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JIMIN

_Tenemos una reunión a las 4:30pm con el señor Byun. Los papeles que me pediste están sobre tu escritorio y ya me encargué de dejar todo listo para la reunión. Si necesitas algo más solo avísame.

Yoongi terminaba de revisar unos documentos para luego dirigir su mirada hacia mí. Había pasado un año desde el día en que nos conocimos. Y, aun así, no lograba comprenderlo del todo. Estaba trabajando para una de las empresas más importantes del país. Y no solo eso, sino que también, había conseguido el puesto de asistente personal del hijo mayor de los Min.

Hubo tantos cambios desde entonces, causando grandes estragos en mi vida. Me había mudado completamente a un nuevo departamento y me encontraba, actualmente, realizando un master en administración en la Universidad de Seúl. Había arreglado mi cabello y portaba un hermoso Hyundai i10 rojo que me permitía movilizarme a todos lados. Sin duda había mejorado mi nivel de vida. No obstante, nada había cambiado dentro de mi seguía siendo el mismo chico de hace un año y estaba más que complacido con eso.

_ No necesitaré avisarte. Tú vendrás conmigo. Y deja libre mi agenda para lo que queda de la tarde.

Asentí y caminé con él hacia la puerta, pero antes de abrirla se detuvo a mirarme de nuevo.

_ Y también desocupa tu agenda. Te quiero a mi lado todo el tiempo.

Salimos de la oficina en dirección al ascensor. Mientras lo hacíamos terminaba de revisar algunas cosas en mi Tablet para luego encargarme de las peticiones de mi jefe. Varias de las personas que ahí trabajaban se quedaban con la boca abierta al observar caminar a Yoongi y yo solo podía bufar de molestia ante aquello. Un año me había bastado para comprobar cómo funcionaban las cosas aquí. Y, aun así, no dejaba de irritarme.

Si bien Min Yoongi era uno de los CEOS más importantes del país, también era un reconocido playboy, teniendo a, tanto mujeres como hombres, a sus pies. Disfrutaba del placer de hacerlos suyos y pasaba gran parte divirtiéndose con sus nuevas adquisiciones. aprovechaba cada oportunidad para hacer de las suyas, mientras que yo lidiaba con ellos. Era un rompe corazones en potencia y no había nada que pudiera hacer más que aguantarlo.

Porque si, además de mi trabajo como su asistente, también debía encargarme de sus furtivos amores era extenuante y agotador, pero me decía a mí mismo que eso no importaba. Min Yoongi era la viva imagen de lo que nunca querría en un hombre.

_ Te veré en la sala de reuniones. Antes debo encargarme de algo.

No me había dado cuenta que ya nos encontrábamos en frente el ascensor hasta que lo vi entrar y cerrar las puertas frente a mí. Era todo un caballero con los demás, pero en lo que a mí respecta, a veces se comportaba como un real bastardo.

Sin más, caminé hacia mi puesto dispuesto a terminar cuanto antes los encargos que me había dejado y tal vez adelantar mi proyecto de master. Estos días había sido maratónicos, así que tenía que aprovechar el mayor tiempo posible.

Mientras terminaba de revisar algunas cosas en el ordenador, llegó a mí el aroma de café recién hecho y de inmediato supe de quien se trataba.

_ ¿Mañana agitada? _ Hoseok me sonreía tendiéndome una taza de café que tome de inmediato.

_ ¿Qué te hizo pensar eso?, ¿eh? _ Él solo sonrió y se sentó encima de mi escritorio mientras me observaba.

Nos habíamos conocido un mes después de contratarme. Trabajaba como Director del Departamento Legal de la empresa, pero a veces solo parecía un oficinista más. Era totalmente diferente a las personas que trabajan en la empresa, brindándome algo de comodidad en este ambiente tan cargado.

TODO SOBRE NOSOTROS // YOONMIN - ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora