PRÓLOGO

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_ ¿Señor Park?

La hermosa mujer se encontraba de pie observando a los diversos postulantes para el empleo de asistente personal del señor Min. Llevaba puesto un traje formal de diseñador junto a unos tacones que hacían resaltar sus largas piernas. Su cabello rubio, estaba cuidadosamente recogido en un peinado acorde a la ocasión, mientras su rostro reflejaba a una mujer segura de sí misma. Era alguien que encajaba perfectamente con el ambiente de la empresa.

Al ver aquella mujer, Jimin se preguntaba si realmente podría conseguir el puesto. Había enviado su postulación a través de la bolsa de empleo del distrito esperando poder conseguir un puesto en una de las pequeñas empresas de la ciudad. Sin embargo, nunca se imaginó que estaría sentado a la espera de ser llamado para una entrevista en una de las empresas más importantes del país.

Sin más que hacer, se puso de píe y caminó hacia la hermosa mujer que esperaba por él. Varios de los demás aspirantes lo observaban de pies a cabeza y murmuraban entre ellos sin dar crédito a lo que veían. Sabía con exactitud que no era como los demás. No tenía el cuerpo de un modelo de pasarela y tampoco tenía un hermoso cabello para presumir. Solo era un chico común y corriente sin ánimos de parecer un ken por completo. Estaba cómodo con la forma en que era y eso es lo único que verdaderamente importaba.

_ ¿Park Jimin?

_ Sí, soy yo

_ Venga conmigo. El señor Min lo está esperando.

Asintió en respuesta y caminó en compañía de la mujer de piernas esbeltas. Quería preguntarle algunas cosas sobre el señor Min, algo que pudiera ayudarlo a romper el hielo, pero prefirió guardar silencio. No creía que fuera una buena idea y dudaba que ella pudiera ayudarlo de alguna forma.

Luego de algunos minutos se detuvieron en frente de una pequeña sala de espera como antesala a la puerta que daba a la oficina principal. Pocos metros a la distancia, se encontró otra mujer en frente de un escritorio concentrada en sus asuntos sin percatarse de la presencia de los recién llegados.

La mujer que lo acompañaba le indicó que tomara asiento mientras se cercioraba si el señor Min estaba disponible para recibirlo. Con un leve asentimiento se sentó llevando sus manos a su regazo para tratar de mantener los nervios, fracasando en el intento.

Jimin siempre había sido un hombre valiente y dispuesto a todo para alcanzar sus objetivos. Sin embargo, eso no impedía que se sintiera algo intimidado al respecto. Había tenido varios trabajos durante sus ventaseis años adquiriendo la experiencia necesaria para hacer frente a los diversos retos de su vida, pero eso no evitaba que de vez en cuando dejara que sus nervios se apoderaran de él como ahora.

Tratando de disipar sus pensamientos, llevo su vista a recorrer el lugar en donde estaba. La sala se encontraba decorada con tonos blancos y grises, al igual que con pequeños cuadros, dándole un toque sofisticado y elegante. Era amplia y a la vez algo ostentosa, sin embargo, era totalmente acorde a la imagen de la empresa. Jimin se preguntaba si todos los lugares del enorme edificio estaban decorados de la misma manera. Tal vez habían sido decorados por un famoso diseñador de interiores o algún que otro experto en el tema. Quizás todo hacia parte del entorno del lugar, al igual que ser hermoso y despampanante era requisito para trabajar con el señor Min.

Tal vez el haber ido no había sido una buena idea. Considerando su entorno y demás postulantes, juraría que no conseguiría el trabajo. Podría presentarse en una compañía menos llamativa como esta. Y, quien sabe, tal vez podría obtener un trabajo en algunas de las pequeñas empresas que había postulado. Era mejor marcharse antes de que pudiera estar cara a cara con un hombre que no tenía de que preocuparse a futuro y recibir un rotundo NO al mirarlo.

Era consiente que lo que pensaba hacer sería una falta de respeto, pero no le importaba menos. De todas formas, era alguien a quien no volvería a ver. Así que, con eso en mente, se dispuso a ponerse de pie y marcharse. No obstante, el sonido de la puerta abriéndose evitó que diera el primer paso para emprender su huida.

_ Señor Park, el señor Min lo recibirá ahora. 

TODO SOBRE NOSOTROS // YOONMIN - ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora