Capítulo 9

1.1K 50 0
                                    


Es el primer día de clase, es mi segundo año en la carrera. Me puse unos baqueros rotos largos y una camiseta ancha en la cual había diferentes figuras geométricas de diferentes colores con el fondo negro.

-Violeta llegamos tarde- le grité para que se diera prisa, íbamos en su coche.

Mi universidad era pública, no me podía permitir una privada.

Al llegar fue como volver a respirar. Aquí me sentía completa, podía ser como soy en realidad, sin esconderme y sin aparentar.

Había gente por todos lado, en el césped, en las entradas.. Al llegar al edificio de periodismo me despedí de Violeta.

Mi edificio estaba más aislado que los demás, no se porque pero me gustaba así. En la entrada encontré a Nick con unos amigos. Estubimos hablando de las vacaciones y de la fista de nuevocurso que se celebraba al final de esta semana.

Me gustaba estar con personas que me entendian, gente que no se esforzaba por cambiar quien es.

Al final de la mañana nos fuimos a la cafetería.

-Amalia- gritó Violeta. Me giré en señal de respuesta.

-¿A que no sabes quienes estudian en esta universidad?- dijo y antes que respondiera estaban Axel y Ariel detras de ella.

Se me abrieron los ojos completamente. ¿Estudiaban?

-Pensé que no estudiabais- dije más para mi que para ellos.

-¿Por que pensaste tal cosa?- dijo Axel acercandose.

-No esque seais los prototipos de universitarios perfectos- dije. Soltó una carcajada que se olló por toda la cafeteria.

-Amalia!!- gritó Nick. Menos mal.

-Voy- dije. Axel me agarró de la muñeca inmovilizándome.

-¿Quién es ese?- me miró fijamente.

-¿Qué más te da?- dije esperando que me soltara la muñeca. Me solté y fui con mis compañeros.

Al acabar el día me despedí de todos y fui en busca de Violeta para volver a casa. Y como no, estaba con Ariel abrazada y Axel apoyado en el coche. La verdad me hacia gracia la situación.

-¿Nos vamos?- me dirija hacia Violeta.

-Claro- dijo despidiéndose de Ariel. La cogí las llaves, me gustaba conducir. Me relajaba sentir que tenía el control.

-¿No me dices adiós?- dijo Axel apoyándose en la ventanilla.

-Ni lo sueñes- dije y subí la ventanilla. Soltó una carcajada, me ponía de los nervios. Pité para que Violeta se subiera al coche. Al arrancar casi atropello a una chico, me disculpe y seguí como si no hubiera pasado nada.

-No te enfades, solo le gusta picarte- dijo Violeta. Me conocía demasiado bien como para saber que no me gustaba la presencia de esos dos.

Mitades imperfectasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora