Capítulo 36

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Nick saludó a todos sus compañeros según se dirigía al despacho de su amiga. Al entrar en él, se sentó enfrente de ella dándole el café y deseándole buenos días.

_Ya he desayunado.

_Puedo imaginarme qué ha sido, pero eso no alimenta como debe.

_El café tampoco y para despertar es más flojo que lo que he estado haciendo. Además, me han llevado desayuno a la cama. Estoy servida.

_Bueno, acompáñame para desayunar.

Ashley asintió con la cabeza.

Al cabo de un rato, Nick cortó el silencio que había entre ellos.

_Quiero decirte algo. Bueno, algo que me da mucho miedo. No le he dicho ni que si ni que no. No sé...

_Nicky, no me estoy enterando de nada.

_Eddy me ha pedido que vivamos juntos. Nunca he vivido con un chico. Más de una semana, nunca. No sé qué hacer.

_A ti te apetecería

_Sí, claro. Cómo no. Pero me asusta.

_¿Por qué no probáis a estar los fines de semana juntos? Yo voy a estar yendo y viniendo a casa por Pedro. Si os va bien, múdate con él. O que él se mude a casa. Pero avísame con tiempo para poder buscar casa. – Sonrió Ash.

_En tal caso, no haría que te fueras de nuestra casa. El que debiera salir soy yo. De todas formas, ya veremos.

_Nicky... Pedro ha dicho algo que...

El chico esperó con paciencia a que se decidiera a terminar la frase. Conocía cada expresión facial de su amiga, cada titubeo. Y sabía que como abriera la boca para decir algo, era muy probable que no se lo contara.

_Pedro ha mencionado el tener hijos. Me asusta. ¿Y si tenemos que regresar a Madrid?

_No creo que eso suceda, Ash, no de forma permanente. No creo que, después de comenzar con este proyecto y hacerle rodar, nos manden regresar a Madrid.

_Quizás quieran poner a alguien en nuestro puesto.

_Mira que eres negativa. No sé por qué van a querer hacernos eso. Esto es nuestro proyecto. No creo que nadie tenga el suficiente poder como para quitárnoslo. Y respecto a los niños, ya sabes no estaría mal tener unos cuantos críos jugando por casa.

El día pasó volando. En el banco no había tiempo para aburrirse.

_Ash, ¿te importa que vaya a hablar con Pedro antes de que tú vayas a hablar con él? Hay algunos temas que quisiera hablar con él.

Ashley le miró extrañada. Nunca le había pedido nada así. En otras ocasiones, cuando había querido hablar con sus chicos, se dirigía a ellos directamente. No hacía falta que le pidiera nada.

_Claro. Pero, de qué quieres hablar con él.

_Nada en particular. De la idea de Ed de vivir juntos. De vez en cuando necesito la opinión de un hombre.

Ashley se encogió de hombros.

Nada más llegar a casa, Ash se tumbó con las tres ratas sobre el sofá. Nick no entró. Llamó a la puerta directamente de Pedro, el cual abrió enseguida creyendo que era su chica.

_¿Puedo pasar? – Preguntó Nicky.

Pedro le hizo pasar.

Se pusieron cómodos en la cocina junto a un botellín de cerveza bien fría y Edgar corriendo por todos lados.

Nick le contó con detalle lo que le había pedido su chico.

_¿Cómo le vas a decir que no? – Dijo Pedro. – Vuestra relación va avanzando. Eso es bueno.

_Sí y eso me gusta. Pero nunca he vivido con ninguna de mis parejas. Y tendría que dejar a Ash sola.

Pedro empezó a darle vueltas a una idea. Se quedó en silencio durante unos minutos sin hacerle mucho caso a su invitado.

_Bueno, quizás Ashley quisiera mudarse aquí. Me gustaría verla cuando llegue a casa. Sé que pasará mucho tiempo sola, pero si tú te decides a mudarte con Eddy, quizás podamos hacerlo nosotros también. ¿Crees que aceptaría?

_No lo sé. Si ella dice que sí, Ed podría mudarse al apartamento de enfrente conmigo.

_Dame un tiempo para preparar algo para pedírselo. Quiero que sea algo bonito.

_Qué cursi eres, Pedro.

El actor empezó a darle vueltas a la cabeza. Aunque no se había planteado pedírselo aún, esta era una buena ocasión de hacerlo.

A la mañana siguiente, acompañó a Ashley al trabajo. Tras toda una noche pensando en cómo debía pedirle a su chica que empezaran a vivir juntos, creía tener una buena idea.

Tras despedirse de ella en el banco, fue de compras.

Llamó, cuando estaba a cierta distancia del trabajo de su chica, a Nick.

_Nicky, soy pedro. Perdona, esto no te lo puedo decir delante de Ash. ¿Puedes hacerme un favor?

_Pide lo que quieras y, si puedo ayudarte, lo hago.

_Necesito el cuaderno de recetas que mi hermana escribió para Ash. ¿Me puedes ayudar a llegar a él?

_Voy a llamar a Max. Te dejará pasar a casa.

Nick le explicó dónde había puesto el cuaderno.

Antes de regresar a casa, fue a hacer la compra y a ultimar los detalles de la sorpresa que le estaba preparando a su chica.

Aquella tarde hizo él la cena. Esta vez se aseguró de prepararla bien. 

El amor de Pedro PascalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora