Ateez One Shots.

Correspondido - YunGi.

Nota: Historia relacionada a "Miedos y corazones rotos".

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Yunho despertó asustado, provocando que se cayera de la cama por el sonido de su teléfono, ya que lo había tomado desprevenido. Observó a su alrededor, confundido, aún tenía mucho sueño y no sabía de donde venía aquella melodía. Algo aturdido, se levantó lentamente y volvió a acostarse, estaba a punto de cerrar sus ojos y el telefono sonó.

Se sentó sobre su cama frustrado, ¿quién llama temprano un día domingo? El teléfono seguía sonando, y Yunho por fin se dio cuenta que, al mirar hacia sus piernas, aún estaba con la ropa del día anterior ─seguramente por el cansancio al llegar a casa tarde del trabajo no se la quitó─ y en sus bolsillos estaba el teléfono. Sacándolo de ahí, contesto.

─ ¿Diga? ─ bostezo.

─ ¡Al fin contestas! ─ gritaron desde el otro lado de la línea, Yunho no alcanzó a quitar de su oreja el teléfono, lamentablemente ─ ¿Pasas por mí a las dos? Vamos a almorzar juntos, tengo algo que decirte.

El castaño somnoliento, no sabía quien le hablaba ─había contestado sin mirar─ así que observó el nombre en la pantalla: Gigi(─‿‿─). Sonrió.

─ Claro, pasaré por ti, nos vemos. ─ y colgaron.

Yunho volvió a acomodarse en su cama, puso la alarma en su teléfono y volvió a conciliar el sueño.

(🌿)

Ambos chicos se dirigían hacia un pequeño restaurante que había abierto hace unos días, supieron de éste por una chica que entregaba volantes en el centro de la ciudad. A Mingi le había encantado, el lugar era acogedor, el personal era amable y tenía una decoración sencilla pero elegante, por otro lado a Yunho, sólo le importaba que la comida fuera deliciosa.

Los amigos entraron al lugar, Yunho eligió una mesa cerca de la ventana, una vez ya sentados uno frente al otro, la mesera llegó a tomar su orden y una vez los chicos le dijeron lo que querían, se retiró.

─ Y, ¿qué querías decirme? ─ preguntó el castaño, la curiosidad empezaba a ponerlo nervioso y ansioso.

─ Vamos a comer primero, espera un poco más. ─ respondió simplemente Mingi.

Yunho bufó, odiaba que lo dejaran con la duda. La mesera trajo sus platos, observó una vez más a Mingi, definitivamente éste no diría nada así que dedicó a comer también.

(🌿)

Yunho y Mingi caminaban sin rumbo alguno, el castaño observaba de reojo a su amigo, Mingi aún no le decía sobre que quería hablar y por más que intentó sacarle algo durante el almuerzo, no pudo.

─ ¿Nos sentamos en esas bancas? ─ señaló Mingi en dirección al parque de al frente.

Yunho sólo asintió y ambos cruzaron, tomaron asiento acompañados de un largo silencio, que le producía más nerviosismo al castaño.

─ Estoy muy agradecido contigo, Yunho. ─ rompió el silencio Mingi, sorprendiendo a su amigo por aquellas palabras, sabía que éste no entendía a que se refería así que continuó ─ ¿Recuerdas cuando hace unos dos años vimos a Hongjoong con su novio? Ahí conocí lo que era tener el corazón roto, pero tuve la suerte de que tu estuvieras a mi lado,─ bajo la mirada el pelinegro,─ recuerdo todas esas veces en que venías a mi casa y me obligabas a salir, a comer como si no hubiera mañana, a ver películas estúpidas de comedia, a practicar deportes,─ rió ─ nunca dejaste que me hundiera.

─ Jamás lo hubiera permitido. ─ aseguró Yunho.

─ Lo sé ─ ambos chicos conectaron sus miradas un par de segundos y se dedicaron una pequeña sonrisa cómplice ─ hace un par de meses, me encontré con Hongjoong otra vez ─ contó, ésta vez mirando hacia al frente ─ me dijo que me veía bien y que estaba feliz por eso, me preguntó si era por que por fin me había dado cuenta de lo que tenía a mi lado y la verdad es que no le entendí, él sólo rió y me dijo que prestará más atención antes de que fuera tarde.

El ambiente se sumergió en un silencio que Yunho no sabe cuanto duró, él sabía que Hongjoong había notado sus sentimientos por Mingi pero no esperaba que éste dijera algo con alusión a ello. El castaño se puso inquieto, no podía deducir como reaccionaria Mingi a sus sentimientos, su relación había cambiado considerablemente para mejor pero no quería hacerse ilusiones así que no sabía que esperar ahora.

─ Estuve pensando sobre ello y en mis pensamientos apareciste tú, ─ confesó tímido ─ noté como hacías todo por hacerme feliz, las pequeñas caricias que me dabas, las palabras bonitas que decías que sólo eran bromas y ese apodo tan tierno que me pusiste, sé que sólo lo haces conmigo, siempre lo has hecho y yo, no lo había notado. ─ se giró hacia Yunho y tomó su mano, apretandola suavemente, mirándolo a los ojos ─ Perdón por no detenerme a mirarte, Yunho, siempre tuve al frente a la persona indicada para mi, porque no hay nadie que me haga tan feliz como tú. ¿Le darías el honor de ser tu novio a éste depistado y tonto chico? ─ preguntó con sus mejillas teñidas de un débil tono rojo, contemplando con una pequeña sonrisa la expresión asombrada del castaño.

Yunho veía sorprendido al chico frente a él, ¿Mingi acaba de pedirle que sea su novio? Pellizco su pierna con la mano que tenía libre, ya que la otra aún era sujetada por Mingi, sonrió, no era un sueño, no era uno de esos miles de días donde imaginaba como sería el momento en que sus sentimientos fueran correspondidos, ésta ... era la realidad, su realidad.

─ ¡Claro que sí, Gigi! ─ respondió feliz. Se puso de pie arrastrando con él a su ahora novio, lo tomó en brazos y empezó a girar, escuchando la hermosa melodía de la risa de Mingi, contagiandolo.

Después de unos segundos, Yunho bajo a su chico y lo abrazo fuertemente, ─ Estoy tan feliz, me haces tan feliz. ─ le dijo cuando se separó apenas unos centímetros, juntando sus frentes. ─ Te quiero, Mingi.

Sonrió una vez más ─ Te quiero, Yunho. ─ correspondió.

Yunho agrando su sonrisa aún más si era posible y se acercó lentamente a los labios de Mingi, sintiendo como la respiración de éste se aceleraba en expectación, rozó la suave piel de esos labios que por tanto tiempo deseó, para finalmente juntar con lentitud sus bocas, probando el dulce sabor de un amor correspondido.