We loved - HwaSang.

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     El teléfono sonaba, otra vez.

     Como cada martes a la misma hora, desde los últimos seis meses.

── ¿No vas a contestarle?── preguntó  Hongjoong preocupado a su amigo.

   Seonghwa lo miró, desviando a los pocos segundos la mirada. ── No, no hay nada que decir.

── Tal vez él no piensa lo mismo ── el castaño enarcó una ceja ── por algo sigue llamando Seonghwa.

   El nombrado suspiró cansado, ignorando lo dicho por su amigo, cerró los ojos para dormir una siesta en su sofá.

   Hongjoong rodó los ojos, Seonghwa siempre evitaba el tema.

(🍒)

    Yeosang tiró sobre su cama su teléfono, otra vez Seonghwa no le había contestado.

" ── Quizás, ya es tiempo de que lo dejes ir, que lo borres de tu vida. ── dijo San".

    Su amigo tenía razón, debía aceptar que ya era tarde para volver atrás. Pero ¿sería capaz de borrar a un hombre por el que dio todo de si mismo? ¿podrían volver a ser dos simples extraños?

   Yeosang revolvió su cabello frustrado, iba a ser difícil, él de verdad amo a Seonghwa pero la última vez que se vieron fueron demasiado lejos, se dijeron cosas que, al menos por su parte no sentía y estaba arrepentido.

   Entendía que ya no podrían volver a lo que eran en su relación, pero no quería quedarse con ese malestar de haber terminado las cosas de mala manera.

   Se disculparia, sí o sí.

(🍒)

   ──  ¿Ya vienes? ── preguntó exasperado Hongjoong, estaba esperando junto a Yunho hace 30 minutos al pelinegro en la cafetería.

── Sí, sí, ya voy llegando ── respondió Seonghwa buscando su chaqueta.

    Hongjoong resopló ── Claro, dijiste eso hace como media hora y aún no te vemos aquí.

    Seonghwa rió, siempre les hacía lo mismo a sus amigos.

   Por fin dio con su chaqueta, sonrió y empezó a caminar hacia la puerta para salir de su casa ── Ya, estás peor que una mujer, ni que fuera una cita ── Seonghwa oyó el timbre ── rayos ── susurró.

── ¿Eso fue el timbre? ¡Aún no has salido de tu casa! Seonghwa más te..

── Si si, adiós.── colgó, extrañado sobre quien estaría detrás de la puerta.

    Al abrir, se quedó sorprendido aunque fue bueno en disimularlo.

── Hola Seonghwa, ¿tienes un minuto? ── le dio una pequeña sonrisa incómoda el pelirosa.

── Uh, claro pasa ── se hizo a un lado, dejando pasar a su ex novio.── toma asiento.

    Apenas Yeosang se sentó, el silencio incómodo inundó el hogar del pelinegro, quien sólo observaba sin ninguna expresión en su rostro al chico frente a él.

── Bu-bueno, yo..── balbuceó el menor.

── Tranquilo Yeosang ── dio un pequeño asentimiento para tranquilar al otro, quien lo agradeció mentalmente ── dime, ¿qué necesitas? ── quiso saber, el martes pasado no hubo llamadas, lo cual le pareció raro.

   Yeosang suspiró ── Quería disculparme contigo, la última vez que nos vimos no dije cosas muy bonitas, dije cosas que no sentía, que sólo fueron por el enojo y el dolor del momento. Pasamos buenos momentos juntos, yo... de verdad te amé Seonghwa y no quería terminar de mala manera, lo siento mucho ── se disculpó mirando a los ojos a su ex novio ──  y por las llamadas también, creo que fui algo cargante.── dijo bajito, avergonzado.

     Seonghwa lo observó en silencio. Debí haber contestado sus llamadas antes, pensó.

── Acepto tus disculpas Yeosang, espero tu puedas aceptar las mías, tienes razón en que ambos dijimos cosas que no queríamos por el enojo. ── le dio una pequeña sonrisa al chico.── Lo siento mucho.

    Yeosang le devolvió la sonrisa, sintiendo que ese malestar que llevaba durante un tiempo, se iba.

── Claro que también las acepto, gracias. ── pauso un segundo ── Por cierto, de camino para acá vi a tus amigos, no se les veía muy contentos en la cafetería "Shiber".

── ¡Cierto! ── se levantó rápidamente de un salto, con un Yeosang muy sorprendido mirándolo ── tenía que estar ahí hace como ── miró la hora en su teléfono, notando 30 llamadas perdidas ── oh, soy hombre muerto, tengo una hora de retraso.

── Oh, bueno la puntualidad nunca fue tu punto fuerte ── rieron juntos ── mejor me voy, no quiero que me maten a mi también por entretenerte.

   Juntos salieron del hogar de Seonghwa, quien al terminar de asegurar la puerta se giró hacia el chico detrás de él.

── Adiós Yeosang, que te vaya muy bien.

   El chico sonrió ── A ti también, Seonghwa, adiós.

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