TODO SOBRE NOSOTROS // YOONMIN - ADAPTACIÓN

16

Una semana después

YOONGI

_ Cancela el resto de mis citas. Estaré fuera de la oficina hasta mañana. Y no quiero más interrupciones. No estoy para nadie _ dije a Sunni mientras me disponía a salir de la oficina. Ella me observo algo sorprendida, sin embargo, no hizo ningún comentario. Como todos los demás.

Estaba de muy mal humor. A decir verdad, un humor de perros y todo gracias a Jimin, quien hace una semana no aparece en la oficina. Había dado la absurda excusa de que estaba enfermo, pero sabía perfectamente que era una mentira.

Desde el fin de semana en casa de mis padres, las cosas se habían tornado algo turbias entre nosotros. No obstante, esperaba hablar sobre ello, pero me era imposible por varias razones. Y la principal de ellas es que me encontraba absolutamente confundido. Más que eso era un completo desastre.

Y es que lo sucedido el fin de semana me llevó a comprender que Jimin ha dejado de ser un capricho personal para mí. Solo puedo pensar en él, en la forma en cómo hablaba con mi familia y sobretodo mi comportamiento tan neandertal a la hora de verlo con otro hombre. No podía soportarlo, y eso me confunde más que nada.

Jamás había sucedido algo como esto antes y realmente no sé qué pensar al respecto. Sin embargo, el gran acontecimiento que no ha dejado mi mente desde entonces fue el haberlo reclamado como mío y más aún, que él lo hubiera dicho con sus propias palabras.

Tal vez estoy exagerando, y quizás solo eran palabras por el placer del momento, pero el hecho de haberlas escuchado no se me borra de la mente y más aún, el saber todo lo que despertó en mí. Después de haberlo reclamado me sentí tan horrorizado con mis actos que no pude hacer más que cuidarlo, pero sobretodo calmarlo. Había sido un bastardo sin corazón, pero al verlo ahí con su rostro sonrojado y un poco dolorido por ser tan brusco con él, me di cuenta que no podía tratarlo de esa manera. Y la razón era porque lo quiero. Realmente lo hago.

Así que luego de esa brusca revelación no hice más que cuidarlo, con la única intención de poder suavizar lo sucedido aquella noche y el daño que le hice por haberla tratado de esa forma. Comprendí que Jimin no era una más de mis conquistas, y mucho menos un hombre con el cual follar y luego dejar. La realidad de mis actos había caído sobre mí tan fuerte que lo único que podía hacer era estar con él.

Sin embargo, toda mi confusión no termina ahí. Ver a Jimin tan alterado por una pesadilla me dejo con una gran sensación de incertidumbre y sobretodo malestar al escuchar aquel nombre provenir de sus labios de nuevo. Jungkook. ¿Quién era ese hombre y por qué solía alterarlo tanto?

Era la primera vez que lo veía tan alterado y sobretodo, tan vulnerable. Verlo llorar formaba nudo tras nudo en mi garganta y eso me tomaba por sorpresa. Jamás había sentido empatía o tristeza por alguien que no fuera mi familia y al verle ahí, temblando entre mis brazos, en medio de sollozos lastimeros no pude hacer más que sentir dolor por él. Me partía el corazón verlo de esa manera y tenía rabia conmigo mismo porque no sabía qué hacer ni mucho menos que decir. El ser un bastardo egoísta me estaba cobrando caro las cosas y no había nada que pudiera hacer.

Aquella mañana de domingo, luego de lo sucedido quería hablar con Jimin. Tratar de entender lo que nos sucedía. Y sí, hablo de un nosotros porque simplemente me he dado cuenta que no soy el único en esta situación. Él siento lo mismo hacia mi o por lo menos quiero creer que así lo hacía. Pero todas mis suposiciones se fueron abajo cuando al tomar conciencia aquella mañana, Jimin cambió conmigo por completo.

No quería que lo tocara o tratara de cuidarlo y eso no hacía más que confundirme. Quería entender, quería que me dijera lo que pasaba por su mente. Pero solo recibí silencio un gran silencio y reticencia de su parte. Incluso el haberlo obligado a acompañarlo no había tenido ningún resultado. Tenía la leve esperanza de poder charlar tranquilamente en su apartamento, en aquel ambiente cómodo para él, pero una vez más las cosas no iban como quería. Y todo gracias a la visita de su madre.