Capítulo 41

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Ashley estuvo en la puerta principal del estudio de grabación. Estaba tan lleno de enormes naves que no pudo encontrar en la que su chico le había dicho que estaba grabando. Le escribió diciéndole que estaba fuera, esperándole.

Algunos minutos después, vio aparecer a Pedro. Iba acompañado de Robin.

Al llegar al lado de su chica, el actor la besó y la abrazó.

_Hola, Ashley. – Saludó Robin. – Espero que te guste la ciudad y que hagáis mucho turismo.

_Gracias. – Respondió.

Pedro se despidió de su compañera. Junto a su chica, se alejó de su lugar de trabajo.

_No sabía que tenías sesión con ella. – Dijo Ash. – No me lo habías comentado.

_No estaba planeado. Han adelantado parte de sus escenas. Creo que las teníamos dentro de dos semanas.

Antes de empezar a hacer turismo, fueron a comer. Pedro había reservado mesa en un buen restaurante cerca de la Estatua de la Libertad.

En hora y media habían terminado de comer. Tras pagar la cuenta, fueron a ver a esa enorme dama. Las vistas de la ciudad desde el interior del monumento, desde su parte más alta era impresionante.

Pasaron toda la tarde entre varios monumentos más de la ciudad que estaban por los alrededores de la Estatua de la libertad. Después regresaron a casa.

_Estoy agotada. – Afirmó Ashley. – Me imagino cómo debes estar tú.

_Destrozado. – puntualizó el actor.

_Supongo que no tendrás ánimos de ver cómo te agradezco todo lo que has hecho por mí durante este maravilloso día.

_Para ciertos temas nunca estoy cansado.

Ashley le cogió por el brazo y le obligó a ir corriendo hasta el cuarto. No tardó en desnudarse a sí misma y a su chico.

Tenía muchísimas ganas de sentir de nuevo su piel, la forma en la que le hacía el amor. No era solamente dormir a su lado o despertarse oliendo su aroma. La pasión que Pedro le ponía al sexo le hacía sentir viva.

No tardaron en quedarse dormidos después de terminar. Había sido un día largo y agotador.

La mañana siguiente Pedro se levantó a la misma hora. Tenía que volver al trabajo. No tuvieron tiempo para hacer más turismo. Nada más llegar a casa, tuvo que acompañar a su chica al aeropuerto.

_Va a ser una semana muy larga. – Recalcó Ashley entre los besos que le daba a su chico.

Varias chicas se acercaron a ellos. Eran fans de Pedro. Le habían visto en algunas series y películas.

_Pedro, Pedro. – Gritaban.

El actor se echó a reír. Estaban interrumpiendo la despedida con su chica, a la que no vería en algunos días.

Se separó de ella.

_Hola, chicas. ¿Qué tal? – Saludó.

Le pidieron una foto. Estuvieron hablando con él durante algunos minutos.

_Pedro, te dejo mi número de teléfono, por si quieres compañía mientras estás en la ciudad. – Dijo una de ellas.

Ashley se acercó a Pedro. Se cogió de su brazo haciendo entender a aquellas chicas que ya no era un hombre libre.

_Gracias, pero no busco esas cosas. – Le devolvió el papel en el que había apuntado su teléfono y mirando a Ashley.

­_Bueno, si estás aquí con ella es que se va de viaje. Y un hombre como tú necesitará compañía, seguro.

_Soy un hombre fiel. – Recalcó Pedro.

Por megafonía empezaron a llamar a los pasajeros del vuelo en el que viajaba a Ashley.

El actor abrazó a su chica con fuerza, dejando de lado a las fans, que esperaban con paciencia a que él se quedara solo. Querían ver si conseguían lo que quería. Tras unos besos apasionados de despedida, Ashley cruzó la puerta de embarque.

_Soy Marta. – Dijo la fan apartándose de sus amigas. – Tu chica ya se ha ido. – Le ofrecía de nuevo su tarjeta. – Podemos quedar, pasarlo bien.

_Marta, te lo agradezco, de verdad, pero tengo novia. No quiero tener nada contigo ni con ninguna otra mujer.

_Podría sustituirla. Cualquier chica que haya seguido tu carrera lo haría.

_No. El lugar que ocupa en mi corazón y en mi vida no lo puede ocupar nadie más.

Rompiendo el papel donde estaba apuntado el teléfono y tirando sus pedazos a la basura, se alejó de las chicas.

Pensó en Ashley. Se imaginó cómo debía sentirse. Cuando le contó que Manuel estaba coqueteando con ella, no le hizo ninguna gracia. Ella se tuvo que enfrentar a ver cómo una chica intentaba ligar con ella.

El actor esperaba con ansia a recibir la llamada de su chica. Durante el vuelo no podía utilizar el teléfono.

Ash, pasó todo el viaje pensando en aquella chica. Sabía que aquello podía pasar. Cuando empezó su relación con él, estaba segura que aquello sucedería, pero no le gustaba. Temía que tarde o temprano encontrara a una chica que complementara más su vida que ella.

Nada más despegar el avión, la joven rompió a llorar. Estaba abrumada. Tenía que ser una buena novia, una buena trabajadora, una buena chica. Intentaba constantemente ser la mejor versión de ella misma que pudiera ser. Sin embargo, sentía que no podía con todo. Hacía muchísimo tiempo que no se sentía tan mal.

Fueron casi cinco horas de avión eternas para ambos.

El amor de Pedro PascalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora