Capítulo 48

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Nick había visto cómo su amiga había salido con el perro a la calle. Decidió acompañarla.

_Ed, voy a salir un momento con Ash. Le voy a someter un rato a un tercer grado sobre cómo Pedro le ha dado su anillo de compromiso. – Dijo cambiándose con rapidez. – Ahora vuelvo.

_¿Boda? – Contestó el chico incorporándose.

_Sí. Después te cuento.

Nicky bajó las escaleras a toda prisa.

_Ash, Ash, Ash, espera. Voy contigo.

Con gorros, bufandas y abrigos, salieron a la calle con el perro. Ni con todo esto conseguían aislarse del frío que daba la nieve.

_Bueno, ¿me vas a contar cómo ha sido?

_¿Cómo ha sido el qué? – Contestó Ashley.

_No ha sido nada del otro mundo, Nicky. Bueno, sí, pero no como te imaginas. Fue un poco... Caótico. Desde luego, no tenía intención de pedírmelo así.

Empezó a contarle lo que había sucedido la noche anterior. Tuvieron que dar un paseo un poco más largo de lo que en un principio Ashley tenía pensado. Tenía muchas cosas que contarle.

_Ash, ¿cómo has podido pensar en volver a casa con este partidazo al lado? Se le cae la baba por ti.

_Por mi padre. No me gusta estar tan lejos de él. Pero, en fin. Supongo que nuestra vida ya está aquí.

_Vamos, como si no existieran los aviones. Como si fuera imposible viajar de un continente a otra en un puñado de horas.

_Y dale con los aviones. ¿Nadie me puede decir otra cosa al respecto? – Bromeó Ashley.

Mientras que Edgar disfrutaba de su paseo, Pedro intentaba hablar con su suegro sobre su intención de casarse con su hija.

El actor estaba nervioso. No sabía que su suegro ya sabía cuál era el tema del que quería tratar. Titubeaba. No sabía bien cómo comenzar a hablarle del asunto. Nunca había hecho nada por el estilo, no estaba seguro de cómo debía comportarse.

_Pedro, tranquilízate. – Le pidió Agustín. –Dime de qué quieres hablar conmigo.

_Bueno, nunca he hecho esto, nunca. No sé si te va a gustar o no, si he hecho bien las cosas. Quizás debí haberme planteado esto de otra forma o...

Agustín le escuchaba intentando no reír. Aquello era muy serio, aún más para el actor, que estaba intentando pedirle permiso para casarse con su chica.

_No importa cómo hayan salido las cosas. Dime qué te sucede y si puedo ayudar, lo haré. – Disimuló.

Pedro cogió aire con fuerza. Suspiró.

_Quiero casarme con tu hija. Mi intención era pedírselo hoy durante el desayuno o cuando todos estuviéramos abriendo los regalos, cuando ella encontrara el anillo bajo el árbol, pero anoche pasaron cosas y...

_Yerno, relájate. Está bien. Ya me lo imaginaba. Le he visto un tercer anillo junto a los de mis padres.

_Bueno, y qué te parece.

_A mí no me tiene que parecer ni bien ni mal. - Intentó darle tensión al momento, ponerle nervioso. – Mi hija ya es mayorcita para saber qué es lo que quiere hacer con su vida. Si n quiere regresar a España, no puedo hacer nada.

Pedro se frotó la cara. Estaba empezándose a sentir mal por Agustín. Parecía estar renunciando a su hija, a la que no tenía esperanza de volver a ver.

_Agustín, yo...

_Estoy bromeando, hombre. – Comenzó a reír Agustín. Estoy encantado con la idea de que mi hija termine con un chico como tú, que la quiere y la respeta. Os lleváis bien. ¿Qué más se puede pedir en un yerno?

El actor se sintió aliviado. Se podía decir que su suegro aceptaba la boda. Eso estaba bien, muy bien. Ya solo quedaba que se enteraran sus hermanos y su padre. Aunque esto le ponía nervioso, obviamente no era la misma situación. No tenía que pedirle permiso para nada. Solo tenía que comunicarle que se iba a casar.

Pedro abrazó contento a su chica al verla entrar con Edgar y Nick. Su paseo había durado tanto que toda la familia ya se había levantado. Eddy esperaba a su chico jugando con los hijos de Javiera y el resto de adultos estaban hablando sobre qué debían hacer en aquel día.

_Acabo de darles de comer a las ratas. – Señaló Pedro. – Lo he hecho después de hablar con tu padre. Después de dar de desayunar a Edgar, ¿te parece bien que se lo digamos a mi familia y a Nick?

_Claro, pero Nicky ya lo sabe. Recuerda que le pediste ayuda para comprarme el anillo.

_Peno no le hemos dicho si has aceptado o no.

_Hemos estado hablando de esto durante el paseo.

Pedro la abrazó con más fuerza aún.

Tras desayunar, el actor anunció su nuevo proyecto de futuro. Ninguno sabía nada sobre esto. Había sido Nick con el único con el que había hablado sobre este tema.

_¿De verdad quieres casarte? – Le preguntó José, su padre.

_Si, papá. ¿A qué viene esta pregunta ahora?

_A nada. No me imaginaba que quisieras atarte para siempre. No te veía de esa manera.

_Va siendo hora de sentar la cabeza.

_Pero, qué pasa con tu carrera.

_Qué tiene que pasar con ella. Solo voy a casarme, a formar una familia.

Su padre se preocupó. A Pedro le había costado mucho llegar a la cima de su carrera y le preocupaba que esto afectara a su rendimiento en el trabajo.

_Mi intención no es hacer que se retire. – Aclaró Ashley. – Le conocí haciendo esto. ¿Por qué debería intentar cambiar su forma de vida?

José se quedó callado. El carácter que aquella chica mostraba le había impresionado. Parecía estar muy segura de estar con su hijo.

El amor de Pedro PascalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora