San caminaba lentamente, hacia ese lugar, ese lugar que... 'hospedaba' al hombre que amaba con toda su alma.
Llevaba entre sus brazos unos bellos tulipanes de un delicado color rosa pastel, Jongho amaba los tulipanes.
Llegó junto a su amado, miro con cariño y a la vez nostalgia la foto de ambos que ahí estaba, se arrodilló para acomodar los tulipanes que había llevado y luego se sentó al frente para observar aquella foto, como lo hacía siempre desde hace 5 años.
— ¿Recuerdas cuando hablamos por primera vez en la biblioteca? — habló, por primera vez en esos dolorosos 5 años que llevaba visitando ese lugar — Yeosang siempre me decía que venías por mí, y yo no le creí hasta ese día en que hablamos.
— Me fui enamorando de ti cada día, desde ahí, sin darme siquiera cuenta, mis sentimientos no hacían más que multiplicarse. Me hacias sentir tan amado, tan especial, me hiciste aprender a ser seguro de mi mismo, a valorar los pequeños detalles de la vida, a ver que en la realidad no todo era tan malo como lo pintan los libros y sobre todo, a amar entregandolo todo.
— ¿Recuerdas cuando decías que en cualquier momento, siempre estarías aquí, junto a mí? — sonrió con tristeza — Pienso en eso cuando estoy triste.— susurró.
— A veces me pregunto: "¿Cuántas veces al día voy a llorar?" — dijo intentando deshacer el nudo que comenzaba a formarse en su garganta — llorar no ayudará a que volvamos a ser lo que éramos, pero no puedo evitar seguir aferrandome a ti todo éste tiempo, todas las palabras que tanto me decías todavía palpitan en mi corazón y debo estar loco, ésto está mal pero... — pauso, dejando que las lágrimas recorrieran sus mejillas — pensé que te quedarías congelado en el tiempo conmigo, porque todo estaba bien y éramos felices, cuidandonos el uno al otro, amandonos el uno al otro — el peliverde hizo un amago de sonrisa por los recuerdos que llegaron a su mente —siempre preferí que me tocara llorar a mi en vez de a ti, porque tu eras un ángel que se merecía todo lo bueno que hay en el mundo.
— Tengo tanto miedo a perderte incluso en mis recuerdos, Jongho — lloró con el dolor aplastando a su débil corazón, había pasado un largo tiempo y sus recuerdos empezaban a esparcirse de su memoria, algo que producía un sentimiento de culpa en él, no quería olvidar al hombre que había hecho tanto por él.— No quiero olvidar, no quiero olvidarte.— cerró sus ojos, dejando salir todas esas lágrimas que creía que ya no le quedaban, abrazandose a si mismo mientras sentía su corazón doler.
F la s h b a c k
San y Jongho se encontraban recostados sobre el pasto del pequeño parque que había a unas calles de su colegio, observando al cielo y hablando sobre que formas tenían las nubes.
— Bebé, ¿recuerdas ese día que fuimos a la playa y tu perdiste 'piedras, papel o tijeras', y tuviste que meterte al agua? ¡Parecías un pequeño pollito por el frío que tenías! — rió a carcajadas.
San intentó hacer memoria, Jongho notó la confusión en su novio y supo que no lo recordaba o tal vez fingia no hacerlo, aún así éste lo golpeó en el hombro por burlarse.
— ¿Porqué tu siempre recuerdas todo? Sobre todo cosas vergonzosas — puchereo San, ganándose un pequeño beso de su novio que lo veía con ternura.
—No te preocupes cariño, no es la gran cosa.
— ¡Claro que si lo es! Son cosas que pasamos juntos, ¿o acaso los momentos que pasamos no importan para ti? — preguntó triste.
— Jamás pienses eso, por supuesto que me importa, lo que te quiero decir es que no importa si no recuerdas todo, que no tengas buena memoria no se puede evitar. Lo único que debes guardar en lo profundo de tu corazón, es el hecho de que nos amamos, siempre recuerda que tu eres el amor de mi vida y a quién mas amo. Nunca olvides eso.
F i n f l a s h b a c k.
San abrió los ojos, hinchados e irritados por las lágrimas derramadas, y dirigió su mirada hacia la fotografía que estaba en la tumba de Jongho, esa en la que estaban juntos.
— "En cualquier momento, estaré junto a ti", — volvió a repetir — como siempre cumpliendo tus promesas bebé. — sonrió, sintiendo como ese sentimiento de culpa que sentía se desvanecía un poquito de su corazón y le brindaba una calma que no sabia que necesitaba con tanta urgencia — Tú me diste los momentos más preciosos de mi vida, Jongho. Te prometo que el sólo hecho de habernos amado estará siempre en mi corazón, no lo olvidaré.
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Ateez One Shots.
Hayran KurguColección de historias de shipps de Ateez. #38 en Ateez - 08 Junio 2019