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Hubo un escalofrío en el aire nocturno, tan helado como la nieve en diciembre, de esos que te hacen temblar de miedo. En medio de la oscuridad, Jungkook tomó la iniciativa de avanzar y encontrar al chico llamado Jimin.

No podía ver absolutamente nada.

Este lugar es tan horrendo.

—Taehyung, ¿No te gustaría hacerlo aquí?

—Idiota

—Solo decia, no te enojes

Hice todo lo posible por enfocar mi vista en alguien parecido a Jimin.

Pero no había realmente nada.

—Llegaron, se estaban tardando

—Sung, me impresiona tu presencia

—Jeon, tan lindo como siempre

Me siento perdido.

¿Los dos se conocen?

¿Cuándo pasó eso?

—Veo que tienes las cosas que te pedi

—Bueno, amo ser parte de planes macabros contra otros

Este tonto.

¿Has sabido todo desde un principio?

No hay duda que es el digno protagonista de esta historia, incluso puedo ver su nombre brillando en su frente.

—¿Por qué me ayudas?

—Por que quiero a ese payaso de regreso

El chico al que se refería, era ese niño llamado Jimin.

No entiendo que tanto pelean por él.

Yo ya me acosté con Jungkook

Así que gane.

¡Ehhh! No, no, retiro lo anterior, no me interesa para nada.

—Gracias por los papeles, eres un idiota por darmelos

—No importa, solo quiero que mi príncipe sea feliz

Entonces, cuando pensé que nada mas podria pasar, ese tipos sacó un arma y me apunto.

No quiero morir.

Sabía que era mala idea venir a este lugar.

—Taehyung, estoy esperando que me des el verdadero papel

—No lo tengo, ese es el auténtico

La sonrisa en el rostro de Jungkook se desmoronó.

—Sabes, odio a la gente que no cumple sus promesas

—Bueno, Jeon, ya somos dos

Jungkook, agarró un puñado de tierra, la arrojó a las fauces de Sung y aprovechamos la oportunidad para escondernos.

Me quedé aturdido durante un segundo antes de recuperar la compostura.

Jungkook también saco un arma.

No puede ser.

¿Qué hago aquí?

La pelea comenzó instantáneamente, y ambos tuvimos que hacer lo posible por interferir en los planes de ese tipo. Jungkook se alejó por un momento, agarrando la daga que se encontraba en las manos de Jimin, con la esperanza de apuñalar a ese mal nacido.

Sentí como alguien me apuntaba la cabeza con un arma. Me enderece con paranoia.

—¿Qué haces, BamBam?

Una mentira piadosa-vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora