💫28: ¡Él me gusta!

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Narra __________ :

Observo mis manos, las cuales ya no tienen aquel color rojizo tan notorio, pero sin embargo sigo con muy poca energía. Desperté hace unos minutos, en los cuales intenté ponerme de pie, pero simplemente no lo logré.

-Menos mal que estás bien -dice mi madre entrando a mi habitación, sin darme tiempo a responder porque me ha abrazado al instante -Estaba muy preocupada.

-Estoy bien, mamá -se aleja -No fue nada.

-¿Por qué lo hiciste? -cuestiona sentándose a mi costado, asi que suspiro.

-Mamá, sabes que no podía dejarlo ahí.

-Pero no debiste salir. ¿Qué hubiera pasado si algo más grave te ocurría?, ¿acaso no pensaste en como se hubieran puesto tus padres si algo malo te pasaba? -su voz se corta -¿No pensaste en tu madre, _________?.

-Lo hice -murmuró. Si, lo hice, pero cuándo ya me dí cuenta de que estaba afuera -Pero no podía dejarlo.

-Creí que habíamos quedado en algo. Pensé que habías dejado de hablar con ese chico por tu bien, hija.

-Deje de hacerlo, pero no fue mi culpa haber reaccionado de esa manera. Yo...actué sin pensar, fue un impulso.

-¿Desde cuándo acá tienes esas clases de reacciones? -desvio mi mirada -¡Responde _________!, ¡¿acaso estás metida en algo con él?!.

-Basta mamá, detente.

-¡No!, ¡Necesito saber porque mi hija arriesgó su vida por alguien que apenas conoce!.

-¡Por que me gusta! -respondo -¡Él me gusta, y por eso no pude evitar ayudarlo!. Me gusta Christopher, mamá.

Narra Christopher :

-Ten, me costó conseguirlo -dice mi hermano entregandome una pequeña bolsa -Me creyeron gay por haber ido a comprar ese polvo.

-Gracias.

-Me debes doce dólares.

Cierro la puerta de mi habitación y me colocó frente al espejo de mi armario mientras saco el polvo de su emboltura. Lanzó la bolsa a mi cama, y reviso el pequeño envase redondo en busca de instrucciones.

No quisiera que empeoren mis golpes o que me suceda algo peor, pero al parecer esto se coloca porque sí.

-¿En serio se ponen esta cosa en la cara? -pregunto tocando el polvo -Mejor se ponen harina. Es lo mismo.

Tomo la esponja cuando abro la segunda tapa.

-¿Y esto para que es?.

La lanzó fuera de mi vista, y tomo un poco de polvo en mis dedos para colocarlo sobre el moretón que tengo en mi pómulo. No hubiera querido hacer esto: colocarme maquillaje; pero es mejor que recibir una regaño de mi madre de cuatro horas, más, una lección de vida completa.

Y eso que he descartado el hecho de que iría a la prepa, para hablar con el director.

Algo vergonzoso para un chico de mi edad.

Miro fijamente mi mejilla, y doy como conclusión de que disimula bien, asi que coloco otro poco en la esquina de mi labio. No es muy grande la herida, pero sin embargo se nota.

-Listo -susurro moviendo mis mejillas. Me siento raro. Mi rostro se siente raro.

Seco y tiezo.

-Ahora veo porque lo usan -digo mirando mi rostro limpio de moretones, asi que vuelvo a cerrar aquel envase para ir hasta mi cama y guardar el polvo en la bolsa.

Suspiro mirando hacia la ventana de la habitación de ________, en dónde claramente, al ver a su madre acusarla con su dedo desde la puerta de su habitación; me doy cuenta de que la está regañando.

No sé si estoy en lo correcto, pero, ¿tan malo fue que ella haya tratado de ayudarme?.

-Tengo que ir a ver como esta -me digo, asi que luego de haber guardado aquella bolsa en el cajón de mi armario, bajo hasta la cocina en dónde mi madre se encuentra.

-Me alegra que ya estes mejor, pensaba llevarte una pastilla.

-No era necesario, ya me siento bien -digo -Mamá, saldré un rato.

-¿A dónde vas?. La cena está casi lista, y tu padre no tardará en llegar.

-No es muy lejos, iré a la casa de alado.

-¿Ahora molestas a los vecinos?

-¡Tiene novia! -exclama Jonathan desde la sala -¡Ya es oficial!.

-¿En serio?

-No -niego rápidamente.

-¿Con que es aquella chica, eh? -dice mi madre con una sonrisa, asi que reviro los ojos -Creí que jamás llegaría a conocerla, pero como ya lo hago, creo que no habrá problema en dejarte ir. Su madre me habló muy bien de ella cuando llegamos aquí.

-Tiene sus razones. En fin, volveré en seguida.

Dándole un golpe en la cabeza a Jonathan cuando salgo de la cocina, voy hasta la puerta para salir de mi casa.

En realidad, tengo la impotencia de preguntar si ella se encuentra bien.

Me preocupó cuando reaccionó de aquella manera.




|| Tan Cerca Y Tan Lejos || Christopher y Tú || Terminada ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora