Día 5.

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Dear diary.

Aquí estoy yo, abriéndote mi corazón... Ok eso es parte de una canción de Luis Fonsi, pero en realidad es así. Estoy tratando de recordar cada cosa, cada paso, todo aquello relevante de lo que sucedió en estos quinces días. Quizás tratando que la ausencia sea menos fuerte. En fin, continuemos.

Duramos 10 minutos en pleno silencio, no un silencio incómodo, más bien creo que llegó el momento en el cual cada uno meditaba las palabras que podrían decir, sin meter la pata. Pero era algo imposible para un tipo como él, y describirlo me resultaba imposible.

Obviamente físicamente es muy apuesto, demasiado apuesto. Es un hombre maduro claramente y no me atrevo a preguntarle su edad, pero es seguro que tenemos cierta diferencia entre la mía y la de él. Así que es lógico pensar, que la experiencia de él va más allá de la mía. Obviamente es así, no soy la típica chica de mi edad, y mucho menos he experimentado lo que se supone que a mi edad, ya debemos de haber experimentado. Solo me he dedicado a estar en mi mundo y a tratar de llevar de manera comedida mi vida. En cambio él, creo que ha vivido más experiencias que la que una persona normal de su edad, ha vivido.

Y ahí me encontraba, sumida en mis pensamientos, sólo viendo al café helado que tenía enfrente, y él se dedicaba a mirarme. Pero me sobresalte cuando comenzó nuevamente a vibrar mi teléfono, por lo tanto a él, le comenzó a sonar el suyo. Miro la llamada, y me extendió su teléfono para que contestara, pero no lo hice y saqué el mío de mi bolso. Era mi prima mayor, más bien es como mi hermana mayor.

Ella es médico y se encontraba ahora en el hospital que está en el centro, cerca de donde yo me encontraba. Al responder, claramente estaba preocupada ya que había ido a mi casa y aun yo no había llegado. Me pregunto si aún seguía en el centro. Yo le conteste que no se preocupara que estaba con mi compañera, a la que ella conocía, y que su novio me llevaría. Pero ella se sabe todas más una y no me creyó. Lo cómico fue, que ella se había encontrado con dicha compañera en un centro comercial antes de ir a mi casa y por lo tanto sabía muy bien, que yo no estaba con ella.

Al verme descubierta, no tuve más remedio que decirle la verdad; bueno la verdad a media, le dije que me encontraba con un "amigo" y que no les había dicho, ya que ellos son como son y que la jodedera que me armarían al enterarse, iba ser anormal. Cosa que no es mentira, en serio amo a mi familia, pero son más jodedores de lo normal.

El sujeto al escuchar eso de "estoy con un amigo", me miró extrañado, pero sonrió por el comentario. Agarró su teléfono y escribió algo que luego me mostró. "¿Somos amigos?, eso me agrada" acompañada con emoticones de caritas con corazones en los ojos y otra con el gorrito de fiesta. Yo solo le volví a dedicar mi mirada, y él se carcajeo haciendo que mi prima me jodiera aún más. Así que lo vi con muy mala cara y tapo su boca con la mano.

Volvía a mi llamada y me despedí, no sin antes escuchar el "Pórtate mal, pero hazlo bien" yo quería ahorcarla en ese momento ya que lo dijo tan fuerte que el sujeto se volvió a carcajear ya que había escuchado.

Al cortar la llamada, lo mire fijamente y le advertí que no hiciera ni un solo comentario por lo que acababa de escuchar, este levantó sus dos manos y se volvió a reclinar en su asiento. Al cabo de unos segundos, habló y me felicitó por la familia que tenía, ya que con tan solo escuchar la manera en la que hablaba por teléfono, no sólo con mi madre, sino también ahora con mi prima, se podía notar que éramos una familia muy unida y de paso divertida. Me dijo que al tener una familia así, no dudaría que si es cierto lo que le habían informado sobre mí, puesto que la esencia pura de una persona, según él, radica en la formación que le dieron y en las personas que realmente importa, y esas son la familia.

