A la mañana siguiente me levante con una resaca horrible. No me acordaba de nada.
-Violeta- grite desde mi habitación.
Apareció Violeta con la cara roja de haber pasado toda la noche llorando. La miré con cara de no saber que pasaba.
-¿Estas bien?- le dije incorporándome de la cama.
No contestó, solo se acurruco junto a mí.
-¿Qué ha pasado?- dije intentando no hundirla más.
Después de que me contará lo que había ocurrido se me paró el cuerpo.
-A si que pegué a Ariel, Y me fui en moto con Axel- dije asumiéndolo.
No era capaz de recordar nada de la noche anterior y tenía un dolor de cabeza horrible.
Después de pasar el día metida en la cama me fui por la tarde a tomarme mi capuchino favorito y a dibujar un rato.
Estaba concentrada dibujando unos preciosos peces de colores cuando apareció una mujer. Me distraje intentando saber qué tipo de persona era cuando recibí un mensaje Violeta diciendo que Ariel estaba en nuestra puerta pidiéndola perdón. Ya estaba cansada de estas tonterías. La escribí que no le abriera y que me esperara.
Al llegar a la puerta estaba Axel apoyado en el marco de la puerta y Ariel gritando que le dejara pasar.
-¿No te quedó claro ayer que no quiere nada contigo?- dije poniéndome entre la puerta y él.
-¿Y tú que haces aquí?- dije mirando a Axel.
-Apártate, necesito hablar con ella- dijo levantándome la mano, Axel le agarró el brazo antes de hacer nada. Le miró con cara de pocos amigos y Ariel se alejó lo suficiente como para que Axel se pusiera delante mía.
-¿Por qué no abres la puerta y acabamos con esto?- dijo acercándose más de lo necesario. Me intenté alejar pero la puerta me lo impidió.
-¿O porque no os vais y acabamos con esto?- dije mirándole fijamente a los ojos.
Axel se rió y se separó de mi volviéndose a poner en su posición inicial pero esta vez con una sonrisa y los ojos cerrados.
-Déjala en paz, no te quiere ver- dije enfadada.
-¿Te crees muy dura por haberme pegado?- dijo acercándose. Apreté los dientes sin saber que responder.
En un segundo me cogió el bolso sin que me diera cuenta.
-Devuélvemelo- grité. Ariel le dijo algo que no conseguí oír y dejó el bolso en el suelo.
Ariel soltó un gruñido y se fue por las escaleras.
-No volváis- dije.
-¿Ya no me quieres ver?- dijo Axel acercándose con el ceño fruncido.
-¿Por qué te querría ver?- dije sin entender.
-¿No te acuerdas de nada?- dijo sonriendo de lado. Negué con la cabeza. Se acercó tanto que solo habría dos centímetros entre los dos.
-¿Quieres que te lo recuerde?- dijo en mi oído. Y me besó el cuello haciendo que me entrara un escalofrío por todo el cuerpo.
Le empuje.
-No digas tonterías – no pasó nada.
-¿Eso crees?- dijo riéndose.
-Axel, vamos- gritó Ariel desde la planta de abajo.
Axel se fue riéndose. Violeta apareció con la boca abierta.
-¿Hay algo que no me hayas contado?- me quede sin habla, ni yo sabía que acababa de pasar.
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Mitades imperfectas
RomanceAmalia es una chica que disfruta de la soledad. Su mayor hobby es representar por sus dibujos como ve ella la vida. Axel, un motero el cual tiene demasiados problemas sin resolver. Muchas cosas del pasado salen a la luz y se destruyen demasiadas co...