𝙀𝙇 𝘾𝙃𝙄𝘾𝙊 𝘿𝙀 𝘾𝘼𝘽𝙀𝙇𝙇𝙊 𝘿𝙊𝙍𝘼𝘿𝙊 ─ jooнyυĸ

𝘾𝙃𝘼𝙋𝙏𝙀𝙍 • 𝙀𝙄𝙂𝙃𝙏

La recuperación de Jimin, por suerte, había estado bien. Muy pronto esa hermosa sonrisa que tanto amaban sus amigos relucia de nuevo, Minhyuk había creído que Park posiblemente estaría mal por todo lo sucedido antes, pero no, Jimin se veía demasiado contento.

Miró nuevamente al pequeño pelirrojo, este solo se mantenía sumido en sus apuntes mientras el profesor escribía en el pizarrón, en la parte posterior de su libreta había un muy bien dibujado corazón con tinta ropa. Soltó una risita. Sin duda, Jimin estaba demasiado recuperado para su gusto.

Jimin le pasó un pequeño trozo de papel y después de eso miró nuevamente al frente para seguir apuntando. Eso parecía demasiado raro de él. Miró aquella nota y quizo reír pero lamentablemente no podía.

"Deja de mirarme, me das miedo" Y al final una carita enfadada. El rubio le obedeció sin antes dar un golpe en su antebrazo, se acomodó en su sitio y siguió anotando de igual forma.

Pero derrepente todo cambió a su alrededor.

Minhyuk era consiente de las miradas que le daban los demás cada que iba por los pasillos o entraba a la cafetería, la mayoría lo miraba con aparente admiración, quedaban embobados por su apariencia tan pulcra y hermosa. Incluso escuchaba suspiros o elogios que se susurraban los demás entre sí, y eso le hacía sentir especial, quizá un poco tímido, pero especial. Le gustaba esa atención que le daban.

Pero las miradas que le daban en ese momento que caminaba a un lado de Jimin eran diferentes. No eran las mismas. Se veían distintas y comenzaban a incomodarlo tanto así que se sentía tan minúsculo e insignificante. Quizo creer que solo era su imaginación, era parte de un pensamiento negativo que había llegado de momento en él y esperaba pasiente que pronto dejara de sentirse así.

-Jimin... -murmuró bajito al menor y este lo miró mientras devoraba un trozo de sándwich.

-¿Qué sucede?

-¿Tú.. no sientes que me miran raro?

Jimin, sin detener su caminar, visualizó su alrededor. Todo estaba bien para él, no sentía molestia alguna. Miró nuevamente al rubio y frunció su ceño ladeando su cabeza.

-Minnie a ti siempre te miran, eres muy lindo para no hacerlo- le dio unas palmaditas y siguió caminando con una sonrisa, pero nuevamente el rubio insistió.

-Lo sé, solo que.. -miró a los demás y se pegó incluso más de lo normal al pelirrojo- siento que sus miradas son diferentes, así como burlonas o más con malas intenciones y eso da miedo.

Nuevamente el menor lo miró con su ceño fruncido y trató de ubicar esas miradas que el mayor mencionaba, pero la mayoría estaba platicando o cuchichicheando cosas entre ellos, o algunos solo desviaban las miradas cuando Jimin los miraba.

-Yo no noto nada anormal- negó y para que el mayor no se sintiera tan observado lo tomó de su brazo y comenzó a caminar con él hasta la cafetería, en donde siempre, sus amigos los esperaban para almorzar.

Minhyuk quizo tranquilizarse, quizá sólo era producto de su imaginación y estaba exagerando así que simplemente siguió caminando y se sentó en donde siempre, frente a Hoseok, Hyungwon, Changkyun y en medio de Jimin y Kihyun; sus amigos sonrieron al ver a los menores llegar. Hoseok amaba a Minhyuk, era como un pequeño hermano al que cuidaba, le parecía demasiado tierno, y le gustaba comprar su almuerzo, para ser específicos, consentirlo.

