✎01✎

5.4K 304 159
                                    


Una rubia de diecisiete años caminaba por los pasillos del hospital en busca de su hermana Polly. Esta estaba en un coma hacia una semana y aún no despertaba.

Su padre se había ido luego de el accidente de su hija mayor, dolido. Sin importarle la vida de su hija menor, ni de su mujer. Y si, su madre se había unido a un culto extraño y no iba a visitar a su hija.

Betty, de lo contrario, iba todos los días y se sentaba junto al cuerpo dormido de su hermana. Hacia la tarea, cantaba, acomodaba la habitación,limpiaba, leía , estudiaba y todo lo que podía hacer para no dejar sola a su hermana.

—¡Maldición!— gritó una voz desde dentro de una habitación dos puertas más adelante que la de su hermana.

Betty, quien pasaba por afuera, se sobresaltó. Extrañada, miró hacia todos lados y vio como todas las personas seguían con normalidad sus vidas. Al notar que ningún médico se acercaba, caminó hacia de la puerta y observó a un chico llorar en la punta de su cama, cubriendo su rostro con las manos.
Parecía frustrado, molesto consigo mismo. Betty no evitó no dejar de mirarlo. ¿Qué debía hacer?.

—¿Te encuentras bien?— preguntó abriendo la puerta lentamente, dejando ver su rostro.

El chico levantó su cabeza y la miró para levantarse de su cama— ¿Puedes irte?— preguntó este molesto.

Betty observó su abdomen y abrió su boca. El chico miró hacia ese lugar y observó su remera. Tenía sangre.

—Oh por dios, llamaré a una enfe— esta no terminó de hablar, porque el chico avanzó hacia ella y le tomó la muñeca:—no lo hagas— pidió este, con una mirada sincera.

—Pero estás sangrando—dijo esta sin creerlo o algo aterrada al hecho.

Jughead hizo una sonrisa al ver la cara de la chica y levantó su remera— Solo ha sido un movimiento y se ha movido la aguja. Puedo solucionarlo

—¿Te ayudo?— preguntó Betty con una mueca.

—No lo necesito, rubia— comentó mientras avanzaba hacia el otro lado de la habitación y tomó el botiquín.

Se sentó en la cama y comenzó a limpiarse mientras hacia muecas, obviamente, no podía mirar y limpiarse correctamente. Betty se cruzó de brazos mientras lo miraba hacerlo y este lo notó.

—Déjame ayudarte— dijo mientras avanzaba.

Esta tomó la gasa con agua para limpiar lo que el chico tenía en su mano.

—¿Cuál es tu nombre, rubia?— preguntó el chico con pelos color azabache, recostado y mirando como Betty limpiaba su herida.

Betty levantó su mirada sonrojada— Elizabeth o Betty— comentó.

—Betts.

La rubia lo miró con una ceja alzada para seguir limpiándolo — ¿Y cuál es el tuyo?.

—Jughead— habló— Jughead Jones.

Betty asinitó mientras ponía una gasa en la herida, cubriéndola — Deberías tener más cuidado cada vez que te mueves.

Jughead soltó una risa — Tus manos hacen milagros, rubia

Betty volvió a sonrojarse y Jughead se levantó para ponerse la cánula nasal. Betty lo observó mientras pensaba en que enfermedad tenía el chico frente a ella.

—Fibrosis Quística— dijo Jughead como si estuviera leyendo sus pensamientos.

—Lo siento

Jughead rió— No lo tienes que hacer— Betty lo miró confundido—, no he heredado de ti la enfermedad.— Betty bajó su mirada sin decir nada.
—¿Y que haces aquí?— preguntó este confundido mientras la miraba— en el hospital o mejor dicho, en mi habitación.

Betty lo miró— Bueno, te he escuchado gritar y pensé que te había pasado algo.

—¿Eres una nueva enfermera?— preguntó mirándola de arriba a abajo, algo confundido ante su edad, o lo que aparentaba.

Betty negó— No.

—¿Qué haces aquí de ese modo? Tienes la oportunidad de vivir y estás en un hospital.

Betty lo observó mientras él se levantaba y caminaba para tomar su refresco— Tu también vives.

Jughead negó— Yo solo respiro, hay una gran diferencia por si no lo sabes.

Betty se cruzó de brazos— ¿Chico rebelde?— dijo analizándolo .

—¿Chica perfecta?

Betty frunció su ceño— ¿Popular?

—¿Cerebrito?— habló con una sonrisa.

—¿Hueco?

—¿Hermosa?

—Eres fastidioso.

—Eres bonita— dijo con una sonrisa molesta.

Betty abrió su boca y lo miró incrédula— Eres increíble — dijo para salir de la habitación, dejándolo riéndose solo.

Betty caminó dos habitaciónes más y entró hacía la habitación de su hermana. La observó dormir y vió que era un ángel, su ángel.

—Dios, Polly, como te extraño—dijo Betty mientras avanzaba hacia su lado y tomaba su mano.
Dejó su mochila en un rincón y se sentó en la silla a su lado. Suspiró.
— Te ves tan cansada—suspiró— todo es una locura... Deseo que despiertes para poder abrazarte. Volver ambas a casa y hacer que mamá deje ese horrible culto e intentar que papá vuelva a casa. Y si, se que te están haciendo algo muy egoísta , pero también entiendo que ambos están muy dolidos. Me gustaría que ambas podamos volver a salir juntas, caminar, ya sabes, como los viejos tiempos. No me gusta para nada estar en el hospital, pero eres mi única razón para estar aquí. Vamos, Pol, vuelve a casa junto a mi.— rogó mientras una lágrimas de ella caía en la mano de Polly.— Te quiero, Pol— suspiró mientras apoyaba su cabeza en el vientre de su hermana.

Luego de unas dos horas, una voz la estaba despertando.

—¿Qué ocurre?— dijo esta levantándose .

No evitó hacer una mueca debido a su dolor de cuello y meneó su cabeza haciendo que sus huesos sonaran. Respiró y miró a la enfermera quién la miraba compasiva.

—Linda, debes irte— soltó la enfermera—. El horario para ver a Polly ha terminado.

Betty asinitó. Sabía muy bien que su hermana tenía horarios de visitas estrictas dado a su estado, así que tomó su bolso y caminó fuera de la sala, pero antes le dió un beso en la frente a Polly.

—Oh, ricitos de oro aún sigue aquí— dijo una voz detrás de ella.

Betty hizo una mueca con su mandíbula al reconocer la voz y se giró— pero si es el chico rebelde.

Lo vió a él, con un bolso y su cánula nasal, este tenía una sonrisa divertida.

—¿De que sonríes ?— dijo cruzándose de brazos.

—Te ves muy tierna cuando te enojas, ¿Te lo han dicho?

Betty no evitó sonrojarse— estúpido.

Jughead le sonrió—oh vamos, no piensas eso de mi en verdad— dijo dándole una sonrisa, solo que esta vez, no era de burla.

Betty lo miró— Es lo único que dejas que piense de ti—. Esta se giró y caminó hasta el ascensor, dejando a Jughead sonriendo.

============☾☀︎︎============

Estaré editando la historia por sus faltas ortográficas sin embargo, no cambiaré la trama o capítulos.

Con amor, July

Aprendiendo a Vivir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora