Les Fleurs du Jun🐰💐 ㅡ ㄴsehoㄱ

Despedidas

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Sehun besó los labios de Junmyeon con devoción, como nunca lo había hecho, sin miedos. Sus manos acariciaban sus tiernas mejillas, manteniéndolo cerca de él, haciéndole saber lo mucho que lo extrañó y lo mucho que le quería. Buscó tomar sus manos y notó que estaban ocupadas sosteniendo algo. Entonces lo abrazó con fuerza de la cintura, acercándolo a su propio cuerpo. Junmyeon jadeó, separando ligeramente los labios. Lo cual, Sehun aprovechó para rozar con su lengua, la delicada boca de su amante.

El marco que sostenía la fotografía de Kris cayó al suelo, rompiendo el cristal en pedacitos, creando un estrepitoso ruido. Fue lo único que logró hacer que Sehun se separara de los labios de Junmyeon.

Sehun se inclinó para recoger la fotografía. El rostro estaba borroso, sin embargo, el papel se encontraba en buen estado. A pesar de eso, podía reconocerse al hombre retratado. Al menos Sehun podía. Y claro, Junmyeon también.

-Es Kris, mi esposo fallecido.-Sehun lo sabía. Pero prefirió pretender no saberlo.

-Nunca me hablaste de él.

-Iba a hacerlo... ¿Recuerdas las historias que te contaba sobre mi compañero de cuarto y cómo me ayudó a abrir mi florería? Era él. Kris.

-Así que era él... Creo que lo supe todo este tiempo, siempre te ponías nostálgico al hablar de él.

-Sí...

Jun bajó la vista hacia su maleta, Sehun le siguió la mirada.

-¿Adónde ibas?

Junmyeon ahogó una risa.

-A buscarte.

Sehun trató de esconder su sonrisa cubriéndose el rostro con la mano. Junmyeon la apartó.

-No vuelvas a esconder tu sonrisa de mí. Ni a esconderte de mí.

Sehun sentía las mejillas enardecer.

-Mira, te has puesto rojo.-Junmyeon jugueteó con él, pellizcando una de sus mejillas.

-Basta...-Sehun se apartó, volteando hacia otra parte.

Después recordó la maleta. La tomó con una mano y extendió la otra hacia Junmyeon, haciendo un gesto con la cabeza de que era hora de irse.

-Hey, vámonos.

Junmyeon apretó la Flor de las Hadas contra su pecho.

-Hay algo que debo hacer primero.

Caminaban tomados de la mano, Sehun se dejaba guiar por Junmyeon, quien no le había dicho aún adónde se dirigían. Junmyeon lo llenaba de preguntas, llamándole niño engreído y descuidado; ¿dónde había estado? ¿Por qué no le había llamado? ¿Aún pensaba en él?

"Todo el tiempo."

Sehun le explicaba lo mejor que podía, tratando de quedar bien con él y animarle, pidiéndole mil disculpas. Hasta que pensó en algo para cambiar la conversación.

-"Junmyeon, si pensabas irte... ¿qué iba a pasar con tus flores?"

Junmyeon se detuvo.

Lo miró inocentemente y con una ligera sonrisa contestó:

-"Las regalé."

-¡¡Jun!! Dios, lo siento mucho. Es mi culpa.

-No, creo que ya era tiempo de irme de este lugar, de todas formas.