- No lo sé.
- Cómo que no lo sabes.
- Es la verdad. No lo sé.
- Debe haber alguna razón.
- Puede ser.
- No, no puede ser. Debe haberla y tienes que decírmela.
- Te juro que no lo sé.
- ...
- ...
- Es decir que te vas así nada más porque sí. Te vas pero no sabes por qué.
- Sí.
- Pero qué mierda de respuesta es esa.
- Por favor, cálmate.
- No, no voy a calmarme. Y ahora mismo vas a decirme por qué te vas. Me debes una explicación.
- Puede ser que sí te deba una explicación, pero no la tengo. Simplemente voy a irme.
- Maldita sea. Esta historia ya me la sé. Ya la hemos vivido antes y no tengo ganas de volver a toda esa mierda.
- Te equivocas. Esta vez no es lo mismo.
- Eres una mierda. Quién te crees que eres. ¿Crees que puedes andar por ahí, yendo y viniendo cuando se te pegue la gana?
- No.
- ¿Entonces? De qué putas me estás hablando.
- Por favor, no grites.
- Qué.
- No grites, por favor. Cálmate.
- No, imbécil. No voy a calmarme. Y no eres nadie para pedirme que no grite. No eres nadie para pedirme ya nada.
- Está bien.
- No, idiota, no está bien. Y ahora mismo vas a decirme por qué te vas.
- Me voy porque no quiero seguir a tu lado.
- Eso es muy claro. Eso me queda bien claro. Pero merezco una explicación. Quiero saber por qué te vas.
- Ya te lo dije, no lo sé.
- ...
- Por favor, no llores.
- ...
- Linda, por favor.
- No, no me digas linda. Odio que me llames así. No soy linda. No soy tu linda.
- Está bien, lo siento.
- Qué es esta vez, dímelo. Dímelo.
- Te juro que no lo sé. Simplemente no me siento bien.
- Pero por qué, dios mío, ahora por qué.
- De verdad, no lo sé.
- Eres una mala persona. Eres una mala persona y no te das cuenta del daño que haces.
- No, no soy mala persona.
- Sí, sí lo eres. Me pediste que regresara a tu lado. Fuiste tú el que lo pidió.
- Sí, fui yo.
- ¿Y entonces?
- No lo sé.
- ...
- Por favor, no llores.
- Cállate.
- ...
- ...