(Nath)alia「casthaniel」

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—¿¡Debrah!?— la castaña se levantó de un salto del pupitre viendo aún sorprendida a Lysandro que estaba sentado a su lado—¿¡La cantante de rock!? ¿¡Ex novia de Castiel!?

—Habla más bajo, Su— susurró el peliplata.

—P-pero— se sentó de nuevo al lado de Lysandro— ¿Por qué me cuentas todo esto?

—Escucha— Lysandro se acercó al oído de Sucrette— Quiero que me ayudes en algo— la chica asintió — Creo que Nathaniel tiene razón.

—No sé de qué estas hablando y cada vez me asustas más—susurró de igual manera Sucrette.

—Ven, vamos al sótano.

Los dos chicos tras bajar las escaleras llegaron sótano, cerraron la puerta y se sentaron en el piso.

—Explicame. —Lysandro suspiró viendo a la chica a su lado. No tenía en quien más confiar, de por si Lysandro era una persona desconfiada ya que creía que las personas nunca eran transparentes ni con ellas mismas, por lo que la presión que ha sentido todo este tiempo por su amigo Castiel lo ha llevado solo, hasta que llegó Sucrette, una chica divertida y que no tiene miedo en decir lo que piensa, a su vez también llegó Armin quien se ha mostrado indiferente a su alrededor, supo que tenía que contarlo, ya que de alguna forma se encuentra seguro que Castiel esta herido por Nathaniel.

El rubio siempre ha negado el hecho de que se lió con Debrah, Castiel ha intentado creerlo, claro que sí, ya que aunque es una persona testaruda y que sus acciones son realizadas por impulso ha hecho el esfuerzo por creer las palabras del rubio mas le ha sido imposible. Era su mejor amigo y lo que vio no podía ser borradas solo con palabras.

Explicó todo desde el principio; en como Nathaniel y Castiel eran los mejores amigos aún con sus notables diferencias, se apoyaban en todo, no podían separarse. En ese año llegó Debrah; bonita y talentosa que al instante se llevó la mirada de todos los chicos del instituto, pero se fijó en Castiel, el obviamente también el más popular. Su voz era hermosa y Castiel estaba practicando la guitarra eléctrica, juntos crearon la banda del instituto. Comenzaron a tocar en fechas importantes y poco a poco se hicieron más y más conocidos. Se hicieron novios al poco tiempo de conocerse, se amaban como cualquier pareja y Castiel a lo que eso sucedía se separaba de Nathaniel, intentaba estar con él, pero Debrah era más importante en su vida. Hubieron demasiados enfrentamientos entre ella y Nathaniel, se insultaban, se odiaban, por eso a Lysandro le pareció extraño que el rubio pondría por encima de su amistad con Castiel liarse a la que era su novia.

Llegó ese día en la mañana cuando empezaron a discutir en el patio, Nathaniel le gritaba a Castiel que se aleje de ella, que ella lo iba a lastimar, que no valía la pena, que el amor que dice tenerle es una mentira, pero él no le creía, porque amaba a Debrah, confiaba plenamente en su novia. Una discografía había venido a una de sus tantas presentaciones y los contrataron por un tiempo de prueba antes de hacerlo oficial, iban a hacerlo juntos pero ese día acabó todo para Castiel. Nathaniel y Debrah estaban en la sala de delegados, se oían los gritos habituales así que Castiel entró, encontrándose a su amigo y a su novia besándose. Castiel no lo pensó y con sus manos empuñadas comenzó a golpear el rostro de Nathaniel hasta que de su nariz chorreo sangre, tanta era la indignación del pelirrojo que no se detenía. Nathaniel no hacía mas que tratar de detener sus golpes con sus antebrazos cubriendo su rostro, en ese momento llegaron Lysandro y Kentin a detenerlo. El pelirrojo lo miró furioso, dolido, acabado. Le dijo que no quería saber nada más de él, que todo se había acabado, que lo odiaba. Sus palabras salían entrecortadas por el dolor que le había provocando Nathaniel. Después a la única que contrataron fue a Debrah, por lo que la chica optó en terminar la relación que tenía con Castiel.