Aprendiendo a Vivir

Epílogo.

Horas antes.

Jughead se acomodó como pudo y tomó el lápiz.

"Me siento egoísta al hacer esto, siento una gran impotencia por hacerte esto Betty. Estaba perdido y no me encontraba, y cuando te conocí algo dentro de mi cambió. No pude evitar enamorarme de ti cuando te vi y menos cuando te conocí. Me llevaste por buen camino e intentaste involucrarme en el mundo pero el problema es que no entendiste que yo no pertenezco aquí. Intentaste, sin embargo, siento que fue una carga para ti. Cada día era una lucha tuya cuando de verdad tendría que ser mía.

Cada día me regalaste lo que mas quería en el mundo, tú sonrisa... Dios, tu risa y tos ojos son la cosa mas bella del mundo pero no eran míos, no me pertenecían. No puedo tomar algo que no es para mi.

Eres la mejor persona del mundo y te agradezco lo que has hecho por mi pero no te lo puedo devolver. Te amo lo suficiente para dejarte ir, porque no mereces estar junto a mi. Y hey, no llores, ¿Si? Me siento tan agradecido que hayas aparecido a mi lado pero tan egoísta por haberte arrebatado parte de tu vida.

Cariño, simplemente no estábamos destinados en esta vida, pero en otra, me aseguraré de buscarte e intentaré mil cosas para que seas mía.

No puedes quedarte a mi lado, no soy sano.

Me has enseñado a aprender a vivir, el problema es que lo has hecho en el lugar equivocado, pero tranquila que no ha sido tu culpa.

En fin, necesito que sepas que te amo como nunca lo he hecho, y que eres lo mejor que he tenido.

Y puede que esto suene egoísta, pero necesito pedirte dos favores. El primero, es que no llores por mi, no lo merezco. La segunda, es que cuides de Jellybean, se que debe estar dolida como tú y ambas se entenderán, pero también deben entender que este no era mi momento, mi lugar. Y me dolía mucho más quedarme que partir.

Te amo, Elizabeth Cooper, pero debes seguir con tu vida, y con otro hombre que de verdad te pueda dar todo lo que yo no te pude dar, porque de verdad te lo mereces.

Con Amor, tu Juggy."

Jughead dejó el lápiz y dio el último respiro viendo como una lágrima caía sobre la carta. Lentamente, se quitó la mascará de aire y al instante notó su ausencia. Desenchufó los cables que estaban atados de él, y luego de unos minutos, sus ojos se comenzaron a cerrar y puedo asegurar que lo único que vio en su cara fue el rostro de su chica y su familia, y les regaló una sonrisa antes de irse. Pero fue tarde para que ellos lo vieran.

10 años después .

—Y entonces cada vez que un bebe sonríe, nace un hada—comentó una rubia mientras veía a un pequeño niño sentado en la cama.

El niño sonrió— ¿Tú crees que los ángeles existen?— le preguntó.

Betty suspiró y miró su reloj, supo que su turno había terminado perose volvió a sentar. —Claro que si. Yo tengo un ángel junto a mi— sonrió Betty mientras veía al niño mirarla. Betty acomodó su cánula.

—¿Cuándo yo muera voy a ser un ángel?

Betty tragó saliva— Yo voy a estar aquí para que eso no ocurra.

—Eres la mejor doctora— habló el niño. Ella le dio un beso en la frente y salió de la habitación mientras caminaba por los pasillos del hospital aún sintiéndolo a él; siempre la acompañaba y por eso se quedó en ese hospital.

Luego de la muerte de Jughead, esta estudió medicina y pasaba tiempo con chicos con enfermedades, como la fibrosis quística. Sin embargo, ella no pudo volver a retomar su vida, no volvió a conocer a otro chico, pero ya no le importaba.

Caminó hasta el cementerio y se sentó al lado de la lápida para cerrar sus ojos—Se que estás junto a mi porque te siento. No te veo pero... me abrazas—se mordió el labio con lágrimas—. Como te extraño, Jug. Fue una mala idea irte pero ahora te entiendo. Y siento no poder haber dado más o tal vez, haber dado demasiado. Pero no creo poder estar nunca preparada para dejarte ir así que te pido que tú no me dejes de esta forma porque aún te sigo necesitando.

Finalizado: Mayo 20, 2019
Editado: Junio 8,2021