Capítulo 6. Un juego de dos

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Sanctum Sanctorum.

Eran las nueve de la mañana, hora precisa donde las aves se escuchaban en demasía, mas lastimosamente el tráfico cubría su cantar. Sin embargo, no era algo que les molestaba a los habitantes del santuario de Nueva York.

Stephen Strange se levantó muy temprano esta vez, llevándose un libro a la cocina y así mismo esperarse a leerlo hasta que su desayuno estuviera listo. Rara vez, él hacía su propio alimento.

Entonces, las próximas horas hasta las nueve de la mañana, se dedicó a leer en la cocina sin importar que su desayuno terminara y su té se enfriara.

—¿Le hice esperar mucho? —irrumpieron la plena lectura al quebrar el silencio; era Wong adentrándose a la cocina—. Recuerdo que a penas ayer buscaba su desayuno pasando mediodía —añadió, tomando los trastos sucios del hechicero.

—Justo ahora recuerdo porqué a penas ayer buscaba reemplazos —comentó Stephen, dando vuelta la página. Wong entre cerró sus ojos en disgusto.

—¿Qué sucedió ayer con Stark que decidió levantarse tan temprano? —cuestionó el sirviente, procediendo a lavar los platos sucios que utilizó Strange—. ¿Esta vez avisó que vendrá?

—No, y no sucedió nada relevante.

—¿Cómo de que no? —Wong volteó a con Strange, teniendo ya las mangas hasta el codo y un mandil que Stephen no notó que se lo pusiera—. Lo llevó a comer, ¿no es así? ¿Ni una pizca de romanticismo? —Strange alzó la mirada, cerrando el libro una vez puesto su dedo pulgar en la página que se quedó. Wong comenzó a acercarse a la mesa—. Escuche, sé que dije que Stark no es para usted pero, a fin de cuentas, usted sabe lo que hace. Las decisiones del hechicero supremo no me conciernen en lo más mínimo —agachó su cabeza, apenado.

—Stark cree que estoy enamorado de Everett Ross —dijo Strange, no evitaba las palabras bien recibidas de Wong, más bien, comenzaba a platicarle lo que creía ocultar—. Así que, comenzará a ayudarme a enamorar a Everett Ross porque no es gay y además, no es de mi talla.

—¿Por qué pensaría eso de usted con el agente Ross? Quiero decir, Ross solo vino con asuntos meramente de negocios y... No lo entiendo.

—No te quiebres la cabeza, Wong —mencionó Stephen—. Stark me enseñará sus tips para enamorar, pero él no sabe y no se ha dado cuenta que voy a probarlos en él —Levantó el libro con la intención de volver a su lectura.

—¿Con eso planeas enamorar tú a Stark?

—Si Stark piensa que con estos consejos Ross caería enamorado de mí al no ser homosexual y no estar a mi altura, lo más probable es que también funcionen en él —respondió pronto, acallando al sirviente del santuario que enseguida se volvió a su labor.

Y la cocina se envolvió de ruido, molestando parcialmente al hechicero supremo que prontamente se mudaría a un lugar de pleno silencio donde pudiera leer.

Un gusto muy diferente al de Tony Stark, pues el billonario degustaba de escuchar música mientras hacía su trabajo o, platicar con Inteligencia Artificial. Hoy hacía ambas.

—Yo creo que es una buena canción —comentó de repente Tony, mientras observaba detenidamente un plano para la próxima armadura.

Yo creo que es la única buena canción, señor.

—Sí, bueno —dijo Tony, entre cerrando sus ojos, contestándole a Viernes y haciendo cambios mentales al plano—. Cult Of Personality tiene un buen solo de guitarra —humedeció sus labios para después morder el labio inferior, concentrándose.

I'M NOT GAY! | IRONSTRANGE, MARVEL (YAOI) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora