💠Capítulo 26💠

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Extrañaba esto, sentirla entre mis brazos mientras escucho su tranquila respiración, se ve hermosa incluso cuando duerme, y lo que más me hace feliz, es saber que es solo mía.

— Jenn— Susurré— Cielo, debes levantarte.

— Mmmh— Se quejó, a veces yo parezco la mayor, frunció el ceño, probablemente ya había olido los panqueques, me dio un beso perezoso en la comisura de los labios para luego levantarse.— Muy buenos días para ti también— Dijo antes de volver a acostarse a mi lado.

— Eres perfecta— Le dije mientras la miraba a los ojos, ella solo soltó una risita de bebé para luego ocultar su rostro en mi pecho.

— No me digas eso cuando acabo de levantarme, me cuesta creerte— Reí puesto a que ni ella misma se da cuenta de su belleza.

— ¿De que hablas?, para mi eres preciosa— Besé su cabello castaño— Peeero, te diré luego lo mucho que me encantas, por ahora iremos a desayunar.

— ¿Panqueques?— Preguntó mientras me miraba con esa carita de gatito hambriento, asentí animada.

— Muchos panqueques— Pensé por un momento que mi corazón empezaba a hincharse de la felicidad al sentir la mano de Jennie tomar la mía, entrelazándose para bajar hacia la cocina dando saltitos.

Acabo de conquistar a su estómago, y espero haber hecho lo mismo con su corazón.

***

— Ya saldremos de vacaciones, este 26– Hablaba emocionada mientras caminábamos en dirección a la plaza tomadas de la mano, por primera vez no tenía miedo a ser juzgada, considerando que en Seúl es...muy difícil de ver para algunas personas.

— Precisamente de eso quería hablarte— Su carita de confusión me alentaba a decir la gran noticia.— Estaba pensando que sería bueno pasar las vacaciones con Rosé y Jisoo, no sé...visitar algún lugar o ir de viaje, sería divertido.

— ¡Si, obviamente si!— Se prendió de mi cuello para llenarme la cara de besos, tuve que poner fuerza en las piernas para no caer en medio de la calle, reí al sentir las cosquillas que me causaban sus besos.

— Bien, ¡Prepara tus cosas esta noche!— Asintió enérgicamente mientras besaba mis labios rápidamente.

El semáforo estaba en verde, los autos esperaban pacientes a que la luz cambie a rojo, miré con diversión a Jennie, y ella hizo lo mismo en señal de complicidad.

— A que no te atreves a bailar para los conductores— Me retó.

— Me atrevo si aceptas ir conmigo— Le tendí mi mano, ella parecía dudar, pero podía ver que le gustaba la idea— Vamos Jenn, baila conmigo— puse un puchero, puso los ojos en blanco para luego tomar mi mano y caminar conmigo hacia el centro de la pista.

Reí al caer en cuenta de la estupidez que estaba apunto de hacer, es increíble todo lo que puedo ser capaz de hacer si ella está a mi lado, desde ganar una apuesta ridícula, huir de un maltratador, romperle la nariz, vestir de unicornio, correr bajo la lluvia junto a ella, y ahora bailar y quedar en ridículo, es raro, pero me encanta.

La vi con una sonrisa burlona, parecía intimidada al ser vista por los conductores, reí y le tendí mi mano.

— Vamos Jenn, no seas tímida ahora

— Liz, no se bailar— Enarqué una ceja.

— Falacias— La apunté, aún quedaba algo de tiempo para bailar— En todo caso siempre se puede aprender— Corrí hacia ella y la tomé de la cintura— ¿Lista?— Asintió

Empezamos a bailar al ritmo del fastidioso  claxon de los conductores molestos, el ruido de la ciudad y nuestras risas, una combinación que nunca antes creí que podía ser tan mágica, eran de esos momentos en los que te reías hasta que tu estómago empezaba a doler, te detienes, miras a tu alrededor y te das cuenta de lo hermosa que es la persona con la que estás disfrutando tanto, Jennie es encantadora y tiene una sonrisa para morirse de amor, sigo sin poder creer que todo esté amor que siento es mutuo, simplemente no caigo.

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