Uɴ ᴅɪsᴘᴀʀᴏ ᴀʟ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ || Albalia.

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19-09-19.

-Alba Martínez Reche es una de las asesinas y narcotraficantes más grandes de la historia, que no os engañe su cara de corderito degollado porque tiene más poder que todos los que estamos en esta sala- Dijo mi jefe, señalando la foto de aquella rubia platino con un pequeño láser que llevaba en la mano.

Alba Martínez Reche.

No podía dejar de ver tu foto, la verdad es que parecías un angelito caído del cielo. Tus ojos se incrustaron en mí de una forma inquietante, me estaba traspasando el alma y tuve que quitar mi vista de ella, aún notando la mirada de tu fotografía en mí. Era ridículo, era una simple foto con un plano de tu rostro.

Tenías unos preciosos ojos castaños y unas ojeras pequeñas que se destacaban bastante; parecías estar cansada. Una ligera sonrisa sarcástica salía de tu boca. Tú sabías que saldrías pronto de allí. En un lado de la foto ponía una fecha. 18-09-16. Tres años hacía de esa foto. "Esta chica podría estar de cualquier forma, podría haber cambiado radicalmente, tanto su físico como su forma de actuar" Pensé. No eras una chica tonta; de hecho, para no haberte cogido aún con las manos en la masa, eras bastante inteligente.

-Lacunza, te necesitamos a ti en esta misión. Vas a tener que buscar algo con lo que la podamos coger de una vez, y esta vez que no se nos escape- Miró con insuficiencia a mi compañera Marta, quien bajó la mirada, en signo de disculpa.

18-09-16

-¿Para qué quieres la foto, guapa?- Dijiste con una pequeña sonrisa pícara. Sabías que me tenías en el bote y no lo disimulabas en ningún momento. Bajé mi mirada y me intenté hacer la dura.

-Para ficharte, Martínez- Dije, con un hilo de voz. Sabía que en cualquier momento te irías, y yo te había ayudado a planearlo. Tonta de mí, pensaba que me llevarías de verdad contigo y me darías lo que me prometiste; una vida tranquila y llena de viajes lejanos.

-Pues date vida, que estarán al caer-Dijiste decidida. Miré a mi alrededor con miedo de que alguien nos estuviese escuchando.

-Ah, y, preciosa, llámame Reche.

Justo cuando iba a contestarte aparecieron varios hombres encapuchados con unas armas potentes. Uno de ellos pegó un tiro al techo, haciendo que cayesen los neones que colgaban de él, cerca mía. Me agaché en un acto reflejo, levantando mis manos para protegerme y ver cómo uno de ellos te daba un pintalabios rojo fuerte y, mientras lo aplicabas en tus carnosos labios, sonreías con una mirada llena de diversión y sarcasmo. La había cagado.

Marta Sango había sido cómplice de una de las asesinas que llevaban buscando desde hace varios años por una casa y unos viajes.

Maldita Alba Reche.

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Holii.

He decidido empezar esta historia ya que últimamente sólo leo y hace poquito me inspiré y me lancé a este mundo de nuevo, así que espero que os guste la historia y que me encantaría leer vuestras teorías sobre el final, según vaya avanzando la historia, claro.

Fx~~