Esa noche, Zayn se tumbó en la cama con las manos debajo de la cabeza y los ojos clavados en el techo. La otra almohada, que solía servirle de consuelo, estaba en un rincón, donde él la había tirado.
«Nunca quise enamorarme de ti, Zayn. A mí también me aterraba volver a abrir mi corazón. Pero ¿sabes una cosa? Estaba dispuesta a intentarlo contigo».
Zayn se sentó y cerró los ojos con todas sus fuerzas, como si así pudiera borrar de la cabeza las palabras de Allie. Sin embargo, seguían clavadas en su conciencia y en su corazón.
«Eres un cobarde».
Se puso en tensión al acordarse de esa acusación. Le habían llamado muchas cosas, pero nunca cobarde. Al contrario, casi todo el mundo en Temptation lo consideraba muy valiente. A los diecisiete años, cuando su padre murió, se hizo cargo del rancho e hizo que prosperara como su padre no había siquiera soñado. Además del rancho, aceptó la custodia de su hermanastra y, aunque ella acabó marchándose, nadie culpó a Zayn de que lo hiciera. Todo el mundo culpó a su ex mujer, a quien nunca le cayó bien la hermanastra de Zayn y que no soportaba verla en la casa. Solo le faltó ponerla de patitas en la calle.
Además, luego perdió a su familia. Más de uno estuvo convencido de que Zayn acabaría rindiéndose y escondiéndose en algún agujero. No lo hizo. Se metió más de lleno en el trabajo del rancho, aprovechó cualquier momento que le concedieron sus hijos y poco a poco, fue cerrando las heridas de su corazón y blindándolo contra más sufrimientos.
Cuando creía que tenía todo dominado, apareció Allie con sus hijos, y les abrió el corazón, pero salió corriendo como un conejo asustado al creer que iba a perderlos.
Ella tenía razón era un cobarde. Allie, en cambio, era la mujer más valiente que había conocido. Ninguna mujer se llevaría a sus hijos a vivir a un pueblo donde no conocía a nadie, ni se metería en una casa destartalada y la convertiría en un hogar sólo para que sus hijos estuvieran seguros.
Si ella estaba dispuesta a intentarlo, ¿no podía hacer él lo mismo? La pregunta se le ocurrió de repente y lo encontró com la guardia baja. ¿Podía arriesgar otra vez su corazón? Puso los ojos en blanco y maldijo su estupidez. Ya había perdido el corazón. ¿Qué más podía perder? Se levantó de la cama y fue al cuarto de la lavadora como Dios lo trajo al mundo. Sacó los vaqueros de la secadora y se los puso.
Allie no era la única que estaba dispuesta a intentarlo.
Con el alazán ensillado y esperándolo, Zayn entró al establo de la yegua. Ella sacudió la cabeza y se alejó de él.
—Soooo…
Zayn alargó la mano para que la oliera. Ella lo miró de soslayo y, cuando decidió que era una amenaza, se acercó lentamente y le rozó la mano con el hocico.
—Tenemos que convencer a alguien. ¿Crees que podrás ayudarme?
La yegua volvió a sacudir la cabeza y relinchó suavemente. Zayn se rió y la sacó del establo. Sabía que los dos tenían el talento necesario para esa tarea.
La noche olía a verano cuando Zayn, montado en su alazán y seguido por la yegua, entró en el camino que llevaba a la casa de Allie. Sólo se oía el choque de los cascos contra las piedras del suelo. La brisa le llevaba el aroma de la madreselva que crecía alrededor de la valla de madera que rodeaba la casa. Se paró para olerla mejor y pensó en la mujer que la había plantado y en el valor y la decisión que había tenido para levantar un hogar en un pueblo insignificante como Temptation. También pensó en su cobardía. Suspiró y se puso en marcha otra vez.
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Cásate Conmigo(Zayn Malik)
RomanceAquel beso era algo más que amabilidad entre vecinos... Parecía que todos los habitantes de Temptation, Texas, estaban deseando encontrar esposa... todos, excepto Zayn Malik. El duro ranchero ya había probado suerte con el matrimonio y ahora preferí...