💠Capítulo 31💠

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Ya pasó un mes desde esa fiesta, y cada noche los recuerdos me invadían cuando no podía conciliar el sueño, hablaba muy pocas veces con Ella ya que se escapaba de casa de vez en cuando para verme, mientras que su hermana no había vuelto a abrir la ventana de su habitación y las cortinas siempre estaban abajo, aún recuerdo cuando me había llamado una semana después de la fiesta en la casa de playa y me dijo que quería verme, me citó en el parque, en esa casita que le había mostrado, todo para que me terminara, y por si eso fuera poco, ahora tenía novio, Kai, el idiota ese.

Pero así como la estaba pasando horrible durante todo un mes, también pasaban cosas lindas, Stefanie volvió a hablarme después de mucho tiempo para pedirme disculpas por su desaparición, pero contándome que estaba muy feliz con Kelsey, su novia, y yo me alegro de que ella haya encontrado a alguien.

Troy también tiene novio, pero no ese chico rubio con el que siempre lo veíamos, era un castaño bastante lindo, su nombre es Jacob Bixenman.

Y bueno, Jisoo y Rosé son mi novela favorita, cuando por fin la mantén del pollo frito se animó a darle un beso, Rosé salió corriendo como si la pobre Jisoo tuviera sida, y no la culpo porque bueno...yo era igual,

Hablaré con Rosé sobre sus pánicos gay, solo faltaría que se anime a pedirle que sea su novia y todos felices, todos menos yo, claro.

Todo el mundo se había puesto de acuerdo para tener vida amorosa, mientras una se muere por las noches llorando por sus errores del pasado.

Tenía todo, y lo perdí por idiota.

— Ella...— Llamé a la pequeña, estaba jugando sobre mi cama, picándome la cara con su dedo índice.

— ¿Que?— Soltó una risita cuando atrapé la punta de su dedo entre los dientes.

— ¿Jennie...se encuentra bien?— No se por qué le estoy preguntando esto a una niña de 11 años.

Quizás porque sigo enamorada de su hermana.

— Dice estarlo pero no le creo— Fruncí el ceño.

— ¿Y por qué no?

— Cuando estaba contigo solía reír más— lo dijo con toda la inocencia del mundo, pero a mí me dejó sorprendida.— Kai no parece hacerla muy feliz.

No le contesté nada puesto a que no sabía que decir, solo me quedé acariciando su cabello castaño, eso me traía recuerdos, toda ella me recuerda a Jennie, desde sus ojos hasta el mínimo gesto que haga, era como tener una pequeña parte de mi ex conmigo...lo cual es raro, lo siento.

— Bueno, es hora de que vayas a casa pequeña— Apreté los labios al ver su gesto triste— Ya es tarde y debes dormir.

— ¿Saldrás de fiesta no?— Me miró con los ojos entrecerrados— Niña mala— Reí, alborotando su cabello.

— Tú eres una niña mala, ¿Que haces despierta a la 1:30 a.m?

— Hablando contigoooo, duuuuhh— Empujó mi frente con el dedo índice— Te extraño, por eso suelo visitarte.

La abracé lo más fuerte posible.

— Y a mí me encanta que vengas a verme, pero ya es tarde y...si, saldré de fiesta— Reí, besé su frente con cariño antes de que caminara hacia mi ventana.— Ten cuidado al bajar cariño.

— Lo tendré, cuídate y no tomes mucho— Soltó una última risa antes de bajar por la escalera.

Lo siento Ella, pero no te haré mucho caso hoy, necesitaré muchas botellas de vodka para no soltarme a llorar si llego a escuchar las canciones que solía cantar con Jennie, nuestras favoritas.

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