Capítulo IV

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Estando fuera, pudo observar la cueva sin ver movimientos o ruido.

–¿Donde estas Arman?– Volvió a preguntar escuchando el eco de su propia voz que se perdía en el lugar.

Sujetándose y guiándose por la pared de su lado derecho, siguió caminando con cuidado ascendiendo por unas rocas para ver la salida. Allí observó la oscuridad del lugar y los pocos lugares por los que entraba la luz.

Retrocediendo vió una posible salida y decidió probar suerte, mirando su entorno se dió cuenta de que en verdad la maldita cueva era enorme pero se veía normal aparte de eso, rocas aquí y allá y por donde vieras, pero su vista se detuvo en una en particular que estaba a su izquierda no tan lejos, se veia gracias a la luz que daba justo encima de ella, era plana con grietas y encima un extraño polvo blanco o grisáceo, no lo sabía con certeza y no pensaba quedarse a averiguarlo.

Escuchando un ruido volvió a hablar mirando en todas direcciones. –¿Arman?– En verdad era idiota, se dijo asi mismo, como si le fuera a responder posiblemente ya estaba muerto y su voz podía haberla escuchado el dragón.

A lo lejos se escuchaban las olas romper contra las rocas, produciendo ese sonido que tanto le gustaba, le recordaba su infancia y a su madre, aquella única vez que vió el mar junto a ella.

Caminó hacía allí sabiendo que era probable que fuera la salida pero al llegar casi al final del recorrido, se vio detenido al ver al dragón allí justo delante de él, quien no lo había notado pero Andrey estaba impresionado viendo a detalle lo maravilloso que era, que ni siquiera pensó en lo que eso significaría para él.

Cuando al fin se dio cuenta de lo estúpido que fue al quedarse allí viéndolo, ya era demasiado tarde, el Dragón ya lo había visto y se acercaba rápido, no quería volver a dentro, no era una buena idea pero no habia de otra.

Corrió como si su vida dependiera de ello y si, efectivamente asi era. El dragón lo persiguió volando pero justo antes de atraparlo, Andrey se cayó por no mirar por donde corría y en aquella oscuridad no fue buena idea, pero eso logró que no fuera alcanzado. –¡Mierda!– Se quejó adolorido por la caída, pero aún así sin pensarlo demas e ingorando el dolor, volvió a parase al ver que el dragón volvería por él.

Justo antes de que esta vez si lo lograra, había visto un hueco en la parte baja de la pared por lo que se tiró entrando agachado y se hizo detras de una de las rocas que había alli, agitado se asomo por un lado para ver como el dragón enojado abría su gran fauce, y asustado por lo que aquello significaba se volvió justo a tiempo para luego ver el fuego extenderse más allá de donde se encontraba. Siguió su camino al ver que no volvería hacer nada, pero el lugar quedo impregnado de algunas llamas que no se extinguieron.

Afuera de allí, llegó corriendo aquel lemur al lado del dragón viendo la situación en la que se encontraba, se vieron mutuamente como si se comunicaran de alguna manera recibiendo un cabeceo hacia donde se dirigía Andrey. Entendiendo el lemur salio corriendo de nuevo para alcanzar al muchacho.

Andrey vio como poco a poco el camino seguía en ascenso y con dificultad subió por el encuchando a las gaviotas graznar desde afuera. Cuando salió se dio cuenta de que no tenía salida y que estaba demasiado alto sobre una roca algo extraña y nervioso puso mal el pie izquierdo haciendo que casi cayera. Se agarró como pudo y se acomodó, el viento era fuerte allí arriba y despacio se puso de pie con los brazos extendidos para mantener el equilibrio. Aquella roca tenía forma de triángulo alargado, como si fuera el colmillo de algun animal, algo sumamente extraño.

Desde lejos a la luz de la luna llena, se veía la forma de la cabeza de un dragón, asi que no era tan loco pensar que Andrey estaba sobre uno de sus colmillos.

–¡No te muevas!– Andrey oyó que le gritaron y asustado se dió la vuelta para mirarlo. –Estamos muy alto.– Vió salir a Arman de la oscuridad por el mismo lugar por el que él había salido, con las manos extendidas hacía él como si intentara calmarlo.

–Estas vivo.– Le sonrió Andrey contento de verlo, pero volvió a asustarse al ver salir aquel lemur y verlo quedarse a su lado perdiendo un poco de su equilibrio.

–¿Porque saliste del pozo?– Preguntó Arman enojado por lo que había hecho. –Te dije que no lo hicieras. Es justo lo que él esperaba.– Le reclamó los hechos. Y al escuchar a su amigo, aquel lemur gruñendole a Andrey lo movió hacía atrás de él, ya que parecía que en cualquier momento le saltaría encima.

–¿Por que te obedece?– Pregunto Andrey sin importarle lo dicho por Arman y claramente indignado por lo que veía.

Arman no supo que decirle en ese momento, no quería empeorar las cosas. –Andrey... No es el momento, ni el lugar adecuado para hablar de esto.– Trató de calmarlo, pero Andrey se veía tan serio que no sabía que hacer o decirle.

–¿Quien eres en realidad?– Lo cuestionó Andrey retrocediendo.

–Andrey... No te muevas.– Le dijo ignorando su pregunta, mientras trataba de acercarse pero paró, viendo como estaba llendo hacia el filo de aquella roca.

–No te acerques.– Le gritó por demás enojado sin prestar atención a donde se dirigía, no pensando en las consecuencias.

–Andrey, es muy difícil de explicar...– Le dijo Arman intentando que lo escuchara, para evitar que cayera.

–¡Creí en tí, confié en tí!– Le reclamó sus acciones, estaba dolido. –¡Y me engañaste!

–Andrey, el dragón...– Arman le iba a explicar pero fue interrumpido.

–El dragón no me tendrá...– Le dijo seguró de sus palabras, y siguió retrocediendo.

–No Andrey, ¡Para!– Le grito Arman para abalanzarse hacía el joven antes de que cayera, por desgracia no lo logró viendo a Andrey caer. –¡No!–

Andrey había caído de aquella extraña roca, y mirando hacía arriba observó el cielo despejado y lo hermosa que estaba la luna esa noche. Sintiendo la adrenalina mientras caía lo incitó a volver a la realidad de los hechos, haciendolo gritar y en algún momento se voltio para quedar mirando hacia abajo.

Arman viendolo caer decidió que no lo dejaría morir, asi que también saltó tras él. Al alcanzarlo lo sujetó con su brazo derecho pasándolo por su abdomen hasta llegar a la cintura teniéndolo bien agarrado, pero Andrey no se lo permitió y enojado empezó a moverse haciendo que terminara arriba de Arman. Entre aquellos movimientos Andrey había terminado por tocar a Arman que al sentirlo, el dragón dentro de él quizo salir haciendo que su pecho alumbrara, más específicamente su corazón y sus venas por todo su cuerpo como si el fuego lo recorriera.

Andrey vió a Arman gritar de dolor en el proceso y asustado le dijo. –Suéltame.– Removiendose y lográndolo por un momento para ser agarrado de nuevo.

–Confía en mí.– Le dijo Arman, no les quedaba mucho tiempo ya casi iban a llegar al suelo. –No nos queda tiempo.– Gritó y aunque Andrey aún dudaba se dió cuenta de que no queria morir asi que mando su racionalidad a la mierda y se dejo hacer asintiendole con la cabeza a Arman, quién no lo pensó para empujar a Andrey un poco mas por encima de él mismo para terminar de transformarse.

Andrey sorprendido vió como aquello sucedía y de un momento a otro como una fuerte luz lo cegaba momentáneamente obligándolo a cubrirse con sus manos, para después ver al dragón frente suyo rugiendole y tomándolo entre sus garras. El dragón miro hacia abajo, estaban a nada de llegar, asi que intentó acomodarse ya que estaba de espaldas para asi volar, pero ya era muy tarde. Con un fuerte golpe cayó sobre las rocas muy cerca del agua, tanto así que la mitad de su cuerpo inferior quedo bajo el agua, como flotando.

Andrey salió del agua y nado hacia las rocas para subirse y una vez allí escupió todo el agua que había tragado, observando al dragón a su lado quejarse y sin poder moverse o levantarse, ya que fue él quien recibió todo el impacto de la caida. Aprovechando el momento Andrey se levantó e hizo su camino hacia el otro lado, lejos del dragón llegando a una roca alta para mirar hacía el mar, y tomando una respiración profunda se dispuso a pensar en como irse o pedir ayuda, no pensaba quedarse por nada del mundo.

¿Que más podía salir mal?, fue lo que pensó Andrey y si, las cosas se pondrían interesantes entre él y Arman después de eso.

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