Capítulo VIII

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*Kid

Pasaron las horas y yo seguía en la tienda con Killer esperando a que salga con su décimo conjunto y calificarlo.

¿Qué? ¿Qué cómo pase de estar con un sexy, seductor, perfecto casi cirujano a un idiota, bruto, perdedor de juicios, mejor amigo?

Simple, me raptó.

Estaba con Law caminando con nuestras manos entrelazadas cuando de la nada siento un tirón; al voltear vi a Killer quien al instante me llevó a su coche, alejándome del amor de mi vida. Y todo para ayudarlo a elegir el conjunto de la fiesta, lo peor es que ni siquiera me toma en cuenta.

-¿Este?- dice saliendo del probador.

-Perfecto nos lo llevamos- digo me paro y cojo una bolsa para meter su ropa.

-No, creo que me marca mucho culo- dice girando a ver su culo.

-¿¿¿Y quien te va a ver???- digo un tanto histérico, no soportaba que encontrará en toda la ropa una excusa para no ponérsela.

Además su ropero está lleno de ropa que nunca le he visto puesto, ¡Que agarre algo de ahí!

-Nunca se sabe- me mira pícaro.

-¿No te gustaba el rarito de gorra?-

-¿Quién? ¿Law?- giro despacio y lo miro fulminante.

Se empieza a reir y me da una palmada en la espalda.

-Para que a la proxima no le digas rarito- dice y me quita la bolsa -Me quedaré con este, espera que me lo quite-dice y vuelve al vestidor.

Suspiro aliviado y me incorporo. luego de 5 minutos sale y vamos a la caja a pagar.

*Law

Luego de ver como Killer-ya secuestraba a Eustass-ya, me dirigí a casa, en donde encontré a Robin -más específicos, en la puerta de mi apartamento-.

-¿Me estabas esperando?- digo abriendo la puerta y dejandola pasar.

-No creí que te demorarías tanto con el pelirrojo- dice risueña -Toma- me da una bolsa.

-¿Qué es esto?- digo abriendolo.

-Lo que Penguin se olvidó de darte-.

Abro la bolsa y encuentro el único recuerdo que tenía de mis raíces, mi gorra moteada.

-¿Cómo lo...?-.

-Lo que importa es que la tienes de vuelta- me interrumpe.

Asiento, me la pongo y paso junto a ella.

-¿Y para qué me estabas esperando?- pregunto yendo a la cocina para servirle café.

-Quería hablar contigo de algo... importante- dice sentandose.

-Dime- digo desde la cocina.

-Necesitamos café- sonrío desde donde estoy.

Luego de 5-7 minutos voy a la sala y le doy su café.

-¿Ya?- digo sentandome al frente suyo.

Toma su café y respira hondo.

-Zoro quiere que vivamos juntos- dice como si fuera una sola palabra. Tomo mi café y la miro incrédulo.

-¿Y...?- no entendía si ese era el problema -Si quieres mi opinión te diría que no tengo ningún problema, con tal que no viva tan lejos- digo dando sorbos a mi taza.

-Vive 2 pisos debajo tuyo- dice casi riendo. Me sonrojo por mi despiste y me tapo la cara con el gorro.

-No es verdad, porque no lo vi en la reunion- le recrimino.

A Seis PasosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora