𝙀𝙇 𝘾𝙃𝙄𝘾𝙊 𝘿𝙀 𝘾𝘼𝘽𝙀𝙇𝙇𝙊 𝘿𝙊𝙍𝘼𝘿𝙊 ─ jooнyυĸ

𝘾𝙃𝘼𝙋𝙏𝙀𝙍 • 𝙏𝙒𝙊

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Jooheon entró con demasiada confianza al salón de los chicos de último grado, sus ojos buscaron su objetivo encontrandolo sentado besando a una chica castaña y de buen cuerpo.

Con pasos decididos se acercó y aclaró su garganta para poder llamar la atención de aquellos dos que se estaban comiendo, lo cuál logró con mucha facilidad.

─ ¿Tú eres Lee Taeyong? ─ le preguntó Jooheon sin mostrar algún signo de miedo o admiración. El chico de cabello negro lo miró con una ceja alzada y le dijo algo a la castaña, haciendo que se levantara de su regazo y saliera caminando a una de las bancas de enfrente, mirando a Jooheon con molestia por haber interrumpido. El más alto limpió sus labios con su dedo pulgar y cruzó sus piernas acomodandose en su lugar.

─ El mismo. Eres amigo de Suga ¿verdad? mencionó algo de que te interesó la propuesta ─ se levantó de su butaca y caminó a la salida de su salón, haciendo ademán con sus dedos para que Jooheon lo siguiera.

Subieron a la terraza de la escuela, ahí donde estaba prohibido que cualquier alumnado entrara, pero ningún maestro subía a revisar. Por eso mismo, cualquiera iba y rompía las reglas.

─ Nadie sabe sobre la página ─ Taeyong continuó hablando cuando nadie estaba cerca ─ si quieres hacer negocios conmigo tendrás que cerrar tu boca y solamente hacer tu trabajo. Sabes que la paga es buena, puedes conseguir miles tan sólo con una visualización en el vídeo, conveniente ¿No crees? ─ sus dedos llenos de anillos frotaron su propia nariz y miró al castaño ─. Suga ya hizo tratos conmigo, me habló de que quizá te animarías con el chico de cabello dorado.

─ ¿Y si alguien mira el vídeo...

─Lee Minhyuk es un chico adinerado, sus padres tienen una fortuna y su único hijo es una reliquia en el mundo de los ricos; la página no llega al alcance de personas con el poder de la familia Lee ni la familia Park. ─ le interrumpió y se acercó a él con manos en los bolsillos ─, no debes pensar ni preocuparte por eso; si haces negocios conmigo tienes el derecho de ser respaldado por mi, ese es otro de los beneficios si aceptas.

─ ¿Cuáles son todos los beneficios si acepto? ─ preguntó el menor. Taeyong rió y se aclaró la garganta antes de continuar.

─ Cada visualización al vídeo será una paga, si tienes algún problema podrás consultar a mi y los asociados de la página, veremos la manera de solucionar tus problemas; tendrás tu propio seguro, ya sabes, cuidados a la hora de tener sexo. Posiblemente te hagas millonario si decides ser actor en mi página, si lo deseas, tu identidad no será revelada. Todo será secreto.

─ ¿Y las desventajas?

─ Eres astuto, pero no las hay. La única desventaja sería que no aceptaras el trato y pierdas toda esa fortuna. Soy un chico justo y honrado, puedes trabajar conmigo el tiempo que quieras, y cuando decidas salir, podrás hacerlo. ─ terminó con una sonrisa en labios.

Jooheon lo pensó, necesitaba dinero y sobre todo necesitaba romper ese hermoso culo y hacerlo suyo por al menos una o dos noches. Esa inocencia que había visto horas antes había vuelto locas sus hormonas, llegando al punto de sentirse caliente al verlo alejarse meneando sus caderas mientras reía con sus amigos.

─ Puedes tener al chico de cabello dorado; su nombre es Lee Minhyuk y es hijo único. Vive cerca de la Universidad, como a cinco calles abajo, sus padres viajan mucho, casi no están en casa. ─ habló como si supiera cada información y detalle en aquel chico ─, pero sí vive rodeado de esos chicos con los que siempre anda. El primero de ellos es Yoo Kihyun, parece ser su mejor amigo, después sigue Park JiMin compañeros desde secundaria y amigos de compras, Chae Hyungwon y Lee Hoseok, ambos son pareja, pero muy apegados al rubio. Y el último, Im Changkyun, hermanastro de Lee Hoseok, también amigo de Minhyuk.

─ ¿Aprendiste todo eso? ─ preguntó curioso. Taeyong rodó los ojos y sacó su celular.

─ ¿Entras o no? Deberás arreglártelas para poder llegar al chico, llevarlo a un antro y drogarlo o enamorarlo, pero debes hacer el vídeo y mandarlo a mi correo. Si aceptas... necesito tu huella aquí. ─ extendió su teléfono al menor y abrió un archivo en donde se podía ver un identificador de huellas ─ no uso el papel para estas cosas, siglo veintiuno, las cosas evolucionan─ dijo con cierto orgullo.

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─ Y bien... ¿qué te dijo Taeyong? ─ preguntó el de tez pálida mientras tomaban sus toallas del suelo y secaban su desnudo torso. Jooheon no respondió y sólo echó su toalla al cuello y caminó a los vestuarios siendo seguido por su hyung. ─ oye, idiota. Te estoy hablando ¿aceptaste?

─ Si, hyung. Acepté, ahora deje de joder que me entró agua en el oído. ─ se quejó comenzando a ladear su cabeza y golpeandola levemente.

YoonGi soltó una risita y alborotó su húmedo cabello. ─ Que buena elección, seremos millonarios en tan sólo unos minutos. ─ casqueó su lengua y miró detrás de él─ ¿Qué el idiota de Namjoon no piensa salir? Se volverá una pasa dentro de la piscina.

─ ¿Está seguro que nadie lo sabrá?

Min lo miró con una ceja alzada. ─ ¿Eh?

─ Piénsalo, es una página porno. Todo mundo ve esas páginas; incluso las niñas de secundaria los visitan ¿por qué no hacerlo personas con dinero?

YoonGi le dio una mirada con frustración y rascó su mandíbula. Entornó los ojos por cada comentario sin sentido que le daba el castaño, pero entendía que estuviese de miedoso al ser primerizo en todo ese royo de mierda en el que se habían metido, pero YoonGi sabía que nada pasaría, bueno, eso pensaba después de haber hecho varios trabajos como esos con Lee.

─ Si no te callas la boca te llevaré de vuelta a la piscina y meteré tu cabeza al agua hasta que dejes de moverte ─ amenazó ─, joder, Lee tiene sus métodos macabros para que nada de eso que dices pase, así que cállate. Además ─ lo señaló ─ ¿qué miedo tienes tú? Tu cara no sé verá en lo mínimo, más aparte al que estarán cogiendo es al chico que elegiste, no a ti, marica.

Jooheon asintió pensativo y no mencionó algo más. Si era así, seguro tenía razón. YoonGi era un persona sería y sabia, además, era mayor que él. Sabia todo acerca de los trabajos de Taeyong, él habia trabajado varias veces con él; y si Min decía que todo estaría en orden, él lo creería, YoonGi jamás le fallaba.

─ ¿Y bien? ─ el mayor palmeó su desnudo hombro y abrió su casillero para sacar su uniforme. Jooheon lo miró desconcertado provocando que el mayor rodara sus ojos─ ¿a quién elegiste? ─ le aclaró su duda.

─ ¿No es obvio, hyung? ─ soltó una risita nerviosa ─ al chico de cabello dorado.

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