Caminamos durante un rato adentrándonos en un bosque con caminos de tierra que se cruzan. Llegamos a un lago con mucha hierba alrededor y algún banco antiguo. Está atardeciendo y desde aquí se ve toda la ciudad.
Es... ¡impresionante! - exclamo maravillada.
-Es la primera vez que traigo a alguien. Siempre vengo solo. Me gusta sentarme aquí, olvidarme de todo y contemplar la ciudad al atardecer. Es un lugar especial.
-Gracias por enseñarme esto.
Álvaro sonríe.
Durante un rato ninguno de los dos dice nada. Nos limitamos a mirar la ciudad iluminada que se extiende bajo nosotros.
Quiero preguntarle por qué soy la primera persona que trae aquí, pero no quiero estropear el momento.
Álvaro se quita la mochila y saca una toalla en la que nos sentamos y dos latas de Coca-cola.
Espero que no se hayan agitado demasiado durante el camino - comenta mientras me ofrece una Coca-cola.
Por segunda vez en lo que va de tarde le doy las gracias.
No las des, pero eso sí, nada de tirármela por encima que ya conozco tu afición por echarme líquidos cuando estoy distraído- bromea.
¡Oye!- le doy un codazo amistoso en el costado- sabes que no era mi intención.
Sabes que si- me da un empujón suave en el brazo.
Yo se lo devuelvo y enseguida empezamos una pelea tonta. Le quito su refresco y empiezo a correr por la hierba. Él me sigue y siento como si volviéramos unos días atrás, cuando me perseguía por el jardín con un cubo en la mano. Me río al recordarlo. Álvaro me alcanza y en vez de coger su refresco me quita el móvil del bolsillo y huye con el. Corro detrás pero enseguida me canso y finalmente vuelvo a tumbarme en la hierba.
Álvaro sostiene su móvil en una mano y el mio en la otra. Está haciendo algo con ambos pero estas sentado a varios metros de mi y no logro ver el qué.
Miro el cielo y luego cierro los ojos. Noto como él se tumba a mi lado y me devuelve el móvil.
Cuando abro los ojos veo que me está mirando.
Ahora me toca a mi poner la música- murmura tocando la pantalla de su móvil.
Suena Coldplay.
Pasamos un tiempo así, tumbados, mirando el atardecer de Madrid y escuchando música.
Miro mi reloj. Se ha hecho tarde, debería volver.
-Creo que debería irme ya Álvaro.
-Claro, te llevo.
Volvemos la mayor parte del camino en silencio.
El coche para delante de mi edificio.
Gracias por traerme. Y por todo lo de esta tarde- digo bajándome del coche.
-Vuelvo a buscarte cuando quieras.
Asiento y sonrío.
Cierro la puerta del coche y entro en casa. Laura, como era de esperar, está despierta esperando a que le cuente todos los detalles.
Le hago un resumen rápido de lo que ha pasado durante la tarde, omitiendo algunas cosas y me escabullo hacia mi habitación.
Me desmaquillo, me pongo el pijama y me meto en la cama repasando mentalmente las conversaciones de esta tarde hasta que me duermo.