-Espero que esta vez termines todo, puppy- el fortachon le pasó una bandeja con su almuerzo sobre esta y le sonrió abrazando a Hyungwon quien estaba a su lado- esta vez mi precioso novio eligió tu almuerzo, y como ambos tienen gustos similares espero termines todo.

-Por suerte Hoseok pagó por todo, así que no desperdicies el dinero de tu hyung, puppy- le sonrió Hyungwon.

-Yo pedí el tuyo, Jiminnie, solo que el tuyo no es gratis- Kihyun le pasó la bandeja a Jimin y después extendió su mano- ya sé que soy rico pero también pobre y hoy estoy en modo pobre así que venga el dinero.

Todos soltaron risas al ver el puchero del menor y entregarle el dinero a Kihyun, quien gustoso lo tomó y lo guardó en su bolsillo sonriente.

-Tengo sed- musitó Changkyun.

-El perdedor invitará las bebidas- propuso Hoseok divertido. Tomó una servilleta y comenzó a cortar trocitos de éste los cuales hizo bolita y al final los dejó sobre la mesa- uno de ellos tiene un pedacito de pan, al que le toque irá por las bebidas de todos

-Es injusto eso, no quiero jugar así- bufó Jimin cruzándose de brazos y haciendo un puchero.

-¿Quieres ir entonces?

Jimin negó. -No, no quiero ir.

-Entonces toma una bolita de papel o irás- el mayor de todos tomó su bolita de papel y los demás hicieron lo mismo, incluso Jimin quien lo hizo derrotado.

Kihyun se había salvado, Hyungwon también lo hizo, después Hoseok y Changkyun.

-¡Si!- gritó el chico Park al no ver el trocito de pan dentro de la bolita de papel. Todos miraron a Minhyuk.

-Diablos- hizo un puchero al ver que era el último que faltaba y se levantó derrotado sin abrir la bolita de papel- ¿Qué quieren de beber?

-Para que veas que somos buenas personas solo trae sumo de naranja.

Kihyun negó. -Yo quiero de uva.

Minhyuk soltó una pequeña risa y se encaminó a una máquina expendedora que estaba en los pasillos del instituto. Esa sensación incomoda llegó de regreso. Caminó tratando de ignorar esas miradas desaprobatorias de sus compañeros de instituto y rápidamente compró las bebidas de sus amigos. Abrazó los seis botes de sumo y se irguió para comenzar a caminar de vuelta a la cafetería pero alguien, como si fuera una de esas películas cliché, le hizo chocar y por consecuencia una que otra botella cayó al piso.

-Fíjate por donde caminas, maldita zorra- le gritaron. Quedó estático en su lugar un tanto sorprendido, nadie le había faltado al respeto de esa forma.

-Parece que a la marica le cortaron la lengua- alguien más masculló divertido.

Tragó saliva. Su cuerpo se sintió temblar y sus ojos se nublaron por las lágrimas que se acumularon sobre estos. Ellos sigueron molestando.

-Quién creería que detrás de esa fachada de niño rico, inocente y amado por todo el instituto se escondería una vil puta. Eres igual que todos, Minhyuk, una sucia perra barata- esa era la voz de una chica.

Suspiró y recogió las botellas botadas en el suelo. -N-no sé de qué hablan.

El trío de chicos rieron, uno de ellos, y al parecer el mayor, se acercó preligrosamente a él y lo miró a los ojos con burla.

-Deja de hacerte el inocente, bien sabes la maldita locura que hiciste, risitos de oro- se acercó a su oreja y susurró- me das asco.

Minhyuk lo apartó y retrocedió. -Déjame en paz, están locos.

Estos rieron de nuevo y la chica fue la que se acercó a él con el celular en manos.

-Follando el culo del chico más polular de la escuela- leyó con burla y después le mostró la pantalla del celular al rubio- nuestro adorado chico de cabello dorado.

Su corazón se oprimió con dolor al ver que efectivamente ese chico era él.

──────•❥🌻🌼🌻❥•──────

Agradecería demasiado si comparten la historia, me emociona la idea de hacer crecer esta familia, ay. ❤️