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A veces sentía que simplemente dejar de existir era la única opción, los gritos acabarían, el olor a alcohol ya no estaría impregnado en mis ropas al igual que ese asqueroso y maldito olor a cigarrillo, el cual dejaba una estela de humo en casa a pesar de que nadie estuviese fumando. Pero solo fue a veces, ya que habían días felices y fue por él, me sacó de casa, me hizo olvidar cada uno de mis problemas existentes, me llevó a su pequeño departamento, el cual tenía un color verde en sus paredes y allí me situe, era mi nuevo hogar, aquella cama con esas mantas grises era mi lugar favorito al igual que sus labios pero como siempre nuevamente todo cayó. El olor a cigarrillo volvió, ese hogar se impregnó de eso, de fiestas cada dos días y de malas personas, personas que sólo deseaban hacernos daño.
Escapé.
Ese día escapé antes de que alguien tocara mi cuerpo sin permitirlo, escapé antes de que se aprovecharan de mi simplemente por ser un poco más débil, pero lo que más dolió fue que él no me protegió, aquella persona a la que me entregué en cuerpo y alma, aquel día no hizo nada por ayudarme.
Así fue como quedé en la calle, apenas llevaba unos zapatos color café, una camiseta blanca y sobre ella una camisa de cuadros, junto a unos jeans negros que marcaban mi figura.
Así fue como sus manos rodearon mis hombros con un abrigo azul marino, preguntó mi nombre y con aquella suave voz también susurró un: 
Permíteme ayudarte.
Aquel día volví a creer en que quizás dejar de existir no era la única opción.




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Esta historia la tengo avanzada hace alrededor de dos meses y le tengo mucho cariño porque la escribí en días que realmente tenía muchos líos en mi cabeza y me sirvió para distraerme.

Espero que la disfruten.💜

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LET ME • JooKyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora