Capítulo 7

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Que me dijera todo aquello y de aquella forma me dejaba de manera muy estupefacta

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Que me dijera todo aquello y de aquella forma me dejaba de manera muy estupefacta.

¿Debía responder a aquello o podía quedarme callada para siempre?

Mi mente se encontraba ese momento en la nebulosa, por así decirlo. No sabía sin podía salir de aquel pensamiento, puesto que no era cualquiera. Había escuchado una confesión desde otras palabras, era evidente.

Estaba confundida. Sí, el comportamiento de dicho hombre hacía lo que ningún otro había podido, me había expuesto por completo.

En la adolescencia siempre había estado  esperando al  supuesto hombre de mis sueños, aquel que llegaría para enamorarme, con el cual me casaría, sería muy feliz, nos amaríamos  y tendríamos muchos hijos. 

Ese pensamiento con el paso del tiempo había cambiado solo un poco, ahora no esperaba un principe azul ni nada parecido— sobretodo porque no existía tal ser perfecto—, más bien ahora buscaba caracteristicas eb dichos hombres. Mi mente y mi pensar estaban ahora antes que el corazón.

Y para ser francos, aún vivía constantemente con la ilusión de que algún día llegaría. Había imaginado su entrado triunfal, de telenovela, esas que tanto impacto hacen en las personas, la entrada de los personajes principales, era maravilloso. Pero no había sido así—era obvio—, dicho principe jamás había llegado.

Con el paso del tiempo aquellas esperanzas se habían esfumado y había llegado a la conclusión de que yo era la única culpable. Pues yo y más nadie creaba aquellos capítulos de telenovela, inventando sobre la persona ideal, aquella que no era capaz de cometer errores y que siempre podría entenderme.

Me había creado al hombre perfecto, lo habia visulizado, incluso imaginado.  Un hombre que con una sola mirada era capaz de comprenderme y que, sin importar lo que pasara, siempre estaría ahí, a pesar de todo.

No todo era como en las telenovelas.

En realidad es que nada era parecido a eso, solo los sucesos terribles, perturbadores, asquerosos. Aquellos no dudaban en aparecer en la vida real.

Podía estar equivocada. Claro, en el mundo habían personas nobles y sinceras, con sentimientos capaces de transmitir amor y no solo odio, siendo estos primeros una virtud digna y no un deber que es exigido.

Personas cuyos valores eran perfectos y que habían permanecido intactos hace bastante tiempo. Sin importar las condiciones, no habían cambiado.

Desde el otro lado de la moneda. Tambien no había que ser ajenos. Pues, el simple hecho de que hubieran personas buenas, no quitaba que también  hubieran personas malas.

Pruébame#1✔️ #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora