los miedos de Darcy

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El beso temprano y el buen día en la cotidianidad , comenzaba en esa nueva etapa , la vida a la que desde ahora ambos se prometían, comenzaba para ser una promisoria rutina.

Darcy no podía pedir nada más de ella , porque con ella , lograba sentirse pleno, y solo le quedaba encaminar definitivamente el rumbo del futuro de su hermana.
Con Lizzie ahora todo sería más fácil para él ; porque además de ser mujer para entenderla , tenía el equilibrio y la sensatez suficiente para ayudarle a cumplir con esa tarea moral en el deber fraterno que se había prometido para sí mismo.

Sentia que debía quitarse los otros temores que comenzaba a sentir.

La búsqueda de un heredero ya no lo sentía como una perturbación , esa vehemencia ahora cambiaba, le empezaba a preocupar y sentir miedo con los peligros del que estaba expuesta Elizabeth en el próximo alumbramiento ; sobretodo porque sabía que algunas mujeres dejaban la vida en el intento , bien sabía de ello, porque lo había sufrido en carne propia cuando su madre y otro hermano recién nacido, habían fallecido en el parto poco años después de la llegada al mundo de Georgiana.

-quédate un rato más en la cama cariño, yo iré a la barbería con Wilkins, estoy hecho un desastre, no quiero quejas suyas -se abrazó a ella delicadamente y luego la besó, mientras que Lizzie se estiraba con los ojos cerrados entre sus brazos

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-quédate un rato más en la cama cariño, yo iré a la barbería con Wilkins, estoy hecho un desastre, no quiero quejas suyas -se abrazó a ella delicadamente y luego la besó, mientras que Lizzie se estiraba con los ojos cerrados entre sus brazos.

Se levantó luego muy rápido y al irse, Lizzie lo llamó por su nombre, se incorporó y le regaló semi sentada una sonrisa incomparable y plena para quién era el único receptor de ese rostro iluminado lleno de amor.

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Por un herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora