LET ME • JooKyun

0.2

Me recoste sobre la cama esperando a que JooHeon llegara a casa, había renunciado en mi trabajo por petición de JooHeon así que este mes estaría completamente aburrido sin hacer nada.

Mi teléfono sonó con la música predeterminada de éste, miré el verificador y como era de esperar era él.

— ¿diga?

Susurré en el teléfono con mi típica voz grave, no era que lo hiciera a propósito la verdad es que mi voz siempre ha sido así.

— estoy abajo, ven rápido, iremos de compras.

— ¿compras? — caminé hasta la ventana de mi habitación, corrí la cortina para poder mirar, viendo a JooHeon en la acera del frente.

— ayer me has dicho que tu abrigo estaba pasado de moda y que querías comprar uno nuevo. — su voz se fue disipando mientras terminaba la oración.

— lo dije, pero lo compraré con mi dinero.

— solo ven, también tenemos que comprar las cosas que necesitas para la universidad.

Rió causando que yo también lo hiciera, corté la llamaba y fui en busca de mi chaqueta color azul colocándola y saliendo rápidamente de ahí.
El frío aún estaba impregnado en el aire y en las calles ya que el día anterior había nevado, caminé hasta JooHeon y lo saludé con mi mano, aunque ésta comenzó a tiritar ya que el frío me estaba matando.
El chico que tenía en frente me miró con el ceño fruncido y se sacó su bufanda dándomela.

— hace frío, deberías haber venido un poco más abrigado — su mirada seguía sobre mi debido a que aún no me ponía la bufanda.

Tomó la prenda y la pasó por mi cuello. sin querer nuestras narices estaban cerca al igual que nuestras respiraciones. Mi corazón comenzó a latir fuertemente. ¿qué era esto?, quería golpearme la cara por estar siendo tan patético. JooHeon me miró a los ojos y mis mejillas comenzaron a calentarse. Me alejé de él rápidamente y mordí mi labio.

Aún que quisiera pasar desapercibido ya era muy tarde, porque al parecer a JooHeon también le había agarrado la vergüenza. El camino fue silencioso debido a aquello, caminamos uno al lado del otro hasta llegar a la parada de buses.

— creo que necesitamos un auto — JooHeon me miró en busca de una respuesta, yo solo atiné a girar mi cabeza y mirarle fijamente.

¿era mi idea o JooHeon estaba más guapo hoy?, Mi corazón comenzó a revolotear nuevamente así que puse mi mano ahí y golpee buscando una forma de calmarme, recibiendo una mirada extraña del que tenía en frente.

— ¿estás bien? — tocó mi frente preocupado y yo solo reí.

— ¿siempre has sido igual de guapo? — reí ante mi comentario y también porque las mejillas de JooHeon estaban completamente rojas. — no lo digo en forma de coqueteo, solo que hoy te ves bastante decente.

— ¿estás insinuando que los días anteriores era una persona fea e indecente? — levantó una ceja en forma de demostrar que se sentía algo afligido.

Ambos reímos y asentí, haciendo que las risas crecieran mucho más. Esperamos el bus mientras que de nuestras bocas salía alguno que otro tema.

Al llegar al centro comercial metí mis manos dentro de los bolsillos de mi chaqueta y caminé hasta la primera tienda de ropa en la que entró JooHeon, comenzó a tomar muchas prendas y las dejó sobre un asiento.

— ¿todo eso para ti?

Susurré viendo con interés la ropa, la verdad es que era completamente mi estilo.

— es para ti — JooHeon metió sus manos en los bolsillos y luego mordió su labio mientras miraba el piso.

Reí, si JooHeon creía que yo tenía mucho dinero se equivocaba, ya habían hecho pasado varios días de mi último pago y probablemente me quedaba solo para aquel abrigo que tanto quería.

— JooHeon — llamé su atención — no tengo dinero para comprar todo esto.

— lo compraré con el mío, ve a probarlo.

Lo miré con los ojos entrecerrados y luego corrí hasta los probadores, una que otra prenda no quedaba bien pero casi me llevé todo lo que eligió JooHeon.

Al salir no me aguanté la duda, conocía bastante bien a JooHeon y extrañamente estaba actuando de una manera diferente, me acerqué a él y tiré de su brazo girándolo hacía mi.

— a ti te sucede algo.

JooHeon negó con su cabeza e intentó seguir caminando pero no le permití porque lo volví a girar hacia mi.

— te conozco hace más de cuatro años, dime que pasa.

El chico dio un gran suspiro para luego soltar aquellas palabras que tanto me dolieron.

— tienes que irte de casa ChangKyun.

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