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Los ojos del menor se abrieron lentamente, mantuvo su miraba hacia el contrario el cual dormía plácidamente a su lado, observó con cuidado el rostro de JooHeon, el cual tenía aún una que otra marca debido a los golpes que le había proporcionado BonHwa.

Su pecho se apretó de sólo pensar en ese tipo, pero salió de sus pensamientos cuando la mano de JooHeon estuvo sobre su rostro, los ojos del mismo se abrieron penetrándole con la mirada, provocando un leve sonrojo en las mejillas de ChangKyun.

— buenos días — susurró el menor, con su voz más grave de lo normal.

— buenos días, cariño — respondió JooHeon mientras le ofrecía una sonrisa. — ¿qué hora es? — ChangKyun negó con su cabeza, dándole a entender que no sabía, el mayor se acercó a él y le depositó un casto beso en la mejilla.

— JooHeon, ¿qué pasará con los tipos que te hicieron esto?— el mayor le miró algo molesto, ya que el menor había arruinado un poco el ambiente preguntándo aquello.

— supongo que los seguirán buscando, Japón es un lugar muy grande — JooHeon fue interrumpido por el sonido del teléfono de ChangKyun, ambos dieron un salto algo asustados debido a esa llamada repentina.

ChangKyun tomó su celular con un poco de miedo, pero se le pasó cuando se dio cuenta que era una llamada de HoSeok.

— Buenos días — saludó contento el menor cuando contestó, pero su expresión cambió cuando su amigo por aquella línea le comenzó a hablar. — está bien, supongo que estaré allá entre estos días, gracias por avisarme, nos vemos. — cortó la llamada y miró a JooHeon el cual le miraba expectante.

— ¿qué sucedió, ChangKyun? ¿por qué la cara? — preguntó preocupado cuando miró al menor.

— Es BonHwa, HoSeok me dijo que lo encontraron en Corea — susurró.

— pero eso es genial, por fin la justicia lo tendrá en sus manos — soltó JooHeon despreocupado.

— lo encontraron muerto, JooHeon — el mayor sintió recorrer un pequeño escalofrío por su espalda mientras que la cara de ChangKyun seguía pálida. — tengo que volver a Corea para declarar.

JooHeon asintió sin decir nada, porque sabia que en esos momentos la cabeza de ChangKyun era un completo lío, a pesar de todo, BonHwa fue una parte de la vida de ChangKyun, que quizás no fue totalmente buena, pero tenían recuerdos juntos. Se levantó de la cama y fue a preparar una ducha para ambos. Cuando estaban ya ambos dentro comenzó a acariciar el cabello de ChangKyun junto con el champú, sin decir ninguna palabra, sólo demostrándole que comprendía como se estaba sintiendo.

Luego de ducharse, se vistieron rápidamente y pusieron marcha hacia la oficina de la madre de ChangKyun, debían avisarle de que tenían que volver a Corea lo más rápido posible.

— oh, es una razón bastante entendible, pero también quería contarles otra cosa — respondió cuando los chicos habían terminado de excusarse. la señora les miró — inicialmente quería que trabajaran aquí en Japón conmigo, pero se me ocurrió la idea de abrir una compañía en Corea y que ustedes la administren, de esa manera ambos se mantendrán seguros y con un trabajo estable — les observó mientras ambos abrían sus ojos algo sorprendidos. — así que vuelvan con cuidado y cuando estén allá hablaremos bien el tema, tengan cuidado ¿sí? — ambos asintieron mientras la señora les ofrecía una dulce sonrisa.

El viaje surgió rápidamente, HyeJin se ocuparía de que hacer con los departamentos arrendados, mientras que ChangKyun y JooHeon se encargarían de ordenar sus problemas en Corea y poner así, su vida en el camino correcto.

ChangKyun suspiró cuando entrelazó su mano con la de JooHeon mientras caminaban por el aeropuerto hacia su hogar, su llegada a Corea fue más rápida de lo que esperaba y su estómago estaba totalmente apretado.

Tenía miedo, miedo de ver a BonHwa sin haber arreglado las cosas como correspondía, sin haber escuchado al menos un perdón de sus labios, sin haber concluido su historia como correspondía.

ChangKyun se detuvo en seco cuando sintió los brazos de JooHeon a sus alrededor, nuevamente estaba ahí, siendo contenido por aquel hombre, el cual le cambió la vida desde el primer momento en que se conocieron. No era la primera vez que le contenía y tampoco iba a ser la última pero lo que tenía claro el menor, es que de sentía malditamente bien en los brazos de aquél hombre.

— no te contengas ChangKyun — susurró en su oído. — si deseas llorar, hazlo.

Al escuchar aquellas palabras, el menor rompió en llanto, un llanto lleno de frustración. Mientras tanto, JooHeon mantenía fuertemente su abrazo y deseaba desde el fondo de su corazón ser él quien curara todas las heridas de la vida de ChangKyun.

— ¿me permites sanar todo aquél dolor que llevas dentro, cariño? — susurró para su mismo, sin revelar su mayor deseo a ChangKyun. 

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Buenas, un capítulo triste porque estoy triste.

Les vengo a contar que quedan pocos capítulos para que termine esto y de verdad me da nostalgia, este es un proyecto que lleva un poco menos de un año y wow, de verdad pasó muy rápido el tiempo.

Les quiero.

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LET ME • JooKyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora