XV

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Si os ponéis de fondico Morgan- Sargento de Hierro yo creo que mejor :)

10-10-19.

La luz entraba por la ventana y tú ya estabas despierta. Tenías los ojos rojos y no estabas entre mis brazos. ¿Qué pasa cariño? ¿Estás bien? ¿Miedos no te han dejado dormir? Ven entre mis brazos y yo las intento amansar de nuevo.
Te miré a los ojos e hice un sonido ronco que te hizo girarte hacia mí. No sonreías y eso me preocupaba.

-Buenos días amor- Te intenté abrazar pero te apartaste bruscamente.

-¿Qué haces en Madrid si eres de Pamplona?- Confundida me tenías. ¿Qué dices Alba, cómo sabes eso?

-¿Cómo...- Y me vuelves a cortar. Como siempre.

-Tú sólo contéstame, yo te enseñé mis cicatrices.

-He venido a...- ¿Qué coño te digo?

-A matarme. O a entregarme. ¿Me equivoco?- Mis ojos casi se desorbitan al escucharte y me tensé muy rápido. ¿Cómo...?

-Tú y yo nos vamos. Ya. Vístete.

-Alba, déjame explicart...- Deja de cortarme.

-No quiero explicaciones. Quiero que te vistas porque nos vamos. ¡Ya!- Me gritaste levantándote de mi cama. Alba, no hagas ninguna tontería. Te mentí; sí, pero te quiero, eso es verdad. Te lo prometo.

-Alba. Estoy aquí porque me han mandado. Porque te escapaste hace dos años. Porque mataste a alguien importante para mí. Por favor, te quiero, no hagas ninguna idiotez- Y vas y me apuntas con mi pistola. Perfecto. Lo que faltaba. Que fueras armada. Alba por Dios.

-Yo no he matado a nadie. Ellos se matan solos. Y he dicho que te vistas. ¿¡Es que no me escuchas!?

-Te estás alterando. Por favor. Dame la pistola y te prometo que hablamos esto como personas.

-Esque tú has venido a matarme. Me tengo que defender- Tu voz era medio susurrada y tus manos temblaban. Por favor Alba. Te quiero.

-Me voy a levantar. Pero no hagas ninguna gilipollez Alba, no te pienso entregar. Te lo prometo.

-Ya claro. ¿Qué te piensas?¿Que no me sé ya las charlas psicológicas que hacéis los maderos? Natalia. Como no me hagas caso voy a matarte, ¿¡Me estás escuchando!? Voy. A. Matarte.

-No puedes.

-No me pongas a prueba.

Decidí vestirme. Me levanté en silencio y me vestí con mis pantalones militares y mi camiseta negra. La que llevé en la primera vez que quedamos. La que te gustaba tanto apretar para acercarme a probar mis labios.
Te acercaste y, con las manos temblorosas, me ataste las manos tras la espalda. Alba. No he avisado a nadie. Por favor. Suéltame y vámonos. Fuera de aquí.
Tiraste de mí hacia la puerta del garaje. Miedos te había comido. Ahora era más grande que nunca. Hasta yo las notaba. Te estaban comiendo.

-Alba...- Miré hacia atrás y tú apretaste mis muñecas- No me voy a ir... Aunque muera. Puedes soltarme porque voy a estar contigo. Me da igual lo que hagas conmigo. Pero dime que lo de que me quieres; perdón, me querías, era cierto. Por favor.

-Cállate. Por Dios Natalia cállate y no me hagas esto más difícil.

Y entre Miedos, Alba, Natalia, los 'Te quiero pero no puedo quererte', y las ganas; acabamos conmigo en una tormenta y tú en otra, pero eléctrica. Me insultabas en el camino. Me gritabas que te dolía. Me gritabas todo lo mal que lo había hecho y que no me creíste en ningún momento. Me gritabas cómo eras tan gilipollas de haber creído en mí. Y yo sólo lloraba a tu lado. Con un nudo en las muñecas y otro en la garganta. Con un dolor en el pecho que no me dejaba respirar. Y sólo podía susurras Te quieros sueltos. Porque era la verdad. Te quiero Alba. Te lo prometo.
Llegamos a Ninguna parte. El sitio que mejor conocías. Lo digo porque me bajaste como si fuese tu casa. Aquel sitio estaba vacío y a mí me pusiste de rodillas allí. A esperar. No dejabas de apuntarme mientras intentabas relajarte. No podías. Me querías y sabías que yo también. Y eso te dolía.

-Mi hermano se enganchó a una de las drogas que tu padre vendía. Al crack. Siempre compraba a la misma persona. A Miki. Le vendía cada vez más y él se hizo dependiente de ella. Era su droga. La necesitaba- No sé ni si me escuchabas. Pero estabas en silencio. Y me limitaba a seguir- Una vez pidió demasiada. Y no la pudo pagar toda porque no había más. Nosotros estábamos en rojos y él necesitaba pagarlo. Pero no lo hizo. Tú. Digo, tu padre, le siguió vendiendo. Y lo que tenía que pagar se hizo demasiado grande. Y Miki no le dio más. Y él la necesitaba. Y me pegaba. Todo el rato. Porque Miki no le daba más. Porque era un drogadicto de mierda. Y empezó a robar. Le pillaron varias veces y estuvo metido en prisión por unos meses. Y al salir tu padre le secuestró. Porque él no os había pagado y tenía que hacerlo. Apareció muerto a los pocos días con tres disparos de bala y varias palizas. Peores que las que me dieron a mí. Desde entonces me prometí buscarte. Porque no sabíamos que fue tu padre. Porque sólo llegamos a tí y a tu hermana. Porque pensamos que era vuestro. Vuestra forma de sobrevivir.
Alba. Yo quería matarte. Pero me enamoré de ti y no pude evitarlo. Me prometí no quererte porque 'eras la asesina de mi hermano'. Lo siento. Sé que no lo hice bien. Pero no me arrepiento. No lo hago porque te quiero. Y tú no tienes la culpa.

No decías nada. Levanté la cabeza hacia ti y tú sólo te limitabas a mirarme. Pero cómo me mirabas. Tenías entre miedo, enfado, amor y... Y perdón. Lo siento. Te formé una bola de sentimientos enorme que no podías controlar. No debí contártelo.

-Lo siento. Ya me callo- Y volví a bajar la cabeza. Perdón por todo Alba. Por ser así.

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7u7 No tengo nada más que decir :)
Qué tal? Qué os parece?
Espero que os mole juasjuas
Osquiero jesjjse ❤

Fx~~

Uɴ ᴅɪsᴘᴀʀᴏ ᴀʟ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ || Albalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora