(Nath)alia「casthaniel」

EPÍLOGO 1

Después de un rato se levantó del suelo para hacer las fotos que le habían indicado...

Aquel calor en su pecho era demasiado relajante, nunca a querido a nadie como a Castiel, y nunca quería querer a nadie más que no sea Castiel.

Al verlo corrió a sus brazos para ser envuelto en ellos y lloró, y lloró, no le importaba que el maquillaje se chorreara, se sentía demasiado feliz, demasiado amado.

-No demoraste-le dijo el pelirrojo acariciando su cabello.-Lo hiciste perfecto, me siento orgulloso de ti.

El rubio sonrió con el rostro hundido en el pecho de Castiel-Me sentí muy bien- alzó su mirada a su novio- Además-sonrió para tomar la mano del pelirrojo entre la suya.-Un admirador me dejó un lindo regalo.

-¿A si?-ladeó una sonrisa- ¿Crees que se atractivo?-preguntó a medida que salían del salón.

-Uhm- puso su mano en su mentón "pensando"-Creo que un poco si.-Castiel rió.

-Tal vez te estés perdiendo de lo mejor

-Yo ya tengo lo mejor-suspiró con su linda sonrisa adornándole el rostro-Y como tú me distes una sorpresa, me toca darte una ahora a mi.

-Oh, eso me gusta....- miró al cielo.

-¿Tus padres?-preguntó repasando la mirada por sus alrededores.

-Se tuvieron que ir-Nathaniel bajó la mirada triste, pero Castiel enseguida tomó su mentón para impregnar sus grises ojos en los de él.-Pero te quieren mucho Nath, me dijeron que volverán pronto para poder conocerte como debe de ser.

-Los estaré esperando-cruzaron la calle entrelazando sus manos.-Entonces... ¿No hay nadie en tu departamento?

-No...

-Vamos para allá, ahí te quiero dar la sorpresa.

»»»»»»»»»»»»

Llegaron después de un rato al departamento de Castiel donde un animado Demonio los recibió con su colita moviéndose de un lado a otro.

-¿Amor?-llamó Nathaniel sujetando los tirantes de su mochila algo avergonzado-¿Podrías esperar en tu habitación mientras yo salgo del baño?

El pelirrojo asintió con algo de duda-Bien, daré de comer a Demonio e iré directamente.

-Bien, te espero- sus pasos se dirigieron al único baño del departamento que se encontraba dentro de la habitación y al momento de llegar y cerrar la puerta con seguro, supo que era una idea muy extraña lo que iba a ser.

Abrió la cremallera de la mochila encontrándose con el regalo de la diseñadora.

Lencería.

Lencería de encaje masculina.

Sus mejillas se tornaron de un rojo potente sabiendo lo que pasaba por su mente en ese momento.

No quería parecer urgido por sentir a Castiel, pero enserio lo estaba. Quera sentirse completamente de Castiel, ya que todo estaba en manos del pelirrojo, su corazón, sus fuerzas y las ganas de cumplir todos sus sueños y metas, y ahora sentía que estaba preparado para entregar su cuerpo al chico que le hace extremadamente feliz.

Comenzó a desnudarse, quitando cada una de sus prendas con cuidado, el corazón le latía sin control y sus manos a medida que quitaban sus calcetines temblaban.

Se colocó las pequeñas prendas en su cuerpo, un top rojo y trasparentoso bóxer de encaje del mismo color.

La piel se erizó al sentir el frío en sus descalzos pies. Suspiró y entrelazó sus manos con fuerza antes de soltarlas y golpear la puerta.