💠Capítulo 5💠

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Suena la alarma y se siente como puñetazos limpios sobre toda mi zona craneal, logrando sacarme un gruñido de dolor puro.

- Me cago en tus fiestas y en tu novio, Jennie Kim.- Susurré para mi mientras apretaba los ojos y fruncía el ceño aún con los ojos cerrados, la luz me estaba molestando.

Apagué la alarma antes de que termine por perforarme la cabeza y me dispongo a tomar una ducha rápida, saludo a mis padres quienes me dieron el sermón de la vida por tener resaca y que esas eran las consecuencias por ser tan irresponsable y no medirme antes de tomar alcohol, cosa que solo empeoró mi malestar.

Solo asentí mientras escuchaba, estaba cansada y no quería escuchar regaños, terminé mi desayuno lo más rápido posible y tomé el autobús.

Me venía muriendo en mi asiento y me estaba arrepintiendo mucho de no haber faltado, sobre todo porque tendría que ver a  mis amigos que no creo que se encuentren muy felices conmigo después de decir estupideces una y otra vez sin parar.

Y claro, como olvidar la estúpida lista de besos de Kendall, la pregunta educada sería:¿Cómo haría para intentar coquetear con los estudiantes más sexys con la cara de zombie que traigo?

Pero si hablamos de la fiesta...

Me acordaba de todo, absolutamente todo, sobre como empecé hablando de lo más normal con Jennie y como todo se fue tornando caliente, sintiendo su cuerpo contra el mío, podía sentir su respiración en mi cuello, era pesada y me provocaba una sensación indescriptible que se apoderó de mi cuerpo en un dos por tres.

Bailé para ella y fui una tonta al dejarla ahí con cara de sorpresa total, luego veía las manos de "Don perfecto" sobre ella y la sangre me ardía, al igual que todo mi cuerpo, sentía mis mejillas calientes del enojo y eso hacía que todo empeore, ¿Cómo se supone que me puede atraer una chica?, estaba siendo una estúpida al enojarme porque su novio la tocara.

Besé a una de mis amigas solo para provocar a Jennie y eso había sido incluso más tonto que todo lo que iba haciendo desde que llegué, la besé y entré en pánico, y lo único que logré fue terminar diciendo más mierda.

Para ponerle la cereza al pastel, Troy no quiere saber nada de mi y me dejaron en casa de Jennie; eso no es todo, luego Jennie salió hecha bulto a preguntarme si estaba bien, la traté como lo peor pero aún así terminamos besándonos y al menos yo me llevé una calentura increíble, y digo llevar ya que no pudimos hacer nada gracias a que empezaba a sentir que mi cuerpo respondía de manera...no muy agradable a todo el alcohol que había tomado.

Cierro los ojos con fuerza después de recordar toda la basura que hice ayer y se da inicio a lo que vendría a ser mi primera: "Cruda moral".

Bajo del autobús y camino hacia el instituto, al llegar la gente me mira y los saludo a todos con una sonrisa en el rostro, no me sorprendería que no encontrara a mis amigos puesto a que no había sido muy asertiva con mis palabras en la fiesta.

Saqué mis cosas del casillero y caminé hacia mi salón, cruzándome con mis amigos en la puerta, sus sonrisas desaparecieron en cuanto me vieron, tornándose algo incómodo y con un poco de rechazo.

- Las veré luego chicas.- Se despidió Troy sin siquiera dirigirme la mirada otra vez, yéndose rápidamente.

- Hola...- Susurré con una sonrisa tímida mientras intentaba no parecer muy estúpida.

- Hola Manoban.- Saludó Rosé mientras acomodaba su cabello y suspiraba.- Te ves hecha mierda.

- Si bueno, lo sé.- reí mientras miraba a Stefanie.- Hola para ti también.

- Besas fenomenal.— Me señaló con el dedo índice, tal vez en otras circunstancias me habría reído.- Se que esto te tomará por sorpresa pero es que en serio me dejaste muy sorprendida, para ser homofóbica me besaste con bastantes ganas.- El sarcasmo se podía oler desde China.

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