Me seco las lágrimas con la manga de mi jersey y luego me quedo quieta, observándolo. Su cara tiene una expresión tranquila, aunque parece que en cualquier momento se le fuese a escapar una sonrisa. Es imposible, Heather. Un hoyuelo se marca casi imperceptiblemente en su mejilla izquierda, su cabeza descansa sobre la almohada, su pelo está alborotado y le cae sobre la frente, acerco mi mano y aparto un mechón. Dejo mi mano descansar sobre su mejilla una milésima de segundo y me da la sensación de que aprieta el agarre en la mano que tiene entrelazada con la mía. Mi corazón se acelera. Despierta, por favor, despierta. Me muerdo el interior del labio y espero un rato. Debo de habérmelo imaginado, suelto un suspiro con frustración y dejo mi cabeza caer sobre el respaldo del sillón, llevo durmiendo ahí dos días, antes de eso ya había estado otra semana y media, y mi cuello y mi espalda se resienten, me cuesta moverme por el dolor.
Sé que más tarde vendrá su madre, tendré que aprovechar para volver a casa, darme una ducha, cambiarme de ropa, comer algo decente y asegurarme de que mi madre no ha muerto por sobredosis de alcohol, si se llama así, o que no le haya dado un coma etílico. Dirijo mi mirada de nuevo a Ashton, no quiero separarme de su lado, pero me aseguro que si voy rápido en hora y media estaré de vuelta.
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No sé cuando me quedé dormida pero me despierto al oír cerrarse la puerta. Me froto los ojos y los abro, agradezco que haya poca luz, su madre me saluda y sonríe al ver nuestras manos entrelazadas, siempre me ha aceptado como una más de la familia y lo agradezco infinitamente porque es lo que necesitaba, una familia. Me levanto haciendo una mueca de dolor al estirarme, la espalda. Le digo que voy a ir a casa pero que volveré pronto, ella me mira por un rato y luego me dice que por favor me quede a dormir en su casa y cuide a los hermanos de Ash, que ella se quedará en el hospital, al principio protesto, no quiero estar lejos de él, pero comprendo que es su madre y decido darle tiempo a solas con su hijo. Está en coma. Mi conciencia empieza a hartarme con estos pensamientos.
Tras salir de mi casa ya con mejor aspecto, aunque por dentro esté completamente rota, me dirijo calle arriba para ir a buscar al hermano pequeño de Ashton y luego ir a su casa, donde supongo que ya estará su hermana. Una vez le recojo vamos andando por las calles camino a su hogar. Me aprieta la mano con fuerza, no solía hacerlo, pero sé el motivo de que ahora lo haga, sé cómo se siente, le falta su hermano, le falta ir por la calle con él haciendo bromas continuamente y jugar al fútbol en el jardín.
Alejo estos pensamientos porque las lágrimas arden en mis ojos y lucho porque no salgan. Entramos a casa y su hermana me recibe con un abrazo, tengo que ser fuerte por ellos.
Llega la hora de la cena y llamo a la madre de Ash para preguntarle qué hago, ella me contesta que les pregunte a los pequeños que quieren y por su voz puedo deducir que ha estado llorando. No quiero ni imaginarme cómo lo estará pasando, yo tengo a mi novio en coma pero ella... ella tiene a un hijo tumbado sobre una cama de hospital sin garantía ninguna de que algún día abra los ojos. Por mi culpa. No sé cómo aún no me ha alejado de él o cómo no me odia. Juro que no lo entiendo.
Tras una discusión entre cenar macarrones o espaguetis, acabo de hacer la cena y les sirvo a cada uno su ración. Enrollo la pasta en mi tenedor mientras miro al plato, sé que si los miro a cualquiera de los dos explotaré y me desharé en lágrimas y es lo último que necesitan. Cuando acabamos nos sentamos en el sofá a ver una película pero enseguida se nos cierran los ojos a los tres, han sido unos días muy duros y todos necesitamos un buen descanso.
Les hago levantarse y cada uno se va a su habitación, entro a darle las buenas noches y luego me quedo quieta en el pasillo, finalmente me encamino a la habitación de Ashton, al entrar los recuerdos me inundan y las lágrimas caen de nuevo. Abro el armario, saco una de sus camisetas y me la pongo con mis pantalones de pijama, me meto debajo de las mantas y no puedo evitar llorar más fuerte cuando su perfume lo inunda todo. La puerta se abre y poco después su hermana me abraza, también llora. El pequeño de la familia aparece detrás de ella y se acurruca junto a nosotras. Y sin decir nada, sin que en la habitación se escuche nada más que nuestros sollozos, nos quedamos los tres dormidos mientras nos abrazamos.
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Bueeeno, como dije es corta y no le queda mucho la verdad, tres capítulos y el epílogo, nada más y nada menos.Espero que os esté gustando por el momento (y si eso la compartís por ahí... *cofcof*indirecta*cofcof* vale no), sino pues me voy a llorar a la esquina.
Muchísimas gracias por invertir vuestro tiempo en leer lo que escribo porque significa mucho para mí y creo que os lo agradezco poco.
Y me estoy enrollando así que me callo.
Un champiñón :')
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blind [a.i.]
Fanfiction"-He de decir que hoy estás más preciosa que nunca. -Ni siquiera me ves. -Pero lo siento." Registrada en Safe Creative, código: #1508044813314 Todos los derechos reservados ©