Flor de las Hadas

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Jun estiró los brazos, saltando del asiento y dirigiéndose a la parte de atrás de la tienda, donde tenía un jardín perfectamente cuidado. Se aproximó hacia el grifo que sobresalía de una pared y colocó un pequeño recipiente de mano con el que solía regar sus plantas. Cuando estuvo lleno, volvió a la tienda. Notando la presencia de una silueta alta y delgada fuera de ésta. Jun se acercó a las flores que reposaban ante la ventana, rociando el líquido que las provería de vida. Y así pudo distinguir aquella figura. Se trataba de un chico quien miraba las macetitas que Jun exponía sobre una mesa afuera para los transeúntes. El joven parecía no poder decidirse por una, así que Jun salió para ver si podía ayudar. 

-Parece que no puedes decidirte-. El chico se sobresaltó muy ligeramente, a penas lanzando una tímida mirada hacia el dueño.

-Realmente no soy bueno con las plantas...

El dueño del lugar se llevó una mano a la barbilla y alzó una ceja.-¿Qué significado buscas?

-¿Disculpa?-. Ahora el joven se atrevió a mirarle a los ojos, encontrando el rostro de aquel dueño agradable y tierno, especialmente parecido al de un conejo. Éste sonrió, mostrando sus dientes.

-¿Es para ti la flor?

-Es para un regalo...

El dueño suspiró.- Ya veo... Bueno, ¿cuál llama tu atención?

El muchacho se llevó un dedo al labio inferior, dubitativo.- Hay muchas muy bonitas.- Esto hizo sonreír al chico conejo.

-Gracias. 

Enseguida, el joven apuntó a una flor en especial. 

-¿Qué significa ésta?

-Oh, esa es linda; aunque el significado depende de su color...

-Qué complicado.- El dueño de la florería rió.- Creo que mejor debería llevar rosas rojas y listo.

-Oh...- El joven dueño expresó con un semblante triste.

-¿Qué pasa? ¿Significan algo malo? ¿No es la flor que todos aman?-. El chico espetó, curioso y al mismo tiempo preocupado.

-¡Sí, sí! No tienen nada de malo... Es la flor de los amantes.

El otro joven hizo una mueca.- Ugh, olvídalo, no quiero declararmele a mi hermano...

Jun soltó una risa, seguido de un largo suspiro que parecía haber estado contenido durante todo el tiempo que llevaban hablando.

-Es cierto que el chico está enfermo, puede que sean sus últimos días de vida y que mis padres aún no puedan aceptar eso, pero...- Súbitamente se quedó en silencio, sin saber por qué de pronto se había puesto a hablar de aquello. Miró hacia las flores que le hablaban con sus miles de colores, y lo inundaban de emociones que no sabía sentir.- Debo irme.- dijo, volteando una vez más hacia el dueño de la florería, quien lo miraba ahora con ojos de preocupación, o quizá de lástima. Ojos que él no deseaba ver, así que le dirigió una sonrisa de despedida y comenzó a caminar, pasando a su lado, cuando sintió una mano tomar su muñeca. 

-Espera-. Le susurró el joven.- Tengo la flor perfecta para tu hermano.- El joven caminó de prisa, echando una última mirada rápidamente hacia el otro joven que permanecía mirándolo un poco confundido.- No te vayas.- Le dijo, para desaparecer segundos después en el interior de la florería.

Les Fleurs du Jun🐰💐 ㅡ ㄴsehoㄱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora