Capítulo XVI

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Me siento tan feliz que no dejo de sonreír. Se me nota en el rostro cada vez que pienso en ella. Mi niña. Casi no escapas de mis garras. No paré de enseñarla un montón de cosas ayer. Todo de ella me encanta y no puedo negarlo. Me siento el hombre más afortunado del mundo, hasta mis ansias de fumar disminuyen, pero mantengo mis dos puros. Esta mañana saludé con buen humor a mis compañeros que me miraron un tanto sorprendidos. Tashigi no preguntó porque sabe lo que ocurrió ayer. Pobre chica. Es verdad lo que dijo ___, soy muy directo y no lo puedo evitar. Soy así, soy el hombre más sencillo del mundo.

Me dispuse a revisar todos los documentos que tengo pendientes para entregárselo a mi superior. Se alegró de saber que estaba bien y volvía al trabajo. Debo hacerlo con mucha cautela, sin equivocarme. Luego no quiero escuchar quejas de los empleados. De vez en cuando, mis ojos se clavan en el móvil, esperando alguna llamada o algún mensaje por parte de ___. La vi ayer y ya la echo de menos. Joder, me vuelve loco y no sabes cuánto. Quiero salir de aquí e ir a su zona de trabajo para llevarla a casa o a la mía. Tengo ganas de jugar con mi pequeña. Inhalo y exhalo el humo de mis puros ya pensando en cosas sucias. ___, mi pequeña, ¿ves lo que haces conmigo?

Gruño incómodo en mi sitio donde me muevo con ella, intentando ignorar de mi cabeza esas imágenes un tanto eróticas. Se ve tan sumisa con ese rostro. Me gustaría que fuera más juguetona conmigo, más atrevida. Que me dijera sus deseos más carnales. ¡Pervertido de mierda! Deberías estar entre rejas y no pensar en esas cosas. Y con esos pensamientos, mi polla se ha vuelto dura. Una simple masturbación no ayudaría a calmar estas ansias de querer tener sexo. Prefiero que me toque ella o meter mi polla en esa cavidad.

—Joder —digo, en voz alta, intentando tener autocontrol.

Estuve pensando toda esta mañana de pedirle a que venga a mi casa, y así vivir bajo el mismo techo. No es una mala idea. Sé que llevamos poco tiempo de noviazgos, pero es que me veo solo cada vez que me despierto, y ella no está ahí. Definitivamente, me he enamorado. Bueno, vamos a dejar de lado el tema amoroso y sexual, y voy a terminar este papeleo, que parece que no voy a acabar. Como me gustaría que empezase a tomar las pastillas anticonceptivas. ¡Smoker, para de una vez! Parezco un puto enfermo o un obsesivo del sexo.

Nunca me sentí así, ni siquiera cuando estuve con Hina. ¿Debería preocuparme? Deja esas ideas a un lado y concéntrate en tu trabajo, ya luego irás a verla para recogerla. Esa es mi idea de hoy. Me comentó que dentro de dos días tiene cita con el médico para revisarla. Desde que tuvimos aquel problema, la chica ha dejado de comer. Me preocupo mucho por ella, no quiero que le pase nada. Es tan delicada. Muevo un poco la cabeza para relajar mis músculos, los tengo un poco tensos, la verdad. Necesito con urgencia un masaje. Me pregunto si ella sabe realizar uno.

Yo encantado de hacerle un masaje a mi pequeña. «Acabé con esta maldita tarea», digo dejando de lado los documentos para cuando Tashigi aparezca en mi despacho, y se los llevase. Ahora mi ojos visualizan los mensajes de mi ordenador de varios incidentes que han ocurrido en estos días. Robos de bancos, ventas de armas ilegales, personas desaparecidas... La humanidad está en la mierda absoluta. ¿Por qué la gente tiene que coger una vida así? No lo entiendo, sinceramente. Dirijo mis dedos a la zona de mi sien, intentando calmar este dolor de cabeza.

Hasta que mis oídos se agudizan al escuchar una notificación de mi móvil. Pude ver de reojo que era ___. ¡Mi salvación de este aburrimiento! Lo cojo con rapidez para ver su mensaje.

Buenos días, ¿qué tal el trabajo?

Buenos días, preparando papeleo.
¿Y tú?

En el descanso desayunando.

Me gusta que mi niña se cuide.

Amar a una "gorda" (Smoker x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora