—Papá, ojalá me hubieras avisado de que ibas a venir.
A Zayn, que estaba en la habitación de un hotel de San Antonio, se le cayó el alma a los pies.
—Lo sé, Jenny, pero la decisión de venir ha sido muy repentina.
—Tommy se fue esta mañana para pasar el fin de semana con unos amigos de la universidad, y yo me voy dentro de unos minutos a ver un partido de los Spurs. Luego pasaremos la noche en casa de Rachel.
Zayn se pasó la mano por la cara.
—No pasa nada, cariño —intentó que no se le notara la decepción—. Lo entiendo —miró al techo y contuvo unas lágrimas—. ¿Qué tal mañana? ¿Tienes algún momento libre?
—Bueno… —contestó Jenny con indecisión—. Nos acostaremos tarde. Ya sabes cómo son esas reuniones de chicas…
Zayn no lo sabía, lo que le entristeció más todavía.
—Además —ella suspiró—, mañana por la tarde habíamos pensado ir de compras al centro comercial. Podríamos cenar juntos si quieres esperar tanto tiempo.
La idea de pasarse el día en la habitación de un hotel no era muy apetecible, pero la alternativa era volverse a su casa, y no quería. El dolor que le esperaba allí era mayor que la desilusión que estaba sintiendo en ese momento.
—Muy bien, iremos a cenar.
La voz del subastador se oyó por encima del bullicio de la multitud. Los caballos, desde el pura sangre hasta la mula, pateaban y levantaban una nube de polvo en la cavernosa cuadra. Zayn encontro un sitio y se sentó. El subastador estaba en una plataforma en el centro de la pista. No había ido a comprar, pero se pasó más de una hora atendiendo a las subastas y observando las distintas razas de caballos que pasaban por la pista. Sin embargo, su cabeza estaba a varios cientos de kilómetros de allí, en Temptation. Más concretamente, en Allie. Le daba vueltas una y otra vez a la conversación telefónica que oyó el viernes por la mañana. Podía prever que volvería a pasar, que volvería a perder a la persona amada por el atractivo de la gran ciudad.
Suspiró e, inconscientemente, se llevó la mano al corazón. Las imágenes se le arremolinaban en la cabeza. Allie, Jimmy, la preciosa Stephie…
Sacudió la cabeza como si quisiera expulsar esas imágenes. No podía volver a pasar por lo mismo. Cuando Perrie se marchó, creyó que iba a volverse loco. Para sobrevivir, se blindó contra el amor, pero Allie y sus hijos habían sorteado esas defensas y se habían instalado en su corazón y en su vida.
Sin embargo, todavía no era demasiado tarde. Podía cortar y sobrevivir como había hecho antes. La alternativa era demasiado desoladora como para tenerla en cuenta.
—Observen esta preciosa yegua —pidió el subastador.
Zayn hizo un esfuerzo para concentrarse en la yegua que salía a la pista. El animal, con ojos de miedo y la melena y la cola agitados por el trote, parecía resistirse a la correa que tiraba de él. Zayn recordo haber visto unos ojos parecidos la primera vez que se encontró con Allie, cuando se abalanzó sobre él al creer que quería hacerles algo a sus hijos. Volvió a concentrarse en la yegua para borrar de su cabeza esos recuerdos. Era un animal precioso; proporcionado y lleno de vida. Tenía un pelo suave y brillante y de un color tan parecido al pelo de Allie, que cerró los puños sobre los muslos.
«Me acuerdo de cuando era una niña y soñaba con tener un caballo. Pedía uno todas las Navidades a Santa Claus y, cuando por la mañana saltaba de la cama para asomarme a la ventana, siempre lloraba al ver el patio vacío.»
La voz de Allie, melancólica por el sueño incumplido de su niñez, se presentó en la cabeza de Zayn.
—¿Cuánto ofrecen? —exclamó el subastador.
ESTÁS LEYENDO
Cásate Conmigo(Zayn Malik)
RomanceAquel beso era algo más que amabilidad entre vecinos... Parecía que todos los habitantes de Temptation, Texas, estaban deseando encontrar esposa... todos, excepto Zayn Malik. El duro ranchero ya había probado suerte con el matrimonio y ahora preferí...