Capitulo once

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Zayn se despertó antes del amanecer, como de costumbre, y se pegó a la espalda de ella. Sonrió cuando Allie suspiró y contoneó las caderas contra el vientre de él. La lluvia, que era más suave, seguía tamborileando contra el techo. Sabía que tenía que marcharse antes de que los niños se despertaran. No quería tener que explicarles qué hacía en la cama de su madre, al menos por el momento.

Se apoyó en un codo, le apartó el pelo de la mejilla y le dio un beso. Ella ronroneó y se hizo un ovillo. Él sonrió, se levantó y la arropó con las sábanas. Habría preferido volver a meterse en la cama, pero hizo un esfuerzo y se vistió porque sabía que, aunque lloviera, tenía mucho trabajo por delante.

Agarró las botas, cruzó la habitación de puntillas, abrió la puerta sin hacer ruido y se volvió para mirarla. Comprendió que querría quedarse allí para siempre.

La lluvia seguía cayendo fuera cuando Allie, sentada detras de la mesa de su despacho, frunció el ceño ante el libro de cuentas de Zayn. Había un asiento al que no había prestado mucha atención antes. Era una cuenta bancaria a nombre de R.M. Malik.

Perpleja, repasó los extractos del banco hasta que encontró uno dirigido a ese nombre. Sacó las hojas del sobre. Comprobó que los números de cuenta coincidían. Eran cuatro ingresos, no cargos, y el saldo la dejó sin respiración. ¿Qué era aquello? ¿Quién era?

Rebuscó entre los extractos de años anteriores, separó los de esa cuenta y los extendió delante de ella.

Todos eran iguales. Cuatro ingresos, el pago de los intereses de cada nueva cantidad y un saldo que crecía constantemente. ¿Habría abierto una cuenta de ahorro para sus hijos? Desechó esa idea. Ya había encontrado cuentas a nombre de cada uno de sus hijos en las que probablemente ingresaba dinero para su educación. ¿Quién era R.M. Malik?

Sonó el teléfono y lo descolgó con la cabeza todavía en los extractos que tenía en la otra mano.

—Dígame —dijo distraídamente.

—¡Hola, Allie!

Allie soltó los extractos al oír la voz de su amiga Kelly y se dejó caer contra el respaldo de la silla con una sonrisa en los labios.

—¡Kelly! ¡Qué alegría!

—Lo mismo digo. Matt y yo estábamos muy preocupadas al no saber nada de ti y decidimos enterarnos.

—¿Estás con Matt?

—No, está enseñando un piso. Ya la conoces. Trabajo, trabajo y más trabajo.

Allie se rió al pensar en su amigo, que también era la propietario del edificio de apartamentos donde ella vivió en Houston.

—Efectivamente, así es Matt.

—Pero te manda un beso.

—Dale otro de mi parte.

—¿Qué tal os va?

—Bien. Bueno, mejor que bien. ¡Muy bien! La casa cada vez se parece más a un hogar, y los niños están encantados.

—Pareces feliz.

Allie sonrió al captar el alivio en la voz de Kelly.

—Lo estoy —se mordió el labio al darse cuenta de que Zayn era el responsable de gran parte de esa felicidad, y no supo si contárselo—. He conocido a alguien…

—¿De verdad?

Allie estuvo a punto de soltar una carcajada ante el tono de sorpresa.

—Sí, y es maravilloso.

Cásate Conmigo(Zayn Malik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora