R E L I G I O S A.

Cigarrillo

Había despertado más temprano de lo usual y eso era a causa de lo sucedido la noche anterior. La sensación de hormigueo en su estómago no la dejaba dormir.

Dirigiéndose a su armario eligió un jeans junto con un suéter lila, trenzó su cabello maquillando un poco su rostro y salió directo al instituto, pasó por el lado de su madre sin dedicarle una mirada o una palabra, seguía dolida por lo acontecido pero aun así quiso mostrarse firme para que una situación como esa no llegara a repetirse.

Cuando llegó tomó sus clases con normalidad.

En el cafetín a la hora de desayunar María llevaba un buen rato tratando de localizar a Aurora, observó en una de las mesas a Esperanza con su amiga, virando sus ojos no tuvo de otra que avanzar hasta allá a preguntar si la había visto, mientras se acercaba frunciendo el ceño se percató de que la chica que la acompañaba era Aurora luciendo sumamente diferente. Pasó con suma lentitud detrás de ellas observándolas y escuchando lo que hablaban

—Podría vomitar por la cursilería que acabas de mencionar, pero lo dejaré pasar por tratarse de ti y de que es la primera vez que vives estas emociones. – dijo retóricamente Esperanza.

—Habló la voz de la experiencia — respondió con burla su amiga.

—Jaja, así es.. Ya regreso, compraré algo para picar— dicho así se levantó de la mesa, María se ocultó detrás de un chico quien la miró enarcando una ceja

Ignorando el gesto se acercó a ella —¿Aurora? — la miraba incrédula, cuando Aurora la miró soltó un bufido irónico — ¡Vaya, que cambio tan drástico!

—Emm.. ¿Gracias? — intentó decir

—No lo quería creer de verdad, y todavía estoy sin asimilarlo, pero en vista de la última vez que fui a tu casa

Frunciendo el ceño preguntó — ¿De qué hablas?

De su bolso sacó la revista arrojándolo a la mesa, Aurora al principio la miró sin entender que se traía pero luego recordó que dicho objeto estaba olvidado bajo su cama — ¿Lo tomaste de mi habitación?

—Si, tenía que hacerlo. Quería ver en qué estabas, esa zorra te está cambiando, que no te das cuenta? — reclamó

Aurora cerró sus ojos expulsando todo el aire retenido de sus pulmones y la miró — No deberías hablar así, no sabes lo que dices.

—Con verlo es más que suficiente. Quisiera que por lo menos me explicases porque me has echo a un lado

—Yo no te he alejado de mi María, más bien tú te apartaste sola.

—Claro, preferías o mejor dicho, prefieres mil veces estar con la putica esa que conmigo... Pensé que siempre seríamos confidente

—María, yo claramente puedo compartir con ambas, no...

La interrumpió — Eres patética y débil... — soltó con rencor

Observó sorprendida a la que alguna vez llamó amiga y dedicándole una sonrisa dijo.— Cuídate María.

María negó sin creer como una persona había cambiado a su mejor amiga, se alejó de ahí, echando una mirada hacia atrás vio que Esperanza se acercaba, la rabia la estaba carcomiendo.