Capítulo 10

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Es viernes, por la noche es la fiesta a la que todo el mundo iría. Hoy tenía que entregar un trabajo de verano, pero se me había olvidado y Violeta estaba en clase. Estaba en la parada de autobús rezando para que llegase a tiempo, cuando pasó Axel con la moto. Pasó de largo unos cuantos metros cuando frenó en seco y retrocedió.

-¿Qué haces aquí?- dijo con el casco puesto.

-Me gustan los autobuses, déjame en paz- dije. Hoy no estaba para sus tonterías.

-¿Por que estas de mala leche?- dijo bajándose de la moto.

Me senté en la acera. Estaba demasiado nerviosa. Axel se sentó a mi lado. ¿Porque a veces era tan comprensible y otras un capullo?

-¿Y bien?-

-Se me ha olvidado un trabajo que tengo que presentar hoy- dije.

-¿Y eso es todo?- dijo levantándose.

-Vamos- me levantó del suelo.

-¿Qué haces?- dije.

-Yo te llevo- dijo poniéndome el casco.

No pude contestarle, estaba impresionada por esta faceta nueva. Me subí y me agarré fuerte a su cintura ya que no quería caerme.

Al llegar le dije que esperara y el se rió como si fuera obvio. Subí corriendo las escaleras, cogí el trabajo de mi escritorio y volví a bajar corriendo.

Al llegar me subí directamente.

-¿Qué pasa?- dije al ver que no arrancaba.

-No te has puesto el casco- me metió un mechón de pelo detrás de la oreja, me sonroje involuntariamente. Me puso el casco con cuidado al hacerlo me regaló una media sonrisa. Al segundo aceleró.

Al llegar a la universidad le di las gracias y me fui corriendo. Al entrar en clase todos me miraron y algunos se rieron.

-¿Qué pasa?- le pregunté a Nick, mi compañero de mesa.

-Tienes puesto un caso de moto en la cabeza- dijo. Me fui sin devolverle el casco a Axel. Me lo quité enseguida, estuve lo que quedaba de clase completamente avergonzada.

Al acabar las clases fui directa a la cafetería esperando encontrar a Axel para darle el casco.

-¿Buscas a alguien?- dijo Axel detrás mio.

-Perdona, iba muy estresada y se me olvidó devolverte el casco- dije entregándoselo.

-Ven conmigo a la fiesta de esta noche- dijo de repente.

-¿Qué?-

-Me lo debes, he estado muy preocupado por lo que le pasaría a mi casco- dijo poniendo cara de cachorrito.

-No, es decir, tu casco esta sano y salvo, no le ha pasado nada. Ni si quiera voy a ir a esa estúpida fiesta- dije.

-No te pongas nerviosa- dijo agarrándome de la cintura y pegándome a su cuerpo.

-No me pongo nerviosa- dije, ni siquiera yo me lo había creído. Soltó una risa.

-Vale, a las ocho en tu casa- dijo alejándose.

-No voy a ir- dije más alto de lo que esperaba.

-Te sacaré en pijama si hace falta- dijo y desapareció entre la gente.

-¿Qué acaba de pasar, estas con ese bombón?- dijo Nick agarrándome del brazo.

-Jajajajaj- los dos nos empezamos a reír. Le conté todo, y acordamos que hoy en la fiesta Nick no me dejaría a solas con él.

Mitades imperfectasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora