Seis de la mañana:
te levantas de la cama
y te preparas.
Siete de la mañana:
vas camino a tus obligaciones,
comienza la jornada.
Nueve de la mañana:
ya llevas una hora,
¿estas cansada?
quisiera saber;
si fuera una elección..
¿seguirías estando?
Ya son las once:
te tomas un descanso,
estás hasta los huevos,
te saluda un compañero
(por poco le sacas el dedo)
¿es esta la vida que deseas?
¿a qué esperas para cambiarla?
¿tienes miedo? vuelves a tu puesto.
Una y media del medio día:
cuentas los minutos para irte a casa.
Vuelves a tu casa y lo que te encuentras es peor;
una cosa, ¿el que está leyendo esto... vive sólo o no?
la casa desarmada, en el suelo tienes tirado el pijama,
quieres ducharte, pero tu familia te reclama.
Cinco de la tarde:
por fin un momento libre,
te tumbas en la cama
y piensas:
"¿por qué coño a lo largo del día haré tantas chorradas?"
la ansiedad te consume, no lo soportas más.
Te pones a ver una serie, aun así,
sabes que sólo vas a empeorar.
Ocho de la noche:
ya has acabado la serie,
es la hora de cenar.
Tú, sigues harto de todo
permíteme preguntar;
¿es esta la vida que quieres llevar?
Llega la hora de acostarse,
sabes que no puedes más.
Mañana se repite tu día
y otro y otro más.
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Frío.
PoetryNo soy yo. No eres tú. No es nadie, y a su vez, somos todos. Relatos de una mente perturbada. Estos relatos se pueden leer desordenados. Se dividen en dos bloques que están mezclados: Nombres en latín Nombres en castellano.