Capítulo 22

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La mañana siguiente Ashley despertó en la cama de Pedro. Vestía tan solo su braga y tapada con una sábana.

Al abrir los ojos, no vio a su chico a su tumbado a su lado. Estaba entrando por la puerta del cuarto con una bandeja. Le llevaba el desayuno.

_Qué es esto. – Preguntó ella.

_Buenos días, amor. Edgar ya ha comido, al igual que las ratas y Elena ya tiene su medicación puesta. Es una ratita muy buena y lista.

Pedro puso la bandeja en la mesilla de noche mientras recibía un beso de buenos días de Ashley.

_Me podría acostumbrar a tener tus besos cada amanecer. – Señaló Pedro. – No sé cómo voy a poder estar tanto tiempo sin esto.

_¿Sabes qué será lo peor de que estés fuera de casa tanto tiempo? – El actor negó con la cabeza. – que vas a estar fuera tu cumpleaños.

_Pero el tuyo, el que más me importa a mí, voy a estar aquí. Voy a poder celebrarlo contigo.

_Cómo sabes...

_Nicky me dijo cuándo es.

Desayunaron en la cama, juntos. Después se ducharon y Ashley se cambió a toda prisa. Iba con prisas al trabajo. Llegaba tarde.

Nick le había estado contando a Isabella y a Matt que la jefa estaba ya metida en una relación con el vecino y que había pasado la noche en su casa.

En el primer rato que tuvieron libre, la buscaron a toda prisa y le hicieron un interrogatorio completo. Tenían curiosidad por saber qué había pasado aquella noche. Aunque tampoco había que ser muy listo para imaginárselo. Pero querían detalles.

Aquella noche no fue muy diferente a la anterior. Ashley la pasó en casa de Pedro.

Cuando llegó el momento en el que Pedro tuvo que salir de la ciudad, Ashley fue a despedirle al aeropuerto.

_Te voy a echar muchísimo de menos. – Dijo el actor en la puerta de embarque sin soltar la cintura de su chica. – No me apetece dejar de despertarme contigo, como en estos dos días.

_En un mes vuelves a casa.

_¿No te olvidarás de mí? Este trabajo me llevará muchas veces lejos de ti.

_Pedro, sabía quién eres antes de conocerte. Recuerda que he sido una fan tuya. Sé a lo que me expongo al estar contigo. Esta no será la última vez que tengas que salir de la ciudad por trabajo. Quizás tengas que pasar temporadas más largas.

_Eres muy comprensiva, Ash. No me imaginé que alguien pudiera entender así mi profesión.

_Cariño, he decidido estar contigo. No te voy a dejar por esto.

Por megafonía llamaron al vuelo que tenía que coger Pedro. Con un beso que duró un par de minutos, Ashley se despidió de su novio.

Tras ver despegar el avión, la chica volvió a su casa.

En aquella ciudad coger un taxi era muy difícil y más en un aeropuerto. Todo el mundo necesitaba uno.

_Vivan esa morena hermosa. – Escuchó decir Ashley detrás de ella. Era un chico que le ofrecía compartir coche. - ¿A dónde va la dueña de esos ojos tan lindos?

_¿Hacia dónde vas?

El chico contestó. Se dirigía a su mismo barrio. La joven no tenía paciencia para esperar a otro taxi, por lo que aceptó compartirlo con él.

_¿Cómo te llamas?- Preguntó el chico. – Yo soy Manuel.

Ella le ignoró. No le apetecía mucho tener conversación. Se acababa de despedir de su chico. No le vería durante un mes y eso le ponía de bastante mal humor.

_Morena, qué problema hay en que me digas tu nombre. Nos vamos a despedir al terminar el trayecto en taxi.

_Ashley. – Resopló. – Me llamo Ashley.

_¿Sabes que eres preciosa?

Ella volvió a quedarse en silencio. No le gustaba que los desconocidos le dijeran cosas como aquella. Se sentía incómoda.

_Podrías darme tu teléfono. No conozco a nadie en la ciudad. Necesitaría a una amiga.

_Eres muy hablador. Seguro que conocerás a gente en un abrir y cerrar de ojos.

_Bueno, ¿Y no puedes ser tú una de esas personas?

Terminando aquel chico aquella frase, llegaron a la dirección que Ashley había dado. Estaba a tres calles del apartamento. Con la forma en la que le hablaba Manuel, hacía que desconfiara de él.

Nick la estaba esperando en casa. Sabía que su amiga llegaría de mal humor y con el ánimo bajo. Con un gesto, le indicó que se sentara a su lado. Le iba a dar un masaje como los que le daba en el instituto cada vez que tenía algún problema.

Ashley respondió abrazándose a él.

_Adivina lo que me ha pasado regresando a casa. – Dijo la joven. – Si te lo cuento, creo que te vas a reír de mí.

_A ver. ¿Qué te ha pasado?

Empezó a contarle el encuentro con Manuel. Y tenía razón. Desde que su primera palabra salió de su boca hasta la última, Nicky se estuvo riendo.

_Triunfas en este país. Todos los hombres terminan yendo detrás de ti.

_Nicky...

_No te me pongas así. Algo parecido decías con Pedro.

_Sí, pero entonces no tenía una relación.

_Siempre tan buena chica. ¿Le quieres?

_¿A Pedro? – Nick asintió. – Eso creo. No sé, estoy bien con él, tanto que no me planteo el futuro. Vivo el momento. Y sabes lo difícil que es eso para mí.

Su amigo le besó la frente. Algo muy fraternal.

El amor de Pedro PascalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora