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💠Capítulo 17💠

— Últimamente...no hemos estado juntos y es raro para mi decir que es mi novio cuando en realidad todo es una farsa.— Y para mi es doloroso ver a Jennie pasarla tan mal al lado de alguien con quien no es feliz, obviamente hablamos del idiota de Yan.— Además, estoy enamorada de otra personita.

Mi sonrisa se agrandó mucho más.

— ¿Ah si?, ¿Se puede saber quién es?

— Es...una chica hermosa, muy inteligente, tierna y bastante atractiva.— Entrecerré los ojos mientras ladeaba la cabeza, acerqué mi rostro al suyo y fingí estudiarla.

— Debe ser muy linda.— Agité mi cabello con aires de diva, haciendo reír a Jennie.

— Claro que lo es...— Besó mis labios, atrapando mi cintura con sus delicadas manos.

Besa mi mentón, pasando por mi cuello y siento sus manos querer meterse por debajo de mi sudadera.

— Alto.— Golpeo sus manos haciendo que se detenga.— Te recuerdo que estamos en los baños del instituto y que en cualquier momento puede entrar otra chica.

— Bueno.— Me mira coqueta, aprieta mi sudadera y tira de ella para acercarme a su cuerpo.— Entonces será en el baño de tu habitación.— La sirena suena, indicando que ya nos toca ir a nuestra primera clase, pero me gusta esta Jennie salvaje.— Esta noche Lisa, te quiero desnuda.— Podría tenerme así ahora mismo pero se me hace tarde y Rosé me mataría.

— Hecho, toda tuya.— Piqué su estómago, besándola por última vez.

Salimos de los baños como si nada, ventajas de ser chicas, nadie sospecha lo que podría pasar ahí dentro.
Camino hasta Rosé, que me espera impaciente y con cara de pocos amigos, pero para mi sorpresa y la de Jennie, vimos a una sonriente Jisoo a su lado.

— ¡Buenos días estrellita!— Trato de bromear con Rosé pero ella sigue dejándome en claro con esa mirada que me quiere cortar los ovarios.— Creo que no tan buenos...

— ¿Te parece?.— Respondió mi mejor amiga con una sonrisa sarcástica en el rostro para luego cerrar su casillero con fuerza.— Ahora mueve tu trasero tailandés antes de que me pegue un tiro.

— Fue un gusto acompañarte Rosie.— Jisoo disfrutaba mucho de desesperar a Rosé, era su deporte favorito.

— Muérete Jisoo, me harías un gran favor.— Jennie y yo aguantamos la risa.

— Si me muero no podrías besarme, y no quiero que te deprimas por eso.— Jisoo utilizaba su voz de niñita pretenciosa mientras ponía ambos puños en sus costados.

— Ya quisieras.— Respondió Rosé mientras rodaba los ojos, iba a caminar en dirección al salón de clases pero Jisoo se lo impedía una y otra vez, mi amiga bufó cansada y molesta, pateando el piso.— ¡Quítate de mi camino!.— Nada.— ¡Hablo en serio Jisoo!

— Solo si me das un besito.— Mi amiga suspiro cansada, pero miró a Jisoo con una pequeña sonrisa.

— Tengo algo mejor.—Se que tiene algo en mente y no es nada bonito.— ¿Te apetece este caramelo?.— Dijo antes de ponérselo en la boca, Jisoo asintió emocionada mientras se acercaba más a Rosé y cerraba los ojos, rápidamente mi amiga aprovechó el momento y sacó una hoja de su mochila, haciendo una pequeña bolita.

Me partí de la risa junto a Jennie al ver que ahora la bola de papel estaba en la boca de Jisoo.

— Piérdete.— Se despidió triunfante antes de empujar con el hombro a Jisoo, me tomó de la mano y me apresuró para caminar.

— ¡ALGÚN DÍA CONSEGUIRÉ UN BESO TUYO ROSÉ!.— Escuchaba los gritos de su amada se escuchaban a lo lejos mientras la risa de Jennie la acompañaba.