V

1.9K 143 22
                                    

28-09-19.

Nada más entrar a tu casa me empujaste contra la pared de la entrada, haciendo que soltase un jadeo y agarrase más tu cintura, acercándola a mí. Estaba desesperándome de no notarte más cerca aún de lo posible.

-Seguro que ella no te hace estas cositas, preciosa- Dijiste con una sonrisa prepotente que noté en mi cuello para después dejar una marca en aquel lugar.

-A-Alba... e-ah...- Dije atropellándome con mis propios jadeos, y tragué saliva pensando en lo que iba a dejarme hacer por la que me tenía que llevar detenida en unos días.

Detenida.

La asesina en serie a por la que venía desde Pamplona me estaba dejando marcas por todo el cuello, me estaba haciendo sentir escalofríos en una casa perdida en Madrid, me estaba haciendo sentir algo que no era odio hacia ella. Y me asustaba. Me asustabas, Reche.

Y es que tú tenías ese poder sobre mí, tenías el poder de hacer que mi cuerpo olvidase matenerse de pie o quedarse con los ojos abiertos, tenías el poder de que mi piel se erizase sólo con mirarme, tenías el poder de hacerme sentir algo que no fuese odio, aún siendo la peor persona del mundo. Aún habiendo matado a mi hermano y mi compañero.

Mi hermano y mi compañero.

Ellos ya no están por su culpa.

Y yo aquí, contigo, queriendo explorar tus caderas, queriendo contar sus lunares. Queriendo follarte todo el día sin parar.

Santi. Joan. 

No podía hacerles eso. No podía dejarme sentir algo por ti. Te merecías lo peor del mundo. Eras un puto monstruo.

Me separé de ti. No me iba a dejar

-¿Pero qué- No te dejé terminar. No podía dsrte explicaciones porque me matarías.

-No puedo

-Pero si te est- Te corté. Siempre te cortaba.

-Te he dicho que no puedo. Punto.

-Pero, ¿Qué te pasa de repente? hace media hora me estabas rogando quedarme.

Apreté la mandíbula y aparté la mirada de ti para que no vieses cómo mi tormenta interior amenazaban con salir.

-No puedo- Dije con un hilo de voz -Me das miedo- susurré pensando que no me escucharías.

-¿Te doy miedo? Hey... Nat, venga no pasa nada no llores- Dijiste acercándote a mí de nuevo. Acunaste mi cara en tus manos y te miré mientras apartabas mis lágrimas.

No dije nada, sólo nos quedamos ahí, mientras yo lloraba y tú me quitabas las lágrimas de los ojos. No podía decirte la verdad, pero no parecías una asesina.
Parecías un puto ángel caído del cielo que venía a cuidarme.

Cerré los ojos. Unos minutos así, en silencio.
Volví a escuchar tu voz ronca en un susurro.

-¿Estas mejor?- Dijiste con un tono preocupado. Eras tan bonita así.

Asentí sollozando y suspiré con fuerza, tratando de calmar el mar de lágrimas que era.
Volví a cerrar los ojos, y esta vez no supe reaccionar rápido.
Quitaste delicadamente las manos de mis mejillas y te amarraste a mi cintura con delicadeza, como si me fuese a romper, apoyando tu cabeza en mi pecho. Joder Alba, deja de ser tan bonita porque te tengo que arrestar.
Tardé unos segundos en responder notando cómo tu calidez se fundía con mi cuerpo.
Rodeé tu cuello con mis brazos, agachándome levemente para apoyarme en tu hombro, notando cómo me acariciabas la parte de arriba de la espalda.

Me di cuenta que te quería.

Y me odiaba por ello, pero no podía evitar notar ese cosquilleo en el estómago al verte. No podía evitar pintar mis mejillas de color carmín cuando cruzábamos nuestras miradas. No podía no derretirme ante tus brazos. No podía dejar de pensar en tus labios. Y no podía dejar de querer quererte.

Eras un disparo al corazón. Y esa vez decidiste dispararme a mí.

-----------------

PERDÓN PERDÓN PERDÓN PERDÓOOOOOON no escribí en toda la semana y este es mega corto pero os prometo que esta tarde subiré otro y maybe mañana otro.

Ha sigo super cortito pero porque tenía que contar esta parte sin nada más, por eso es así, pero os prometo que los demás van a ser más largos.

Os quierooo.

Fx~

Uɴ ᴅɪsᴘᴀʀᴏ ᴀʟ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ || Albalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora