Aprendiendo a Vivir

✎03✎

Tal vez caminar por el hospital no era lo más divertido, pero era algo que siempre hacía. Caminó hasta que entró a una sala donde veía bebés en una incubadora—. Son lindos, ¿verdad?— dijo una chica a su lado.

Este la miró y sin decir nada, solo asinitó.

—El de allá—dijo señalando— es mi sobrino.—sonrió—. Oye, ¿Qué enfermedad tienes?— preguntó.

Jughead la miró y su celular sonó, lo tomó y miró la pantalla.

¿Dónde estás?

Jughead sonrió al ver que era Betty.

"de camino a la habitación"

contestó él y se fue dejando a la chica totalmente abandonada. Caminó hacia la habitación hasta que su pecho se comenzó a cerrar y se vio en la presión de comenzar a toser.

—¿Jug?— preguntó Betty procupada.

Jughead hizo una señal con sus dedos, intentando dejarle en claro que estaba bien y que no se acercará.

Esta vez, Betty notó que los enfermeros estaban atentos a cualquier reacción de Jughead. Este respiró profundamente y se sacó el brazo de la boca para sonreírle a ella. Todos los enfermeros volvieron a sus actividades y Betty se acercó a su lado.—¿Dónde estabas?

Ambos caminaban hacia la habitación de él—Salí a caminar un poco.

—¿Estás bien?

—¿Te procupas?— preguntó con una ceja alzada.

Betty le dio una sorisa media sonrojada—¿No lo puedo hacer?— preguntó esta vez ella.

—Si puedes— rió Jughead— ¿Te parece ir a comer?— habló — Obviamente, en la cafetería del hospital.

Betty sonrió y asinitó— Esta bien, nunca he ido. ¿Qué deleitaran mis papilas gustativas? — él rió.

Ambos caminaron hasta la cafetería y se sentaron y mientras que esperaban su pedido, Betty habló:
—¿Por qué no tomas tus medicinas?— preguntó.

Jughead levantó su ceja y la miró —¿Has revisado mis cosas?— preguntó, pero no parecía molesto.

— Solamente que he notado que no sigues las reglas con tus medicinas.

—Estás en lo correcto.

—¿Y crees que está bien?

—No, sin embargo me gusta hacerlo.

—¿Quieres morir?

Jughead la miró— ¿Acaso estoy vivo?

Betty lo miró — Claro que si.

Jughead rió irónicamente y negó— No. Vivir es mas allá de respirar.

—Pero si no tomas las medicinas, morirás y ahí ya dejarás de respirar. Si quieres vivir, tienes que seguir respirando. Van tomados de la mano.