –Preguntó Jin, levantando la cabeza un poco. Åke asintió, y él volvió a mirar al suelo de hierba. No habían dicho mucho. Åke había mostrado interés en Jin, y le había informado de que él también era gay. Pero eso no había animado a Jin ni una pequeña parte de lo que le habría alegrado en el pasado. El Gran Experto en Caballos, como se llamaba a si mismo Åke, le había llevado a un pequeño claro, con un bonito riachuelo. Los caballos bebían y pastaban tranquilamente mientras Jin y El Gran Experto en Caballos descansaban. Al parecer, Tae había hablado muchísimo conÅke. Básicamente, la había contado la vida de Jin. Pero, por suerte, no le había contado lo que le había pasado. Simplemente, le había dicho que estaba muy taciturno, y que normalmente era muy escandaloso y activo. Pero, al parecer, lo que más le había interesado a Åke era su orientación sexual. En ese momento, el caballo de Åke, que se llamaba Hodor, se acercó a que le acariciase el morro,y su dueño le alejó. En lugar de eso, se acercó más a Jin. Le cogió de la barbilla, levantándole la cabeza, y acercó sus labios a los suyos. El beso no fue lo mejor que había experimentado Jin, pero se dejó. Verdaderamente, Åke no era nada del otro mundo besando. Cuando se separaron, Jin volvió a mirar al suelo.

–¿Te ha gustado? –Preguntó Åke en voz baja.

–No lo sé – contestó él en el mismo tono.

–¿No lo sabes? ¿Cómo puedes no saberlo?

–Tampoco lo sé.

–Jin,¿tú eres feliz?

–Eso tampoco lo sé. Creo que no.

–¿Qué necesitas para ser feliz? –La imagen de Namjoon pasó por la mente de Jin, y él sintió miedo y alivio al mismo tiempo.

–No estoy seguro. Todo.

–¿Todo?

–Ahora le tengo miedo a lo que antes era mi todo.

–¿Cómo?No te entiendo.

–Yo tampoco me entiendo. Debería odiarle.

–¿A quién? ¿A mí?

–No,claro que a ti no. A ti te acabo de conocer.

–Jin,no te entiendo. Pero nada de nada.

–¿Cómo me vas a entender, si nunca has querido a nadie como yo le he querido a él? Verdaderamente, él era mi todo.

–¿Quién era tu todo?

–Namjoon–. Se hizo un silencio en cuanto Jin pronunció su nombre. Åke se levantó.

–Estás loco, Jin. Completamente loco –. Se subió rápidamente a su caballo y empezó a  trotar, intentando alejarse de Jin. En esos momentos, Jin tenía ganas de llorar. Pensaba que todo estaba yendo bien. Que estaba casi ligando. Pero se había olvidado de que la gente normal no deduce lo que quieres decir solo si lo insinuas. La gente normal no piensa como... Como nadie. Nadie. No pienses en él, Jin. No pienses en él. No es nadie en tu vida. No pienses en él.

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