La manera en la que me lo dijo, me puso a pensar bien, en quién era este tipo que tenía en frente. Por un segundo juré que vi en su mirada, nostalgia. Al finalizar desvió la mirada y así estuvo unos segundos. Al volver a mirarme me sonrió y miró su reloj, se sorprendió al ver la hora y volvió a mirarme. Me dijo que es cierto lo que dicen, que cuando se está pasando un momento agradable, las horas pasan volando. Yo solo ladee mi cabeza, ¿en serio pensaba que ese momento era agradable? Porque para mí no lo era, ya que no sabía que sería de mí.

Él se levantó de su asiento y le hizo una seña a su compañero y este se acercó. El sujeto le dijo algo al oído y el compañero lo miró asombrado y luego posó la vista en mí. Y en ese momento yo sólo le di gracias a Dios y a mi Virgencita por la vida que había tenido, por la familia que había tenido y le rogué que le dieran consuelo, aquellas personas que me quieran de verdad y que me cuidara a mis piojitos y los hiciera hombres y mujeres de bien. Ok si, tal vez dramatice mucho, pero no pueden juzgarme, era obvio que la persona que tenía enfrente, por más papasito que estaba, es un... no sé si es la palabra correcta, pero era obvio que es un mafioso y en este país no es de extrañarse.

El compañero salió del lugar y el sujeto se posó a mi lado y me extendió su mano. Yo lo miré dudosa y con un nudo en la garganta. Él pudo notarlo, así que se agacho para colocarse a mi nivel. Me dijo que me quedara tranquila, que como ya me había dicho, la historia que me había hecho en mi cabeza no era real, que sólo quería llevarme a mi casa y asegurarse que estuviera segura en el camino. -Yo, volví a reír-. Él me miró y me comentó que no era un chiste que era completamente cierto, y eso era porque sabía que la persona que había sido el culpable del evento desafortunado en la mañana, me había visto e identificado, por lo tanto, yo no estaría segura.

Sus palabras fueron cuchillo para mi garganta y lleve mis manos a la cara, mis lágrimas ya habían comenzado a salir y temblaba cada parte de mi cuerpo. Por alguna extraña razón el sujeto me abrazó y posó su cabeza en la mía. Me pedía que me tranquilizara, que si bien es cierto él estaba indirectamente involucrado también, no iba a permitir que una persona como yo, corriera peligro sólo porque él no pudo controlar a uno de sus hombres.

Yo no pensaba con claridad, pero sus palabras me sonaron a reproche, él se reprochaba porque yo estaba en medio de ese desastre. Al cabo de un rato suspiré profundo tratando de tranquilizarme. Él aun me abrazaba y acariciaba mi cabeza. Poco a poco me fui separando de su abrazo y quitando mis manos de mi cara, que obviamente estaba hecho un desastre. Él me levantó mi rostro delicadamente, pero yo lo aparté y busque dentro de mis cosas, mis toallitas húmedas y me la pase por el rostro limpiandolo.

Cuando culminé, extendió nuevamente su mano solicitándome tomarla y diciendo que ya estaba todo listo para que nos fuéramos de ahí, directo a mi casa. Lo medite un segundo, pero lo hice; me levanté de mi asiento, más no tome su mano. Él suspiró, me miró y sonrió.

Nos encaminamos a la salida y extrañamente no había rastro de sus hombres, aquellos a los que para confesarles les tenía pavor. Sólo se encontraba el compañero apoyado de un carro negro y en frente del restaurant, se encontraba una camioneta del mismo color. El sujeto me indicó que caminara hacia la camioneta, y me abrió la puerta para que entrara; este gesto hizo que lo mirara divertida y me riera. Él me miró extrañado y bromeó diciendo que aun quedaban caballeros en este país. Yo volví a reír por su comentario. Hasta el compañero río por eso, pero luego dejó de hacerlo, esto porque el sujeto lo miro con reproche.

En el carro volví a encomendarme a mi Virgencita, que creo que hoy la he fastidiado demasiado, el sujeto entró y se abrochó el cinturón de seguridad, indicándome que yo también debía hacerlo, así que lo hice casi de inmediato. Rió ante el gesto y me pregunto qué hacía donde estaba mi casa. Yo solo le dedique una mirada y le dije, que si luego de todo lo que le habían informado de mi, en serio pensaba que yo le iba a creer, que no sabía donde vivía. Él solo rió con sorna y me dijo que lo había descubierto. Así que arrancó el vehículo con rumbo "a mi casa".

Aquí culmino estas líneas por hoy, nos estamos escribiendo luego my dear diary.

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